Este lunes en Casa Rosada, el empresario Madanes Quintanilla avanzó el avance de la etapa V del Parque Eólico Aluar, ubicado en Puerto Madryn. Mientras llora una crisis que no existe, anuncia inversiones de más de 700 millones de dólares con ayuda estatal. En el primer trimestre de este año ganó 105 mil millones de pesos. Te contamos de dónde saca la plata.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Miércoles 4 de septiembre 10:35
En el despacho de la Casa Rosada sonríen tres hombres de traje. Uno es el presidente de Aluar, Javier Madanes Quintanilla. Lo acompañan el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. ¿Cuál es el que manda? Ya lo veremos.
La reunión fue para promocionar la nueva etapa de uno de los negocios más grandes del Grupo Madanes. Así lo anunciaron los medios al día siguiente: “Aluar invierte u$s700 millones en parque eólico del tamaño de CABA”.
En realidad es la V etapa de un proyecto que empezó hace varios años. Pero Madanes va ampliándolo en base a sus ganancias y los pactos con los sucesivos gobiernos. Según los diarios, tendrá una potencia instalada de 582 MW, equivalente al consumo de 600.000 hogares. Para eso sumará 56 nuevos generadores y ocupará una superficie de 200 kilómetros cuadrados (la Ciudad de Buenos Aires tiene 203 km2).
Un monstruo, que potenciará la producción de aluminio, que le permitió a Aluar ganar 105 mil millones de pesos solo en el primer trimestre de este año, con una rentabilidad extraordinaria gracias a la fórmula de inflación + devaluación.
Una historia con mucho humo
Madanes está contento. No solo porque es cada vez más millonario. Sino porque festejará los 50 años de Aluar con el nuevo negocio.
El comunicado difundido a la prensa es “conmovedor”. “Madanes Quintanilla - repiten los medios - recuerda que la construcción de la planta requirió esfuerzos extraordinarios: la construcción de una represa hidroeléctrica sobre el Río Futaleufú, el tendido de alta tensión que transporta esa energía desde la Cordillera hasta la Costa Atlántica y la creación de un puerto de aguas profundas en Puerto Madryn".
Es todo mentira. En realidad la familia Madanes se quedó con Aluar gracias a un pacto con la dictadura de Agustín Lanusse. La familia invirtió en la construcción de la planta de Madryn 10 millones de dólares. El Estado, en cambio, puso 450 millones si sumamos el puerto de aguas profundas, la hidroeléctrica Futaleufú, las líneas energéticas y un acueducto hasta la fábrica, que le permitieron electricidad y agua gratis.
Los Madanes aprovecharon ese millonario complejo para convertirse en uno de los grupos empresarios más poderosos del país. No fueron solo los favores empresarios. También la explotación de los obreros metalúrgicos, que llegaron a ser más de 5000.
Los amigos del Jefe
En el evento, el gobernador Torres contó que está avanzando en la “extensión de un programa de alivio fiscal” para estas empresas. El gobierno los ha favorecido con varias leyes desde que asumió.
Pero no es una idea “de la derecha”.
Hace 3 años hubo una foto similar. La única diferencia era que tenían barbijo, porque había empezado la pandemia. Sin embargo, Aluar seguía produciendo mientras sus obreros se enfermaban.
En ese momento los anfitriones eran Alberto Fernández, Darío Martínez (Secretario de Energía) y Martín Kulfas (Ministro de Producción). Martínez contó que “el Gobierno nacional ha tomado la decisión de garantizarle a Aluar el precio de la energía para que pueda ser competitiva, aumentar su producción”. Kulfas agregó que “vamos a fortalecer la cadena productiva del aluminio con líneas a tasa subsidiada para las pymes que integran esa cadena de producción y precios competitivos”.
Los gobiernos pasan, los dueños del poder quedan.
Está claro quién es el Jefe.
Un humo con mucha historia
Madanes repite en los medios que el objetivo del Parque es “reducir aún más las emisiones de CO2 a la atmósfera”.
Lo que hace el Jefe se llama greenwashing, una especie de “marketing verde” que busca crear una imagen, ilusoria, de responsabilidad ecológica.
En realidad Aluar está acusado por contaminar barrios de Madryn y enfermar a sus obreros. La planta libera al aire el exceso de fluor, un gas perjudicial para la salud de los seres humanos. Provoca una enfermedad en los huesos llamada osteopenia, pero también se investigan casos de fluorosis: “los huesos se vuelven frágiles y quebradizos. En sus manifestaciones más graves, la fluorosis esquelética es muy invalidante: los ligamentos se calcifican, se pierde masa ósea y surgen los problemas neurológicos por la compresión de la médula”.
Además las asambleas ambientales han hecho denuncias de los derrames de lumina, mineral con el que se hace el aluminio. En las inmediaciones del muelle de Aluar, el agua aparece muchas veces plateada.
El chantaje de FATE, confirmado
Los nuevos negocios millonarios de Madanes confirman toda la mentira de la crisis que lo obligaría a despedir trabajadores de su planta de neumáticos y cambiarles el régimen de trabajo.
Aluar y Fate son parte del mismo grupo empresario. Madanes no solo ganó 192 millones de dólares con Fate, que reinvirtió en sus negocios o fugó (como fue descubierto en los Panamá Papers). También sigue recibiendo beneficios del Estado y amasando fortunas por todas las ventanillas.
Más razones para apoyar la lucha del SUTNA y los obreros del neumático.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.
