Los trabajadores de Scania, en São Bernardo, aceptan la propuesta de la empresa de aumento salarial por debajo de la inflación a cambio de la conservación de los puestos de trabajo. Metalúrgicos en Sorocaba realizan un acto en la ciudad contra los ajustes fiscales y por la definición de un reajuste salarial para el sector. Hay que unificar las luchas en curso para no perder derechos y garantizar conquistas.
Viernes 25 de septiembre de 2015
Las empresas vienen usando como chantaje permanente la crisis que afecta a la industria en el país, y en el sector automotriz en particular. En combinación con los ajustes garantizados por el gobierno de Dilma y el PT, que han permitido aprobar el Programa de Protección del Empleo (PPE, reducción de jornada con reducción salarial y aportes del Estado) en diversas empresas como ocurrió recientemente en Volkswagen y en Ford, la patronal ha amenazado con despedir para conseguir acuerdos favorables.
En Scania de São Bernardo do Campo, en el principal cordón industrial de Brasil, el ABC paulista, la patronal logró revisar el acuerdo colectivo de hace casi un año atrás, que preveía un reajuste del 12%, y aplicar un nuevo acuerdo desfavorable para los trabajadores con un nuevo índice de solo 5%. Con la inflación acumulada en 9,88%, significa directamente la pérdida salarial para los trabajadores. El acuerdo solo fue posible con el apoyo del sindicato, ligado a la CUT.
Alegando que la empresa preveía una nueva caída de la producción relativa a enero de 2016, la patronal dijo que reduciría la planta de trabajadores de inmediato y que para no despedir, habría que aceptar la reducción del índice de recomposición salarial. El acuerdo prevé la estabilidad en el empleo hasta agosto de 2016, pero la empresa ya dejó claro que puede volver a renegociar frente a nuevas caídas en la producción. En el fondo, no dio garantía de firma.
En Sorocaba, los metalúrgicos, también dirigidos por la CUT, realizaron un acto hoy iniciado en el distrito industrial y que cerró en el estacionamiento de la Municipalidad. Los trabajadores exigían la fijación del índice de reajuste salarial del sector que está con la fecha de paritarias vencida el 1 septiembre. Según el sindicato, cerca de 6 mil metalúrgicos participaron de la manifestación y después de finalizado el acto, a las 9h, volvieron a sus lugares de trabajo.
Las propuestas de las empresas tampoco cubren la inflación acumulada, por eso el acuerdo todavía no se cerró.
Ante tanto chantaje y ataques, de parte de los gobiernos y las patronales, es urgente unificar las luchas en curso en las automotrices y de los metalúrgicos en general para evitar nuevas derrotas y bloquear los despidos y amenazas. Históricamente, los Sindicatos de los metalúrgicos de Campinas, Baixada santista, São José dos Campos y Limeira, componen un bloque de oposición a los sindicatos dirigidos por la CUT en el estado. Es preciso que ese bloque unifique definitivamente sus campañas por aumentos salariales y bloquee inmediatamente los ataques como suspensiones (lay-off, que ya fueron aprobadas en General Motors de São José dos Campos) y PPE, y convoque a los metalúrgicos de las demás regiones, centralmente el ABC, para que rompan con la política entreguista de su dirección sindical (CUT) y bloqueen las reducciones salariales y quitas de derechos.