El diputado y líder de La Cámpora pasó por el oeste bonaerense. Estuvo en el acto de Nuevo Encuentro y el arco kirchnerista para lanzar la candidatura de Lucas Ghi. Arenga contra el Gobierno, acuerdo con el FMI y una salida poco realista.
Jueves 6 de junio de 2019 10:16
En el Microestadio del Club Deportivo Morón se presentó el domingo la candidatura de Lucas Ghi, referente de Nuevo Encuentro, quien fue intendente de la localidad hasta el 2015 y vuelve a postularse. Junto con él, Máximo Kirchner fue uno de los oradores principales.
Pagar o pagar, esa es la cuestión
Entre las principales definiciones del acto, el candidato Ghi planteó sobre el gobierno de Cambiemos que “gobernar implica dar cuenta de lo impostergable, que hoy duele; del hambre, de la miseria, del dolor, de la angustia y resolverlo. Para resolverlo hacen falta dos cosas, sensibilidad y hacerse cargo”.
Una abstracción muy grande en el marco del ajuste generalizado al pueblo trabajador. Con “sensibilidad” no se se resuelve el acuerdo con el Fondo, al mejor estilo de las consignas de campaña que viene instalando Nuevo Encuentro, “un futuro mejor es posible” o “hay otro camino”. Pero no dicen cómo.
Máximo Kirchner dijo en el acto que “la Argentina está en el borde del precipicio y con un Fondo Monetario Internacional que le está bancando la campaña del presidente. Ahora, el sacrificio que vos le pedís a tu pueblo, no puede ser para endeudarlo más. El sacrificio que vos le pedís a tu pueblo debe ser para desendeudarlo como hicimos en 2003 y 2005”.
La retórica parece de alguien que cuestiona al FMI, pero termina siendo la crónica de una muerte anunciada, se compromete a pagar hablando en nombre del “desendeudamiento”.
Como ya se pronunciaron CFK, Axel Kicillof y Alberto Fernández, para ellos se debe “honrar la deuda”. Hablan de refinanciamiento y le recuerdan al FMI que fueron pagadores seriales, buscando mostrarse como una opción seria hacia las elecciones.
La generalidad de arengar sin explicar cómo harán para pagar, no es un olvido casual, demuestra el límite y la utopía de la vía pacífica con el Fondo. Pagar significa mayores padecimientos sobre el pueblo trabajador. Esa es la catástrofe a la que nos llevan y que hoy mismo se viven sus consecuencias con el ataque a la salud, educación, trabajo y salarios.
El próximo año se deberán pagar un promedio de U$S 40 mil millones y un total de U$S 160 mil millones en los próximos cuatros años.
Para tener una idea, si se aplicara una retención del 100 % al campo se llegaría a recaudar U$S 28 mil millones. ¿Y el resto del dinero de dónde saldrá?
A su vez tenemos que enmarcar esta crisis actual en una situación internacional, absolutamente opuesta al 2003-2005 cuando se produjo un crecimiento internacional. Hoy los países crecen a cuentagotas.
Lo que tampoco dicen es que en 2002 Eduardo Duhalde hizo el “trabajo sucio”, con una devaluación del 30 % que destrozó el salario de la clase trabajadora y su poder de compra, medida a tono con el pedido de exportadores y capitales que abastecen el mercado interno. Una megadevaluación sobre la que se apoyó el kirchnerismo para gobernar. En 2020 ¿quien hará el trabajo sucio?
La historia del peronismo en las ultimas grandes crisis economicas demuestra que esa corriente política nunca dudó en tomar medidas de ajuste. Decir que se puede volver al 2003 es una falsa promesa de campaña.
Sabemos lo que significa pagar al Fondo. Parte del acuerdo incluye reformas en jubilaciones y laboral, al mejor estilo de Grecia (reivindicada mucho por CFK) o actualmente el caso Portugal que usan como caballito de batalla para generar ilusiones, ocultando que aplicaron un ajuste generalizado para lograr un magro crecimiento. Es claro que donde pasa el FMI hay tierra arrasada.
Ante el agravamiento de la crisis, se intenta instalar que el terror es no pagar al FMI. Pero a quienes quieren gobernar desde el peronismo no les interesa que la Argentina entre en default (de hecho en su historia el país entró siete veces en default). El verdadero interés es que siga mandando el capital financiero y que la crisis la pague el pueblo trabajador. El centro del debate debe ser cómo resolver los padecimientos de la gente.
Una salida real
Máximo Kirchner también habló de “manejar nuestra propia economía” y pensar en el ser humano. ¿Pero qué manejo de la economía puede existir pagándole al FMI? Si ganan las elecciones ¿las empresas seguirán en manos de privatizadas y multinacionales que se llevan la plata al exterior? ¿Seguirán permitiendo la fuga de millones de dólares permitiendo que los empresarios escondan su plata en paraísos fiscales? ¿Las grandes empresas van a seguir concentrando todo el comercio?
Desde el Frente de Izquierda venimos planteando la necesidad de invertir las prioridades, la plata debe ir a las verdaderas necesidades del pueblo trabajador, a las escuelas que no pueden funcionar o no tienen gas, a los trabajadores de la salud y educación que cobran salarios de pobreza, a los jubilados que los hunden en la miseria, ponerle fin a los tarifazos.
Junto con esto proponemos la nacionalización de todos los servicios, no se puede lucrar con los servicios esenciales, son derechos humanos básicos, proponemos que estén bajo gestión obrera junto a usuarios y técnicos profesionales.
También planteamos la nacionalización de la banca y el comercio exterior. En los primeros cuatro meses de 2019 la fuga de capitales fue de U$S 7.036 millones, un monto 6,5 veces mayor al gasto en salud (por día) aprobado en el Presupuesto 2019, 4 veces superior al asignado diariamente a educación y 9 veces mayor al monto destinado para las Asignaciones Universales por Hijo (AUH) por día. Una banca estatal única significa poner ese dinero en función de los intereses sociales y terminar con la fuga de capitales y la evasión.
El monopolio del comercio exterior permitiría administrar las divisas que provienen de las exportaciones en función de las necesidades del pueblo trabajador y no en función de las ganancias de unos pocos. En nuestro país 200 empresas concentran el 70 % del comercio exterior.
Esto es organizar la economía de manera racional, en función de las necesidades del pueblo trabajador. Este es parte del programa que levantamos para que la crisis no la paguemos los trabajadores y que la paguen los grandes empresarios, banqueros y terratenientes.
El Frente de Izquierda está siempre del mismo lado, junto a los trabajadores, las mujeres y la juventud. En este marco, hicimos una propuesta de listas unitarias de la izquierda. Con esta fuerza y este programa, nos proponemos fortalecer una salida anticapitalista y conquistar nuevas bancas.