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Red Internacional
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Juicio Brigadas. Memoria y rap: Malena D’Alessio declaró por la desaparición de su padre

La integrante del mítico grupo "Actitud María Marta" declaró por primera vez en un juicio de lesa humanidad por el secuestro de que sufrieron varios integrantes de su familia, incluida ella. La reconstrucción de la vida y militancia de José Luis, su padre, quien permanece desaparecido. El arte y la música como catarsis y denuncia.

Valeria Jasper

Valeria Jasper @ValeriaMachluk

Jueves 1ro de diciembre de 2022 22:01

Malena D´Alessio. Captura de pantalla. Transmisión La Retaguardia/Pulso Noticias

Malena D´Alessio. Captura de pantalla. Transmisión La Retaguardia/Pulso Noticias

José Luis D’Alessio tenía 28 años cuando fue secuestrado el 28 de enero de 1977 junto a otros integrantes de su familia entre ellos Malena, su hija de dos años. "El Bebe", como lo conocían, fue llevado al centro clandestino de detención conocido como Pozo de Quilmes. Nunca más se supo de él.

"Hasta los 16 años no pude hablar de mi papá. Luego pude abordarlo desde otros frentes de batalla, como el arte y la militancia, pero esta instancia de estar hablando en primera persona, contando mi historia, es emprender un viaje al corazón mismo del dolor, al núcleo del trauma y es lo que más me cuesta. Espero poder articular palabra, les pido paciencia" fue lo primero que pudo decir la hija de José Luis D´Alessio, al testimoniar el pasado martes ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, en el juicio que lleva adelante contra genocidas que actuaron en los Pozos de Quilmes, Banfield y Lanús.

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A lo largo del testimonio brindó detalles que pudo ir reconstruyendo sobre el secuestro y desaparación de su padre, el exilio familiar en Brasil y el retorno al país con la llegada de la democracia. “Me habían dicho que mejor no diga que era hija de un desaparecido. No había una prohibición de hablarlo pero no se hablaba mucho de mi papá, con excepción de mis abuelos que lo transitaron de una manera más natural y sana. Ellos hablaban, lloraban, me contaban. Me enseñaron a amarlo", admitió Malena.

La vida de un padre

Juntando pedacitos de historias, Malena pudo armar algo de la vida de su padre. Supo que en el colegio secundario tuvo sus primeros contactos con la militancia a través de un grupo de estudio. En la Universidad conoció a quien sería su compañera. Con la vuelta de Perón al país, la agrupación a la que pertenecía se incorporó a Montoneros y desarrolló su tarea militante en la zona norte del Gran Buenos Aires, vinculado al movimiento obrero y en particular con el Astillero Astarsa, participando en lo que fue la toma de la fábrica.

Según le relató su abuela Sofía Yessen, José Luis era una persona muy solidaria y comprometida con los suyos. "Él no se quiso ir del país porque tenía gente a su cargo y no los quería dejar en banda", manifestó su hija muy conmovida. Con la llegada del golpe, D´Alessio pasó a la clandestinidad. En enero del año 1977 fueron secuestrados José Luis y otros familiares. Según pudo saber por su tío Alfredo (también secuestrado aquel día), su padre estuvo en el Pozo de Quilmes. “No los busqués más y no preguntés por él”, le dijeron a Alfredo cuando fue liberado. "Mandale un beso a Malena", fueron la últimas palabras que Alfredo escuchó de su hermano.

"Contra la impunidad"

Malena pudo expresar en su declaración el “fuerte impacto” que implicó para ella haber entendido que los desaparecidos fueron torturados. "Un impacto en el cuerpo. Yo no concebía que hubieran torturado a mi papá", a lo que agregó que "no hay vez que sienta un dolor físico que no piense en lo que pudo haber pasado mi papá".

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La llegada de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, a las que definió como "una bomba atómica" fueron un antes y un después en la vida de Malena, quien ya se encontraba inmersa en el mundo de la música y la danza. "Sentí que algo tenía que hacer y la primera herramienta que tuve fue escribir una canción, en la que pude por primera vez expresarme y eso me empoderó mucho”. Así surgió la canción "Hijo de desaparecido" a la que consideró una catarsis. Al mismo tiempo daba batalla en el seno familiar porque sentía que no había acompañamiento en el deseo de justicia que ella tenía: "El manto de silencio en mi familia continuaba. Hoy me siento muy orgullosa de haber pertenecido a una generación que no acató ese mandato”, aseguró.

Para Malena, haber crecido "con la impunidad como telón de fondo" fue muy duro, sin embargo eso no la detuvo. Formó parte de la agrupación Hijos, en la comisión de escraches. A través de distintos homenajes, incluso la filmación de un documental, pudo visibilizar la historia de su padre; "rescatarla de las catacumbas del olvido" personal y familiar. Su testimonio como querellante, junto a otros integrantes de su familia “es una gran victoria". Parte de las últimas palabras estuvieron dedicadas a la reivindicación revolucionaria de toda aquella generación, exigiendo cárcel común, perpetua y efectiva para los responsables del genocidio.

"Hoy seguimos viendo al mundo patas para arriba, donde la desigualdad social sigue golpeando, donde la codicia de pocos sigue determinando la miseria de muchos, y donde el planeta pide a gritos un cambio de rumbo. Hoy los podemos a ellos, haciéndonos un guiño desde la historia, interpelándonos en nuestro presente, desafiándonos a construir ese futuro con el que ellos soñaron; donde ser feliz no sea un privilegio y valga la pena vivir".

El cierre fue con el grito de "Hijo de desaparecido", hoy más presente y fuerte que nunca.