Chelo, una de las miles de trabajadoras en primera línea. Ella en una residencia de mayores de Zaragoza. Nos cuenta como la profesionalidad del personal contrasta con la desidia de las administraciones.
Martes 7 de abril de 2020
Trabajo en una residencia de ancianos, y ante todo, quiero reconocer la labor siempre impecable, que por parte de todo el personal del centro, se está haciendo para garantizar el bienestar de nuestros mayores. Nunca faltan las sonrisas, las caricias y todo tipo de cuidados, los que ellos necesitan.
La generosidad de este colectivo, siempre dispuesto a colaborar en lo que la situación lo requiera, es digna de destacar. Las familias confían, pues conocen como funciona nuestro personal. Hasta el día de hoy, hemos mantenido nuestro centro, al margen del terrible virus, gracias a las medidas tomadas, y la disciplina, que nuestros mayores, han aceptado llevar, aquí todos hemos puesto de nuestra parte.
Si en algún momento, vimos amenazada nuestra integridad, ha sido por parte del exterior, cuando se dió de alta a un residente , y nos llegó al centro sin realizarse la prueba de Covid 19, que más adelante, dió positivo, actuación reiterada posteriormente, en más de un caso.
Gracias a nuestra rápida reacción, y aumentando las medidas, hemos conseguido, que no afecte, hasta hoy, al centro. Consideramos, que ante la alarma que generan las residencias de ancianos, habría que tomar, ante este tipo de situaciones, otras medidas. Como diría cualquiera de nuestro queridos usuarios: No se puede soltar al zorro, en un corral de gallinas.