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Industria Automotriz. Mazda. Entre el “éxito” de un siglo y la explotación laboral (Parte 1)

El éxito de Mazda se puede percibir fácilmente en el mundo entero al ver en los 5 continentes sus autos trasladándose de ciudad en ciudad manejados por sus clientes o en los enormes transportes marítimos que surcan los 7 mares con sus productos.

Domingo 10 de julio de 2022

El “éxito” del consumo

Mazda es una empresa japonesa nacida en 1920. Inicialmente dedicada a los derivados del corcho en Hiroshima, lanzó en 1931 su primer auto motor: la motocicleta “Mazada go”. Comenzó sus exportaciones en la década de los 50´s iniciando su camino como potencia en el sector automotriz innovando a nivel mundial dando los cimientos para convertirse en una de las empresas más poderosas del planeta y empresa clave en la división internacional de trabajo, respecto a la cadena de valor automotriz.

El éxito de Mazda se puede percibir fácilmente en el mundo entero al ver en los 5 continentes sus autos trasladándose de ciudad en ciudad manejados por sus clientes o en los enormes transportes marítimos que surcan los 7 mares con sus productos.

Con 100 años en el mercado se vanaglorian de, en medio de crisis internacionales, sostener sus metas de ventas durante 3 años consecutivos. Esto pasó entre 2015 y 2018 en donde la empresa declaró haber logrado vender un millón seiscientos treinta y un mil unidades (2018) batiendo sus propios récords. Con estos números Mazda se ha desplegado por el mundo, siendo México uno de sus talleres principales de construcción beneficiándose de los sueldos miserables y la ausencia de una industria local, junto a las pésimas condiciones sindicales en donde la CTM ha sido pieza fundamental para sostener condiciones precarias en la planta y con eso garantizar una mano de obra baratísima que le permita a Mazda generar aún más fortuna.

A pesar de la pandemia, la planta de Mazda en Salamanca, Guanajuato, celebró el reconocimiento de haber producido su unidad 1 millón, un Cx30.

La planta de Salamanca es la primera que la japonesa tiene en Norteamérica y sus mercancías se exportan en 85% a EUA, Canadá y Europa, en donde los autos se pagan en dólares y en Euros.
En febrero de este año se anunció en algunas páginas que Mazda trasladaría a México la producción de su modelo CX-3 que se construye en Tailandia.

La explotación laboral

Para la mayoría de los trabajadores de Mazda el día comienza con un traslado de 50 minutos para llegar a la planta. Antes y durante su traslado las cosas no son fáciles, ya que el camión llega a ciertos puntos nada más y no se adentra al interior de los municipios, la empresa dice que no quiere poner el riesgo el camión por lo que no aceptó la petición de los trabajadores para que estos ingresaran. Por lo que las y los trabajadores deben buscar sus propias vías, que además incluye el riesgo de encontrarse con algún grupo de la delincuencia organizada.

Llegando a la planta la distribución de lockers inadecuada complica la entrada y la puntualidad. Si la línea está lenta, comienzan los pensamientos y las inquietudes por la posibilidad de que comiencen los paros técnicos, lo que significa no poder llevar el salario completo a casa (se paga nada más el 60%). Esto pasa casi todas las semanas, al menos dos días.

A esto se le suma que, desde hace tiempo, según datos de la empresa, no se ha cumplido al cien con las evaluaciones, por lo que, subir de categoría está bloqueado, por ende no podemos subir el sueldo. Hay compañeros que tienen más de un año cumpliendo con todo lo necesario para subir y no se los permiten. Si se atreven a quejarse o buscar apoyo del sindicato, la respuesta inmediata es que si no les parece renuncien, dejando sin ningún tipo de apoyo ni protección a los compañeros por parte del sindicato, que claramente solo protege los intereses de la empresa.

Si uno decide renunciar, le pagan una miseria y buscan todas las vías para estirar lo más que se pueda la liquidación. Es también el caso de compañeros que han perdido la vida y que incluso han pasado 2 años y aun no le dan lo correspondiente a las o los viudos, tanto sindicato como recursos humanos únicamente dan largas, dejando desamparadas a familias enteras.

Llegada la hora del descanso (10 min) o comes algo, o vas al baño, aunque esto no siempre es posible, ya que al ir todos al mismo tiempo la saturación no permite pasar, por lo que hay que estar buscando la manera de que alguien cubra en la línea para poder ir.

La hora de la comida (la cual no entra en nuestro horario laboral, es pagada por los trabajadores) también es un reto, la comida que nos ofrecen es de muy baja calidad y poco saludable, son varios los que ya se han enfermado, por lo que cada vez son más quienes deciden llevar sus propios alimentos. El problema de no tener alimentos saludables en la planta, es que también se le debe destinar tiempo para cocinar en casa, ese tiempo debería ser para estar con la familia o en descanso. Recientemente los representantes sindicales avisaron de una comida especial por día del padre y llegando al comedor se llevaron la sorpresa de que había que pagarla. Así el sindicato “ofrecía” una comida que los trabajadores tuvieron que pagar.

Por si fuera poco, recientemente se han instalado Oxxos dentro de la planta, estos lugares no ofrecen absolutamente nada saludable y claramente están ahí para seguir despojando del salario, con sus precios altos, pues al ser la única opción se tiene que comprar ahí obligatoriamente, ya que se le prohíbe a los trabajadores vender cualquier producto, con lo que buscaran llevar un extra a casa.

En línea los Foreman (que son algo así como unos capataces) se dedican a hostigar y presionar para sacar la producción, pero el material de trabajo, o esta ausente o esta desgastado. No hay material pero si hay exigencias para completar el trabajo. Es común que no haya guantes o que estén rotos, lentes y careta no cambian hasta cada 3 meses cuando ya están casi inservibles, prácticamente es un milagro que no haya accidentes ya que se anda casi a ciegas con lentes y careta completamente rayados.

Un día termina con la prisa de alcanzar el camión de tu hora porque sino debes esperar el siguiente y con esto perder una hora más, al final en conjunto son entre 12 y 14 horas al día las que se trabajan, de las cuales se pagan sueldos apenas por encima de los 200 pesos, en promedio.

Para muchos trabajadores es increíble pensar que ellos son los que ahora le tienen que pagar a la planta un 40% de su salario, es totalmente desorbitado pensar que las familias pueden aguantas más la crisis que una empresa trasnacional multimillonaria de más de un siglo. De esta forma la planta termina haciendo pagar la crisis a los trabajadores, intentando sostener por todos los medios sus ganancias intactas.

Referente a los Oxxos, también no se sabe quién paga la luz, el agua y todos sus servicios, es altamente probable que sea de las utilidades o algún otro excedente generado por los trabajadores.

Estas condiciones laborales son pésimas y las probabilidades de accidentes son latentes a diario. Todo esto hace que no se pueda tener una armonía laboral, que aunque los trabajadores tengan ganas y les guste su empelo, sea más bien un martirio y un espacio de opresión la planta de Mazda en México.

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