La banda de rock de Ramos Mejía volvió a los escenarios luego de dos años sin tocar, con una performance excelente, desafiando al calor asfixiante del anteúltimo día del año. La Izquierda Diario cubrió el show desde los camarines y los entretelones de la mágica noche.
Ricardo Farías Docente
Domingo 1ro de enero de 2017 20:20
Luego de que se conociera la noticia de que el Indio Solari le había puesto la voz a la canción Grito de Guerra de Mavi Rock, la banda anunció el lanzamiento de su nuevo disco Trasmutaciones. Vo la luz a mediados de diciembre, y la ocasión para presentarlo en vivo fue el viernes 30 en el Auditorio Oeste. Lo recaudado de este disco, de las descargas musicales por Internet, de las remeras y de los shows en vivo será destinado al Hospital Garraham, gesto que pinta a las claras el accionar solidario de la banda.
El ritual empezó a las 6 de la tarde en la Plaza de Morón, donde se concentró la caravana de sus seguidores para ir caminando hasta el Auditorio. Los seguidores de la banda comparten ese momento para reencontrase (ya que la banda toca muy poco, cada uno o dos años) desde distintos lugares: se hicieron presente desde Mendoza, Bahía Blanca, Baradero y los distintos barrios de la provincia de Buenos Aires. El tema sinfónico Abolición empezó a sonar apenas se abrió el telón y por la pantalla proyectaban imágenes del 2001, de la masacre de Cromañón, Luciano Arruga, amigos de la banda que ya no están más y los miran desde las plateas más altas. Todas estas imágenes intercaladas con fotos de Mavi, la hija de Luis y Silvia, que falleció en 1999. Luego de la sinfonía la banda arranca con Ra- Pez. A través de las casi dos horas sonaran temas de sus cuatro discos, Cartas Marcadas, Tercer Ojo, A la deriva, y su más reciente, Trasmutaciones. Ya para el tercer tema, Nuestro amo juega al esclavo las más de mil personas no pararon de poguear y bailar en toda la noche.
Los puntos más fuertes del show fueron Seamos Felices, Cartas Marcadas, Malditas Voces (aunque sea un poco injusto mencionarlo, porque la banda sonó muy ajustada y cada tema era un soplo de aire fresco y éxtasis musical en el calor ardiente del lugar), junto a los cuatro temas de Los Redondos.
Mención especial merecería Grito de Guerra, el tema que el Indio canta en el disco. Antes de que lo toquen, se proyectó una foto del Indio hablando con Silvia y de fondo un audio con la voz del Indio saludando y hablando de su relación con la banda, recordando a Mavi y dando palabras de aliento al grupo.
En el medio del show Luis le dedicó un tema al enfermero del hospital Posadas que había muerto hace dos años, tratando de salvar a un paciente que se quería suicidar. Esta será una característica de la banda que la distingue de cualquier otra; tanto arriba como abajo del escenario siempre están proporcionando ayuda y brindando recitales a beneficios para seguidores que se encuentra peleando con enfermedades delicadas, víctimas del gatillo fácil (la bandera de Luciano Arruga en todos sus shows testifica eso), y luchas sociales, como el pedido de justicia para las víctimas de Cromañón y otras causas.
Para el final del show se guardaron la artillería pesada: los primeros acordes de JiJiJi ya empezaban a delinear en el público, las formas que adquiere el pogo mas grande del mundo, haciendo delirar a la familia Mavi rockera.
Luego del show, la banda como hace siempre, empezó a regalar al público remeras, gorras y flores. Comentaron que volverán a los escenarios el 13 de mayo en el Teatro de Flores. Una vez en el camarín las sonrisas desbordantes de alegría de los músicos, familiares y amigos, daban cuenta de un show antológico de una de las bandas más importantes del rock local.
Agradecemos enormemente a Mavi por dejarnos cubrir este show, donde nos hicieron parte de la intimidad de la banda.