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Red Internacional
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BREXIT. Mazazo para Boris Johnson: la Corte declara ilegal el cierre del Parlamento británico

La Corte Suprema británica declaró ilegal este martes el cierre del Parlamento ordenado por Johnson y aprobado por la reina. Es el golpe más duro que recibió el primer ministro, y reabre la crisis del Brexit a un mes de la fecha límite.

Martes 24 de septiembre de 2019 13:23

El primer ministro británico Boris Johnson recibió este martes un mazazo político que lo deja a pocos pasos de la dimisión. La Corte Suprema no solo declaró ilegal el cierre del Parlamento, propuesto por el mandatario, sino que además ha cuestionado la legalidad del consejo emitido por el Ejecutivo a la reina Isabel II, al que se considera “malintencionado” y con propósitos ocultos distintos a los expresados formalmente. Este solo hecho ha empujado a muchos a solicitar la dimisión de Johnson.

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Este revés sorprendió a Johnson en Nueva York, su ciudad natal, donde se encuentra para participar de la reunión de las Naciones Unidas, y ya recibió múltiples pedidos para que regrese al Reino Unido y presente su renuncia.

Johnson, que había perdido todas las mociones parlamentarias presentadas desde que asumió el cargo de primer ministro, y que ni siquiera tiene mayoría parlamentaria propia, se encuentra ahora pendiendo de un hilo y seguramente enfrentará el escarnio cuando empiece a funcionar el Parlamento este mismo miércoles.

Luego de que se promulgara una ley que establece ilegal la salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo, lo que se conoce como “Brexit duro”, Johnson recurrió a la prerrogativa de suspender el parlamento. En respuesta, Gina Miller, una empresaria nacida en Guyana, presentó un recurso para anular la decisión de Johnson. Miller fue la principal demandante en la causa y a ella se le unió un grupo de políticos, entre ellos, Shami Chakrabarti, Procuradora General para Inglaterra y Gales, en la oposición, aliada al laborista Jeremy Corbyn, y el ex primer ministro John Major, del partido conservador.

Tras cuatro días de deliberación, once jueces de la Corte Suprema de Londres dictaminaron unánimemente la suspensión parlamentaria como "nula y sin efecto". El máximo tribunal dictaminó así que la decisión de Johnson de pedirle a la reina Isabel II que suspendiera el Parlamento impedía a los legisladores discutir el futuro del Reino Unido, en un momento crucial en la historia británica moderna. La presidenta del Supremo, Brenda Hale, estuvo a cargo de la lectura del fallo histórico.

La decisión golpea de lleno sobre la última "esperanza" de Johnson, que era deshacerse de la creciente oposición parlamentaria, de propios y ajenos, para amenazar con chocar de frente al proceso del Brexit. Una maniobra que no necesariamente significaba avanzar a todo vapor con ese plan, sino que podía incluir la especulación de presionar en extremo a la Unión Europea para conseguir concesiones de último minuto, tanto en términos económicos como de su integridad estatal, en lo que implica a la frontera de Irlanda del Norte, algo que la Unión Europea ya aclaró que no negociará.

Ese escenario ideado por Johnson es el que se esfumó este martes, poniendo de nuevo en primer plano a la crisis del Brexit, que ahora quedaría en manos de un parlamento ultrafragmentado y crecientemente cuestionado por no lograr dar una salida a la crisis abierta con el resultado del referéndum de 2016.

Los llamados a que Johnson reconozca la derrota e incluso que renuncie de inmediato no tardaron en llegar. El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, desde la ciudad de Brighton donde está deliberando la Conferencia Anual del Partido Laborista afirmó desde el podio ante los delegados: "Pido a Boris Johnson que reconsidere de inmediato su posición, tras el abuso de poder que ha cometido, y pase a convertirse en el primer ministro del Reino Unido con el mandato más corto en la historia". Además, Corbyn dijo que iba a hablar de inmediato con el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, para reabrir el Parlamento en forma urgente. Este aclaró que, según el Supremo, la suspensión nunca se produjo y a continuación anunció a la prensa que el Parlamento reanudará sus funciones este miércoles a las 11.30 de la mañana.

Al pedido de renuncia se sumó también la ministra principal de Escocia, Nicole Sturgeon, los lideres de los Partidos Verde y Demócrata Liberal, además de importantes referentes de todo el arco político, inclusive conservadores.

Bercow dijo que los legisladores de la Cámara de los Comunes podrán hacer "preguntas urgentes" a los ministros de Johnson y participar en "debates de emergencia", presagiando una sesión libre para que la cámara presione al Gobierno en todos los frentes.

Por su parte, algunos legisladores ya estaban discutiendo una moción de confianza contra Johnson; aunque es probable que no termine siendo la opción con mayor apoyo.

Johnson afirmó desde Nueva York estar "profundamente en desacuerdo con lo que los jueces dictaron". "No cabe duda de que hay mucha gente que quiere frustrar el Brexit", denunció. Sin embargo, "este es obviamente un veredicto que respetaremos", aseguró.

Huelga decir que la decisión del Tribunal representa un golpe implacable para Johnson; sin embargo, el mandatario utiliza el dictamen para polarizar aún más la división que se vive en el país alimentando su narrativa del “parlamento versus pueblo”. Dada la sucesión de artilugios legales para resolver el impasse del Brexit, no se puede descartar alguna maniobra a último momento. Lo que está en cuestión es si Johnson puede seguir con su narrativa de una salida dura de la UE (opción declarada ilegal por el parlamento) o si su crisis es tan fuerte que se vea obligado a dimitir.

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