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Red Internacional
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ALEMANIA GOBIERNO. Merkel y Schulz renuevan la gran coalición endureciendo las políticas migratorias

Cuatro meses después de las elecciones, Merkel consigue el apoyo del Schulz para reeditar la gran coalición. Los militantes del SPD deberán aprobarlo en referéndum.

Miércoles 7 de febrero de 2018 16:22

Un documento de 177 páginas establece la plataforma para formar la coalición de gobierno que le permitirá a la canciller volver a gobernar. La Unión Cristiana (CDU) de Merkel, su ala bávara de la Unión Socialcristiana (CSU) y el SPD cerraron un pacto de gobierno que presentaron después de 24 horas de intensas negociaciones. Según Merkel, el pacto sienta las bases para un gobierno "estable" y que "muchos en el mundo esperan". Merkel será reelegida canciller por cuarta vez consecutiva.

El acuerdo deberá ser aprobado ahora por los 463.723 militantes socialdemócratas en una consulta, que se realizará el 4 de marzo. Martin Schulz viene haciendo una fuerte campaña al interior del partido para convencer a sus militantes de que se trata de "un muy buen acuerdo". Debe remar contra la resistencia de las juventudes del partido y el ala izquierda, que en el último Congreso se opusieron a la reedición del gobierno con los conservadores, que ha sumido en una debacle electoral al SPD.

La incertidumbre se mantiene hasta último momento, ya que desde principios de enero se han afiliado al SPD 24.339 personas, y no está claro cuántos de ellos lo han hecho para apoyar la campaña de las Juventudes del SPD en contra del acuerdo de gobierno.

Schulz presenta el acuerdo con Merkel como un triunfo del SPD, que habría logrado nuevas carteras ministeriales y la promesa de nuevas inversiones en educación, vivienda y otras áreas. A su vez, defiende que se trata de un proyecto europeísta, para reforzar la UE de la mano de Francia. Según Schulz, el acuerdo significará un "cambio de rumbo" en la política exterior, a favor de más Unión Europea. El ministerio de finanzas pasará a manos del SPD, mientras que Schulz ocuparía la cartera de Asuntos Exteriores.

Schulz había llegado a la campaña electoral prometiendo “renovar” el SPD después de varios años de caída persistente en las elecciones. Pero la “esperanza de cambio” duró lo que un suspiro. Cuando se conocieron los resultados electorales -el peor resultado histórico del SPD en las últimas décadas- Shultz aseguró que se rompía la gran coalición y que el partido pasaría a la oposición. Sin embargo, cuando los intentos de Merkel de formar una “coalición Jamaica” con los liberales y los verdes fracasaron, Schulz se ofreció como su “salvador” para evitar nuevas elecciones y brindar estabilidad al régimen alemán.

En el nuevo gabinete, el SPD mantendría seis del total de 14 ministerios, pero al ocupar Finanzas, logra una posición más fuerte dentro de la coalición. Esto no es producto de su fortaleza (no deja de caer en las encuestas aun ahora), sino de la debilidad de Merkel que necesita cerrar rápido un acuerdo de gobierno.

El otro cambio importante de posiciones en el gabinete se produce en el ministerio de Interior, que pasará a manos del ala más conservadora, la CDU de Bavaria, quienes defienden un endurecimiento de las políticas migratorias, y que están presionados por el ascenso imparable del partido de extrema derecha, Alternativa por Alemania. En el acuerdo se confirma su propuesta de que la llegada de refugiados no supere los 220.000 al año y se fijan límites a la reagrupación familiar, haciéndola más difícil para los inmigrantes.

Ahora Merkel espera poder encauzar el gobierno alemán y retomar la iniciativa en Europa (que estos meses se ha visto opacada por la incertidumbre en la formación de gobierno), pero para eso deberá todavía esperar a que los afiliados del SPD ratifiquen la decisión con su voto.