Este viernes se realiza la cuarta edición de la marcha plurinacional Basta de travesticidios y transfemicidios. La Juventud del PTS y Pan y Rosas se movilizará por los derechos de la disidencia sexual.
Tomás Máscolo @PibeTiger
Jueves 27 de junio de 2019 11:20
Hace 50 años las calles de Nueva York fueron testigo entre taconeos, gritos y golpes, de la valentía de las lesbianas, las travas y las maricas que le ponían freno al acoso de la policía con barricadas y hasta encerrándolos en el mítico bar de Stonewall.
Estos sucesos dieron surgimiento al movimiento de liberación sexual ganando visibilidad en las calles, enfrentando a la policía y las leyes sexistas que regían a la diversidad sexual, sentando la tradición de las marchas del orgullo que ya es internacional y no sin razón. Al día de hoy les LGBTIQ conquistamos una visibilidad nunca vista e importantes leyes como el matrimonio igualitario en 26 países. Pero también las personas trans siguen siendo marginadas y violentadas en todo el globo, en 72 países (un tercio del mundo) la homosexualidad sigue siendo penalizada y en 6 existe directamente la pena de muerte.
Instituciones como la Iglesia católica o la evangélica son las que constantemente incitan los discursos de odio hacia les LGBTIQ. El año pasado las vimos movilizándose en las calles y adentro del Congreso, junto a los bloques mayoritarios de Cambiemos y el peronismo, incluido el FPV, boicoteando el derecho al aborto legal. También queriendo avanzar contra la Ley de Educación Sexual, en un país donde según la Secretaría de Salud de la Nación 9 de cada 10 nuevas infecciones por VIH/Sida se dan por relaciones sexuales sin protección y todos los indicadores muestran una tendencia ascendente de las infecciones de transmisión sexual. A tal punto que en las escuelas les pibes son los que organizan charlas y comisiones para tener acceso a la información sin la injerencia de las iglesias, a las que abre las puertas la ley sancionada bajo la gestión del kirchnerismo.
Los números en el presupuesto armado por el FMI, que impulsó el macrismo con el apoyo de esos partidos mayoritarios para este año, muestran su preocupación por la juventud y la diversidad sexual: se redujo un 19,7% en la entrega de preservativos en los centros de salud y un 14,7% en el área de salud sexual y reproductiva. Así preparó el terreno Cambiemos para ser la principal fuerza dispuesta en aportar votos celestes contra el aborto legal.
No contentos con esto, mientras recrudecen los ataques contra la comunidad por parte de las propias instituciones del Estado, como las fuerzas de seguridad y la justicia, para este viernes se espera la sentencia del caso de Mariana Gómez, que se encuentra procesada por besar a su novia en un espacio público en una causa armada por la policía de la ciudad. Un caso que se suma a los de Higui y Joe Lemonge, perseguidos por la justicia por defenderse ante ataques homolesbotransfóbicos.
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En las elecciones que se vienen las Iglesias están jugando fuerte. Junto a Amalia Granata, una de las principales voceras antiderecho, entraron en la legislatura de Santa Fe un ministro evangélico y amigos del Opus Dei. Sin embargo no es la única beneficiada con amigos de las Iglesias en sus listas, que también buscan ganar más peso en el Estado de la mano del peronismo.
Por dar algunos ejemplos, en Tucumán la lista Fernández-Fernández tiene como uno de sus grandes aliados a Manzur, que obligó a parir una nena de 11 años que había sido violada. En la provincia de Buenos Aires, la precandidata a vicegobernadora Verónica Magario, acaba de otorgarle al Vaticano y los evangélicos una SubSecretaría de Culto en La Matanza pasando a ser parte de la intendencia. En la lista en Capital se encuentra como precandidato a diputado Eduardo Valdés, un amigo de Bergoglio y ex-embajador de CFK en el Vaticano, que llegó a comparar la realización de un aborto con la represión policial para justificar su pañuelo celeste.
¿En qué nos beneficia a les que peleamos por el aborto, la educación sexual y los derechos de las mujeres y LGBTIQs que las Iglesias ganen más influencia en el Estado?
No es casualidad que en estas elecciones sea la del Frente de Izquierda Unidad la única lista que entre sus propuestas levanta la separación de la Iglesia del Estado, la educación sexual y el aborto, además de exigir el cupo laboral para las personas trans, el cese de los Códigos Convencionales y otras demandas que también son elementales. Siempre estuvimos del mismo lado, junto a les trabajadores, mujeres, jóvenes y LGBTIQs, peleando contra la Iglesia y los dinosaurios que quieren dividirnos con sus discursos reaccionarios, por la verdadera unidad que necesitamos para conquistar nuestros derechos y enfrentar el ajuste del FMI.
Por eso en nuestras listas hay activistas trans, jóvenes trabajadores LGBTIs precarizados, estudiantes como Guadalupe Oliverio, presidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, y Myriam Bregman, actual legisladora en CABA, reconocida luchadora por los derechos humanos y de las mujeres.
No queremos más travesticidios ni transfemicidios. Ante el ajuste que llevan adelante el FMI, Macri y los gobernadores, necesitamos medidas elementales como el cupo laboral trans! Por eso en este aniversario de la revuelta de Stonewall salimos a las calles, no nos resignamos a un futuro de miseria y discriminación.
Tomás Máscolo
Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.