En un acto en Esteban Echeverría, el gobernador destacó que se “está cambiando la concepción” con que se aborda la seguridad. ¿Cuáles son los cambios? El clásico de todos los gobiernos, más presupuesto para la represión.

Rosa D’Alesio @rosaquiara
Miércoles 28 de octubre de 2020 21:39
La entrega de 60 patrulleros y 300 cámaras de seguridad, se realizó durante un acto en el que, además del mandatario provincial, estuvieron presentes el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
En el distrito donde una y otra vez reprimieron a los trabajadores de Cresta Roja, donde los crímenes por violencia policial no cesan, Axel Kicillof uso un clásico de todos los gobernantes, hablar de la inseguridad para justificar poner más policías en la calle.
[Grave] Esteban Echeverría: el municipio convoca a retirados de las fuerzas seguridad
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La propuesta del mandatario, ante la crisis social -falta de empleo y viviendas- es "transformar la seguridad". ¿En qué consiste? La respuesta la otorga el gobernador: “En el mes de septiembre presentamos junto al Presidente un plan integral de seguridad que tiene varios elementos, uno de ellos vinculado a la inyección de fondos para la adquisición de patrulleros”, recordó.
Kicillof añadió que "este nuevo abordaje incluye también la incorporación de 10.000 nuevos agentes y la reorganización respecto a las formas en que se utiliza el equipamiento y se brinda seguridad en los 135 municipios”.
¿Qué tiene de distinto este abordaje? es la misma receta que aplican año tras años todos los gobiernos, mientras los padres de los jóvenes asesinados por el gatillo fácil esperan, además de justicia, no escuchar que otro pibe es asesinado por fuerzas represivas.
Nueva movilización contra los abusos policiales en Esteban Echeverría
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En tanto el gobernador bonaerense jamás se ha pronunciado por estas familias que no encuentran consuelo. Desde que empezó la cuarentena, los casos de gatillo fácil aumentaron en todo el país. En la provincia de Buenos Aires, además, la Policía Bonaerense es la principal sospechada de desaparecer y asesinar a Facundo Castro.
Esa fuerza, desde el comienzo de la crisis sanitaria, contó con el respaldo político para que “ejerzan” como consideren el control de la calle. Pronto se vio que habían aumentando su violencia contra los sectores más vulnerables.
Sin embargo, entraron en el pelotón de los esenciales. Sí, junto a médico y enfermeros. Por eso La Bonaerense fue por lo que consideró que le correspondía y reclamó la “paritaria 9 mm”. Alberto Fernández y Axel Kicillof no se demoraron en otorgarles lo que reclamaban.
Sabían que no podían escatimar en gastos para la represión, cuando el Frente de Todos está dispuesto a pasar el ajuste que reclama el FMI y desalojar todos los predios ocupadas por familias que no tienen una vivienda.
Es en este momento que despierta mayor indignación el discurso del gobernador de la provincia de Buenos Aires, pronunciado en el acto de entrega de 60 patrulleros, 300 cámaras de vigilancia y domos 360° al municipio de Esteban Echeverría.
Porque en estos días, 1.500 familias que ocupan predios en la localidad de Guernica, que viven en condiciones de precariedad absoluta, son amenazadas de desalojo. Más de 4.000 personas sufren todo los días el hostigamiento de los funcionarios del gobierno.
Las reformas profundas, de las que habla Kicillof, no es un plan de vivienda para todos los bonaerense que tiene problemas habitacionales, tampoco es ver cómo solucionar la falta de empleo. Sino, por el contrario, buscan aplicar a rajatabla el control social sobre los sectores arrojados a la miseria.
La marca de la gorra: sigue la crisis que abrió la protesta policial
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Con mayor fuerza desde la crisis del 2001, que dejó millones en la pobreza, una y otra vez vemos al poder político y mediático lanzar campañas sobre la inseguridad, para incrementar el poder de las fuerzas represivas en lo que llaman “combate a la inseguridad”. No solo esto, sino que el fortalecimiento del sistema penal y el incremento de las “cárceles de la miseria” se han incrementado.
Este plan encuentra continuidad en el gobierno de Axel Kicillof. En medio de la crisis habitacional, que se demuestra con toda crudeza en Guernica, envío a la Legislatura bonaerense un proyecto para declarar de utilidad pública y expropiar terrenos en Quilmes, Merlo, Moreno y La Matanza para construir nuevas cárceles. Una salida punitiva para la crisis de miles de familias que se quedaron sin empleo y, en consecuencia, sin vivienda.
La medida es parte del Plan de Seguridad anunciado en septiembre y está enmarcada en la construcción de 12 unidades carcelarias y refacciones en otras ya existentes. Además, la Provincia de Buenos Aires incorporará 10.000 nuevos agentes a la Policía Bonaerense. Con lo que la Policía Bonaerense pasará a tener un ejército de 104.000 hombres. A esto hay que sumar 4.000 agentes de fuerzas federales. Lo que equivale a 1.000 uniformados cada 100.000 habitantes, lo que convierte a la provincia con más proporción de efectivos en las calles del mundo. Muy superior, incluso, de los 300 que recomienda la Oficina de las Naciones Unidas.
Las prioridades del gobierno de Axel Kicillof son claras, destinar recursos económicos para la construcción de cárceles, mientras en Guernica esperan una respuesta confiable, y no las trampas que vienen sufriendo desde hace más de dos meses.
A pesar de la crisis habitacional, Kicillof expropia terrenos para cárceles, no para viviendas
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Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.