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Red Internacional
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Mundo Obrero. Mi primera vez en el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres

A continuación reproducimos algunas reflexiones de docentes de La Matanza, acerca de cómo las marcó viajar al Encuentro Nacional de Mujeres.

Lunes 8 de agosto de 2016

Con ellas queremos invitarte a ser parte de socializar cómo fue tu primera vez y prepararnos para este año viajar a Rosario, ser miles de mujeres que nos organicemos y hagamos de este encuentro un punto de inflexión en la lucha por nuestros derechos. Y si no lo hiciste podes tener tu primera vez con nosotras, viaja con Pan y Rosas.

Laura (preceptora en Rafael Castillo)

Mi primer viaje al encuentro nacional de mujeres fué en el 2006 en San Salvador de Jujuy; provincia donde nacen mis raíces y hacia la cual guardo un afecto especial. Invitada por amigas salimos con mucho entusiasmo de la Facultad de Ciencias sociales. Durante la noche, mientras esperábamos a las compañeras que se sumarían al viaje el entusiasmo crecía como fogata con más leños. Tras un viaje largo de aproximadamente 24 hs. comenzamos a ver los cerros y llegamos a la apertura del evento en la vieja estación.

Ya han pasado diez años de aquel día y no olvido la fascinación y sorpresa al encontrarme con tantas mujeres juntas. Un sentimiento de fraternidad me abrazaba; no me sentía más sola éramos muchas frente a la sociedad machista que con 30 años me había golpeado varias veces por el solo hecho de ser mujer.

Participé de talleres donde se debatían diferentes posturas tratando de sacar conclusiones sobre diversidad de género.Los talleres sobre aborto desbordaba, lo cual hizo imposible el acceso a los mismos. En ese momento para una provincia tan conservadora, era una irrupción la nuestra, mujeres por todos lados, trasladándose allí con un gran motivo, fraternidad y solidaridad. Fuimos muchas quienes nos acercamos a la cárcel a saludar a Romina. Romina Tejerina, quien tras haber sido víctima de una violación por parte de un vecino, había quedado embarazada de su abusador y por el solo hecho de decidir sobre su propio cuerpo y sus sentimientos se había producido un aborto, era ella quien estaba tras las rejas y no su victimario quien gozaba de plena libertad. Romina tenía dos condenas encima: una de una justicia injusta y otra de una sociedad también injusta que la culpaba con una cruz muy pesada.

Diez años ya. Y han pasado muchas cosas en mi vida. Una hija, dos abortos que aún duelen, uno espontáneo y otro retenido y la lucha constante por justicia para nosotras. Por derechos e igualdad, por ninguna Romina, por ninguna Belén, porque ninguna mujer más tenga que pasar por tanto dolor e injusticia este año estaremos marchando por las calles rosarinas, juntas nunca más solas.

Sandra (maestra en Virrey del Pino)

En el 2014 fue mi primer viaje al Encuentro de la Mujer, que se realizó en la provincia de Salta. Invitada por compañeras docentes viajamos hacia el norte. Todo fue incertidumbre, ansiedad por llegar y conocer todo aquello que me esperaba junto a otras mujeres de distintas provincias. Llegamos con tantas expectativas y querer participar de los talleres ya. Hubo varios, desbordaba homicidio y aborto. Me incline por femicidio, recuerdo un caso de una joven muerta en la frontera de Jujuy y Bolivia. Su madre relataba el hecho, el silencio y la atención de todas nosotras se adueñó por un instante del lugar. Las complicidades y la impunidad por parte del estado es tan común que la sociedad debe saber de las muertes de las mujeres, la mayoría son pobres. Y que muchas veces quedan, por eso mismo, sin esclarecer y lo peor en el olvido.

Ver tantas mujeres en las calles de Salta pidiendo justicia por esta joven fue impresionante, nunca había visto algo parecido. Fue tal mi asombro que la lucha invadió mi ser y decidí seguir concurriendo a los encuentros. Porque sentí que somos capaces de cambiar este mundo patriarcal por otro de libertad e igualdad. Somos muchas voces y unidas lograremos derrotar al patriarcado.

Melisa (profesora y preceptora en Laferrere)

Mi Primer Encuentro Nacional de Mujeres Se llevó a cabo en Mar del Plata en el 2015, lo hice junto a mis compañeras de Pan y Rosas. Esta decisión la tomé siendo madre, ya que sentí la necesidad de empezar a luchar más activamente. Obviamente que desde que soy madre, los prejuicios a los que fui sometida por el hecho de militar se intensificaron, conceptos dentro de mi entorno fueron creciendo: "mira que ahora sos madre y lo tenes que cuidar", "te vas a tener que tranquilizar porque ya sos madre", "la lucha ya no es para vos, quedate tranqui en casa a cuidar a tu hijo", " ahora que salga a pelear otro, vos ya sos madre", "dejate de joder y quedate en tu casa". Dichos de este tenor fueron replicados desde mi embarazo hasta el día de hoy dentro de mi círculo. Fue así, que tomé la decisión de romper con mi crianza patriarcal y sus prejuicios (de la cual ya venía extinto en mi formación de adulta) y tome la iniciativa de llevar a mi hijo de tres años al encuentro. Fue una de las experiencias que me lleva hasta las lágrimas de alegría cada vez que la recuerdo, el poder compartirla con él me demostró que debo luchar aún más, que poseo un compromiso vital con él y con toda su generación. Que debemos hacer extensiva esta bandera, la que reivindica la lucha por nuestros derechos, el derecho de decisión sobre nuestro cuerpo y destino. Poder alzar la voz a favor del derecho al aborto seguro y gratuito con mi hijo en brazos, fue para mí sentir, que reivindico inclusive aún más, una maternidad libre y una crianza para los niños llena de amor, conciencia y protección. En sí, es un canto a la vida. Como lo dice nuestro himno del corazón " Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres
Ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos maternalmente otra vez
Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte
Los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos
¡Dennos pan, pero también dennos rosas!”

Miriam (preceptora y maestra en Laferrere)

MI primer encuentro nacional de mujeres fue en san juan. Viaje con Pan y Rosas. Fue un desafío en mi vida, me acerqué al PTS principios de ese mismo año. Viaje junto a una amiga, estudiantes y docentes de la matanza. Conocí en ese encuentro a las compañeras de Donnelley, Andrea D’ atri y Nicolás del Caño que nos acompañó a todos lados. También estuvieron presentes compañeras de Chile que vinieron especialmente a dejar su solidaridad.

En las comisiones debatimos sobre casos desgarradores sobre violencia de género, trata de personas y muchas muertes que se lleva el aborto clandestino. Cómo repercute todo esto en nuestra sociedad y si es en los encuentros donde se puede visualizar, además de organizar marchas y asambleas en lugares de trabajo y estudio. Feliz de poder concurrir este año al XXXI rosario. Hay q organizar la fuerza de las mujeres de todo el país. Luchar por nuestros derechos que venimos exigiendo ya en doce años del kirchnerismo y ahora con el gobierno de Macri. Este 2016 hay que seguir resistiendo, haciendo oír nuestras voces a favor de la despenalización del aborto y libertad para Belén!