El secuestro de los sindicatos por una cúpula de canallas, quienes responden a los intereses de los patrones y oprimen a los trabajadores, es una realidad constante en prácticamente todas las plantas del país y centros de trabajo.
Viernes 12 de agosto de 2022
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Estas personas que se venden por unas migajas, han permitido la pérdida de todos los derechos de los trabajadores, incluyendo la disminución al salario, el cual ha sufrido una caída de más del 300% en apenas unos años y que hoy sigue perdiéndose con aumentos burlescos del 5 u 8% frente a una época de crisis que ha generado una inflación de 8.5% en el último trimestre.
Mazda Salamanca tiene al frente del sindicato a burócratas de la CTM a quienes los trabajadores ni siquiera conocen.
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Estas condiciones de precarización laboral dejan ver que los intereses de los más de 4 mil trabajadores tienen que ser puestos como prioridad de inmediato. Pero, ¿quién puede lograr hacerlo?
Por conquistar fuerza y unidad obrera
La debacle nacional del PRI, y la necesidad del Morena de contar con un aparato sindical propio, en el marco de presión del gobierno de los Estados Unidos, dieron como resultado una nueva reforma laboral que busca debilitar el control de la CTM, que por años ha tenido un férreo control sobre la mayor parte de los sindicalizados del país.
Con la promesa de democracia sindical, centrales relativamente nuevas le están disputando a la CTM la titularidad de muchos contratos colectivos. Son centrales sindicales como la CATEM, que le arrancó a la vieja burocracia una planta importante de Nissan Aguascalientes; o el triunfo de lo sindicatos llamados independientes como en General Motors Silao, o Tridonex en Matamoros.
Con estos cambios, se ha empezado a terminar con décadas de control absoluto de direcciones cetemistas (pro patronales y represivas) en esas regiones.
Lamentablemente, los resultados esperados con el arribo de estas “nuevas fuerzas sindicales” no se han realizado. Contradictoriamente, ante el recrudecimiento del ataque de las transnacionales imperialistas a los derechos de los trabajadores para paliar la crisis de la industria automotriz, algunas de estas “nuevas direcciones” (como el SINTTIA en GM Silao), piden asesoría a la embajada de los Estados Unidos en México. Las fotografías del Comité ejecutivo del sindicato junto al embajador Ken Salazar no era la idea de independencia y democracia sindical que se esperaba a la caída del sindicato cetemista en esa planta.
Por ello es necesario ser muy cuidadosos ante las nuevas opciones que, ante la crisis del viejo aparato sindical cetemista, están apareciendo como alternativa democrática en varias partes del país.
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Para las y los trabajadores de Mazda, la salida a sus problemas y demandas no vendrá de la mano de federaciones o centrales independientes que hasta ahora no han dado muestra de querer luchar y arrancarle a la patronal lo que a las y los trabajadores les corresponde. Y es que no basta denunciar a la CTM y echarla fuera de los sindicatos.
Es necesario democratizar su vida sindical, haciendo que la base trabajadora participe libremente -sin temor a ser hostigada- y en donde el mandato de la misma (en asambleas establecidas como obligatorias en los estatutos) sea acatado por las y los dirigentes, al contrario de lo que sucede ahora, cuando no se realizan asambleas desde hace años.
Por todo esto, en Mazda se necesita un programa combativo e independiente como el siguiente:
• Es urgente que en la planta se ponga un alto inmediato a la humillación ejercida por representantes y foremans. Se debe de dejar de obligar a los trabajadores a hacer tiempos extra y a negarles las vacaciones. Existen sanciones ilegales, por ejemplo, si faltas un día te castigan con dos, te obligan a firmar un escrito, ante lo cual no hay la mínima defensa sindical. Por lo que se necesita una representación votada de manera libre y democrática.
• Eliminar el bloqueo al ascenso de categoría. No importa qué tan calificado estés para pasar la evaluación; siempre nos dicen que el escalafón no se puede; “que el sistema no deja avanzar” y que por lo tanto no hay crecimiento personal ni económico. Se debe de cumplir con el derecho a subir de categoría. ¡Nuestro trabajo tiene un valor importante!
• Nadie conoce su Contrato Colectivo, ni sus estatutos, las asambleas no existen, ni generales ni por área. Es por esto, que no existe la rendición de cuentas ni el aumento al salario discutido. Las asambleas no están se negocian, ¡son obligatorias!
Por lo anterior, las y los trabajadores de Mazda debemos de buscar la auto organización. Una organización desde la línea de producción en donde seamos las y los trabajadores quienes votemos a nuestros representantes por un periodo determinado en una asamblea, con elecciones libres para que planillas con distintas ideas y propuestas puedan intercambiar para fortalecer una vida sindical plena en donde se garantice la recuperación de los derechos que hemos perdido.
Recuperar el sindicato echando a los charros y falsos representantes, es una tarea importante y difícil, pero con la unidad de la fuerza de todas y todos, podremos unirnos los más de 4 mil empleados en una sola fuerza. De momento la principal tarea es exigir por elecciones libres y por representantes democráticos.
Son miles y miles de compañeros y compañeras que están bajo el control autoritario y antidemocrático de los dirigentes de la CTM, que solamente responden a los intereses de las empresas. Que gran fuerza obrera podríamos representar, si recuperáramos esas organizaciones y elegimos al frente de ellas a auténticas trabajadoras y trabajadores de base para convertir los sindicatos en herramientas de lucha al servicio de los intereses de la clase trabajadora.