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Red Internacional
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Mendoza. Mendoza: la crisis bajo la alfombra

Detalles de una jornada clave para la economía mendocina de los próximos años, es ley el endeudamiento de $5800 millones, fracturas en el PJ, la UCR comienza a gobernar y rechazo de la izquierda.

Enrique Jasid @EnriqueJasid

Jueves 1ro de octubre de 2015

Luego de idas y venidas, acuerdos y desacuerdos, en su tercer intento la legislatura dio el visto bueno para aprobar la denominada “Ley de Transición” acordada entre el gobernador (PJ) saliente Francisco Pérez y el electo (UCR) Alfredo Cornejo.

La semana fue tensa y estuvo al borde de abrir una crisis política de mayor envergadura poniendo en juego la transición ordenada que pretenden tener el peronismo y el radicalismo. Tal es así, que el propio Scioli tuvo que suspender su viaje a Mendoza.

El articulado, que sufrió modificaciones, prevee la autorización para endeudarse por al menos 5800 millones de pesos, la creación de Títulos que podrán actuar como cuasi monedas, y reducción de la planta estatal con un plan de moratoria para jubilaciones.
La mayor controversia se desató con el artículo dos, el cual establecía la autorización a endeudarse al próximo gobernador indefinidamente sin requerir la autorización de la legislatura, un verdadero cheque en blanco como denominaron algunos diputados.
Quienes centralmente se oponían a este artículo era el sector azul liderado por Tanús, Gimenez, Fadel y La Cámpora y por el otro los intendentes Miranda (candidato a diputado nacional por el FPV), Félix y Bermejo presionaban por la aprobación tal cual vino del ejecutivo.

Finalmente, el acuerdo fue que se autorice por dos años a Cornejo a tomar deuda sin inconsulta, aunque los diputados pejotistas en desacuerdo lo rechazaron y mostraron públicamente las fisuras en el partido de gobierno.

De esta forma la Cámara de Diputados aprobó el anteproyecto presentado por el ejecutivo para que algunas horas más tarde hagan lo propio sus pares Senadores en una sesión exprés de diez minutos donde la única voz que se escuchó fue la de Noelia Barbeito del FIT rechazándolo.

La disputa por el control del peronismo

Detrás de estas disidencias dentro del propio peronismo, está la pelea por quien liderará el Partido Justicialista en el próximo período.

El sillón de Rivadavia justicialista está en juego luego de la derrota en las elecciones provinciales y los realineamientos no tardaron en aparecer.

Algunos de los más críticos de este acuerdo señalaron que el bloque del FPV en la legislatura no va a tener poder de negociación con el radicalismo, ya que puede obtener créditos sin la necesidad de recurrir a la vía legislativa.

Dicen que el peronismo, donde conviven desde kirchneristas hasta duhaldistas, se dobla pero no se parte, aunque también la historia ha demostrado que resuelven sus internas a costa del pueblo trabajador. Los pases de facturas por esta votación no tardarán en llegar, como anticipó el propio presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Tanús, al identificar a los diputados que acompañaron el proyecto como “colaboradores de Cornejo”.

Quienes fueron rehenes de esta disputa son los trabajadores, que nuevamente vieron postergado el pago de salarios por supuesta falta de fondos, con un decreto trucho incluido del propio Pérez que presentó ante las autoridades del Banco Nación y con una carta de Cornejo a los mismos amenazando con acciones penales si concedían un préstamo por fuera de esta ley. Es decir que el Banco Nación, y ambos gobernadores usaron como ficha de negociación el sueldo de los empleados del Estado. Si hacían falta recursos, podría habérsele cobrado a los grandes deudores inmobiliarios que figuran en la página de la ATM que debe cientos de millones a la provincia, como el caso de Dalvian House S.A. que encabeza la lista.

¿Y ahora qué?

La transición y el endeudamiento ya es ley, ahora Cornejo y Pérez saldrán a buscar prestadores para obtener crédito. Próximamente debe debatirse el presupuesto del año 2016 en la Casa de las Leyes. Pero con esto ¿salimos de la crisis?

Para pensar la respuesta debe tenerse en cuenta la crisis económica internacional que ya golpea en Brasil, y tienen sus consecuencias en Argentina, como el pasado lunes negro en la bolsa de comercio.

Más bien la crisis se ha metido bajo la alfombra. Se patea para adelante con una nueva deuda y los partidos que han gobernado la provincia durante las últimas décadas son los responsables. Todavía seguimos pagando las deudas de los empresarios que fundieron el banco Mendoza, deudas que han pasado de privadas a públicas.

Los números en rojo de Mendoza se teñirán de azul por algunos meses, pero no se puede vivir de deudas. Una próxima crisis está a la vuelta de la esquina, y el próximo gobierno podrá ver transformarse estas crisis económicas y políticas (con fracturas en los partidos tradicionales inclusive) en verdaderas crisis sociales.

El PJ se va del gobierno con deuda, pero también sin haber resuelto ninguno de los problemas estructurales de la provincia. Tenemos uno de las más bajas inversiones en obra pública del país; hospitales y escuelas en condiciones edilicias paupérrimas, salarios por debajo de la media nacional, desfinanciamiento de la OSEP, 40% de trabajo precario. ¿A dónde han ido a parar los recursos de Mendoza?

La contracara son las ganancias millonarias de los grupos empresarios durante esta década, muchos de los cuales recibieron subsidios y beneficios impositivos. Por qué reducir Ingresos Brutos a las petroleras si la provincia no tiene plata ni para pagar los sueldos se puede preguntar cualquier persona con sentido común. En el mismo sentido, los grupos bodegueros, del cual es parte la candidata a diputada nacional de Cambiemos Susana Balbo, ahogan a los pequeños productores.

La UCR, que luego de lograr la aprobación de esta ley podemos decir que ya comenzó a gobernar, pretende repetir las mismas recetas.

El Frente de Izquierda y su postura

En la vereda de enfrente de estos acuerdos entre peronistas y radicales se ubicó el FIT que desde un primer momento salió al cruce de este “nuevo fraude contra el pueblo mendocino, otra vez se quiere meter la mano en bolsillo de los trabajadores”. Noelia Barbeito, senadora provincial, y la Diputada Soria, junto a Fresina y Dalmau denunciaron que estos políticos quieren “seguir fundiendo la provincia”.
Convencidos de que para salir de la crisis no hay que aceptar extorsiones, sino que plata y recursos hay, contrapusieron a este plan de endeudamiento a la afectación de las ganancias de los grandes empresarios y productores de la provincia.

Un programa que incluye impuestos progresivos a las grandes fortunas, el fin de los subsidios millonarios a las empresas, la estatización bajo control de los trabajadores de los servicios públicos y los recursos estratégicos como el petróleo, la prohibición de los despidos, la apertura de los libros de contabilidad de las empresas para que demuestren si tienen pérdidas o ganancias, un salario mínimo equivalente a la canasta familiar, el 82% móvil para los jubilados, terminar con los privilegios de la casta política y que todos los funcionarios cobren como una maestra, entre otros.
Claro está, explicaron, que esto debe ser parte de una economía nacional que incluya medidas como el monopolio del comercio exterior para evitar la fuga de capitales, o la creación de una banca estatal única que permita dar créditos baratos y terminar con la especulación financiera.

Nicolás Del Caño, el candidato a Presidente del FIT y actual Diputado por Mendoza señaló que “hoy Scioli, Macri y Massa nos proponen ajuste sobre el pueblo trabajador, nosotros planteamos que hay que ajustar a los ajustadores”.
A medida que avance el ajuste, irá creciendo la conflictividad social. Las luchas de los trabajadores de ALCO contra los despidos, de los estatales de la OSEP de Malargue contra el maltrato laboral, de los aceiteros de Gabutti en el Este, de los municipales de Luján, y las huelgas de la salud y estatales, son solo un pequeño anticipo. A las claras está quien se ubicará en cada lado, y por supuesto el FIT será parte, y se prepara para ello, del desarrollo de esta fuerza social que en las calles y con la movilización popular planteará que la crisis la paguen ellos, los que la generaron.