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Red Internacional
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Testimonio. Mi segunda semana en la Universidad de La Matanza

Luego de la primera nota, los estudiantes de Unlam abrimos debates en las redes sociales y las cursadas marcando nuestros distintos puntos de vista.

Martes 16 de agosto de 2016 12:30

A partir de la primera nota: "Mi primera semana en la Unlam", las cursadas y grupos de Facebook de estudiantes de la Unlam fueron escenario de debates.

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Entre ese intercambio de posiciones surgieron dudas casi masivas y algunas afirmaciones también: “¿A qué te referis con ingreso irrestricto?, “Todos los posgrados de todas las universidades son pagos”, “El pago del curso de ingreso no es tan elevado” “¿Qué queres lograr?”. Entonces decidí usar esta segunda nota para esclarecer y profundizar los objetivos, afirmaciones y dudas planteadas.

En defensa de la educación pública opino que todos tenemos derecho a obtener educación superior, gratuita y de calidad. Cuando hablo de ingreso irrestricto, hablo de un sistema nivelador o introductorio que elimine definitivamente los cupos, que garantice el libre ingreso de los estudiantes a la universidad y la supresión de los aranceles, dando así la oportunidad a todo aquel que quiera estudiar y no solo a aquel que tuvo la suerte de poder obtener una mejor educación que la que recibimos los alumnos de las escuelas primarias y secundarias de Buenos Aires, las cuales cuentan con programas de muy baja calidad educacional y una gran crisis estructural. Para mejorar la educación pública podrían usarse los miles de pesos en subsidios a la educación privada para tener más y mejores escuelas y con docentes que cobren el sueldo que les corresponde, por ejemplo. Por eso estamos a favor de la autonomía universitaria pero no de que las autoridades de la misma decidan qué porcentaje tiene derecho a educarse o no, porque son ellos/as los/as que deciden priorizar que exista una escuela de policías, que son mismos que nos reprimen y criminalizan día a día, cuando el mismo espacio podría utilizarse para abrir nuevas cursadas. Esta sociedad impulsa a miles de jóvenes sin recursos a trabajar precarizados, convertirse en un ni-ni o entrar a la Policía porque reciben una beca mensual, dinero que debería destinarse para otorgar becas a todo aquel que la necesite para estudiar lo que desee. Esas posibilidades nos son negadas a los que decidimos ser aspirantes a médicos, abogados, politólogos, ingenieros, trabajadores sociales, periodistas, etc. pero no solo no nos brindan esas posibilidades a nosotros sino privan el acceso a la educación pública a los miles de pibes que no pueden ingresar por la restricción meritocrática, por ser hijos de trabajadores que viven en las barriadas, como yo, y que nos enfrentamos todos los días a las limitaciones y presiones del sistema, a aquellos que no pueden bancar el carácter de pago de un curso de ingreso porque sus viejos laburan en negro y tener $300 es todo un logro.

Las universidades públicas como la UNLaM deben financiarse desde el Estado (el 10% del PBI para el presupuesto universitario) y no contar con convenios empresariales o a costa del pago de cuotas de sus estudiantes, como pasa por ejemplo con las 17 tecnicaturas pagas, con el curso de ingreso, o con los posgrados que son todos pagos como muchos me dijeron pero no deben serlo. Este mismo cuatrimestre La tecnicatura de Sonido y Grabación por decisión de las autoridades de la UNLaM estuvo a punto de ser arancelada y gracias a los rápidos reclamos y organización de los estudiantes y docentes, quienes denunciaron una mala gestión, las autoridades no pudieron lograr el arancelamiento. ¡800 estudiantes se hubiesen quedado sin la posibilidad de estudiar la carrera que eligieron por no poder pagar!. Esos estudiantes fueron conscientes que si ellos y sus docentes no se movilizaban nadie lo haría por ellos. Defendieron su educación.

Por otra parte la universidad cuenta con 269 convenios con empresas, los cuales precarizan a los estudiantes con sueldos que cínicamente alcanzan para solventar sus estudios mientras que la universidad se llena de plata. Esas pasantías las administra nada más ni nada menos que la Liga Federal Universitaria, como por ejemplo el miércoles 23 de junio cuando Microempresas del Banco Provincia, actualmente dirigido por Jorge Macri, recolectó curriculums en la UNLaM por incitativa del centro de estudiantes. ¿Sabías que ese mismo día los estudiantes de medicina habían planificado una actividad en su semana de integración y no les permitieron hacerla? ¿Quien decide que en el espacio de la universidad pública sea prioridad una empresa privada? A mi entender nuestro conocimiento y nuestra educación debería ponerse en función de aportar a los trabajadores, a los de abajo, y no de las empresas.

Listado de empresas que han firmado convenios con la UNLaM:

Desde mi lugar de ingresante la que no tiene ni voz ni voto para la institución y las autoridades y la que al igual que todos ustedes quiere contar con la posibilidad de estudiar, les propongo replantearnos juntos que educación necesitamos y deseamos. Que seamos partícipes de la lucha por el movimiento estudiantil en defensa de la educación pública, que denunciemos las injusticias y que tengamos una libre organización, solidarizándonos con nuestros docentes en su lucha contra la precarización laboral y los despidos. El avance sobre nuestra educación es cada vez mayor y no podemos seguir naturalizandolo. Por eso quiero invitarlos una vez más a que ustedes también puedan cuestionar y plasmar su pensamiento con total libertad de expresión, siendo parte de este organizador colectivo, que es nuestro medio para la resistencia.