Reproducimos testimonios de auxiliares de escuelas de Mar del Plata.
Viernes 9 de septiembre de 2016
Fotografía: wikimedia
En La Izquierda Diario, seguimos reflejando cuál es la situación de los auxiliares de educación, en el marco del ajuste que lleva adelante el gobierno nacional y los gobiernos provinciales. Sueldos por debajo de la canasta familiar, enfermedades producidas por el trabajo diario, malas condiciones laborales son algunos de los planteos que nos cuentan los y las trabajadoras que día a día sostienen la educación pública.
María Rosana de la escuela secundaria 51 “me parece muy injusto que este trabajo de 6 horas esté tan mal pago, ya que además no podemos tener un segundo cargo. Hace algún tiempo se ha empezado con una persecución contra aquellas personas que tienen tareas livianas, ya que se las han levantado de un día para el otro. Una problemática importante es la del auxiliar suplente, que tarda hasta 3 meses en cobrar. El estado de las escuelas es el de total abandono hace años, con vidrios rotos, sin calefacción, algunas se tienen que sostener con cooperadora. Aquí, se está viendo la posibilidad de juntar comida para que algunos chicos lleven a sus casas que vienen descompuestos porque no comen en sus casas. Los cupos en los comedores han bajado como así la calidad de la comida”
Adriana de la primaria 80 “las trabajadoras auxiliares estamos muy mal. Tenemos la problemática de mantener nuestro laburo. Lo que estamos viviendo es un horror, es terrible. Lo veo en la familia de los pibes que van a la escuela. Los medios de comunicación defienden a este gobierno. Por eso es importante que nos empecemos a organizar, como venimos haciendo para viajar al encuentro nacional de mujeres. Yo siento que será un grito de libertad que se va a escuchar el 8 de octubre. Que las mujeres podamos participar de este tipo de eventos me parece más que importante"
En el Jardín 925, las trabajadoras auxiliares nos dieron su testimonio
Daniela “si no es por el salario familiar, no llego a 10 mil pesos. Cobras y tenés que pagar de todo. Tengo dos hijos. Mi marido también trabaja pero el trabajo ha bajado un montón. No veo que la situación vaya a mejorar. Siempre tenemos que pagar el pato los que laburamos, con el tema de las tarifas por ejemplo, o la comida. No he visto que los gremios se acerquen a nosotros con estas cuestiones”
Elena “el médico me dijo que estaba bien y que tenía que volver a trabajar, cuando yo tengo artrosis y me hice una radiografía porque tengo una prótesis en un dedo. Además, tengo los tendones cortados. Les dije que no podía retorcer los trapos debido a esto, y me dijeron que si hacía un esfuerzo iba a poder mover bien las manos. Salí llorando en ese momento de reconocimientos médicos. Los gremios no me dieron ninguna respuesta, aunque me habían dicho que se iban a encargar. Pero nunca apareció nadie. Eso me genera mucha bronca”
Estela Maris “nuestro salario es un desastre. No solamente para nosotros, sino para todos los que están en el estado, empezando por los médicos hasta los docentes pese al importante trabajo que realizan. También es un problema las escuelas en donde faltan auxiliares y no hay nuevos nombramientos” mientras que Coty nos comenta que “el gobierno de Macri es muy parecido a lo que vivimos en los 90’ con los recortes. En esa época, había solamente una ayudante de cocina y una portera para atender a 150 chicos. Los auxiliares somos el último orejón del tarro en las escuelas”
Mirta “Con este gobierno, los trabajadores estamos peor, no así los empresarios, pero los que vivimos al día, no podemos avanzar. Cada vez podemos comprar menos cosas. Mi situación está cada vez peor. Tengo otros trabajos para llegar a fin de mes, trabajando de lunes a lunes. No tengo días libres. Económicamente estoy muy complicada. Me parece muy bueno que la voz de los auxiliares se refleje a través de este medio. Siento que podemos protestar acerca de todas las cosas que nos pasan todos los días, para que las cosas no queden en silencio”
Desde la Agrupación Marrón Clasista seguimos recorriendo escuelas para reflejar las voces de quienes trabajamos allí todos los días, con la perspectiva de empezar a organizarnos y discutir cómo enfrentar el ajuste, exigiendo a los gremios que convoquen a asambleas abiertas para discutir democráticamente un plan de lucha, espacio que hasta ahora no vienen impulsando.
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