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Red Internacional
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DÍA DE LA MADRE. Migrantes: una amarga celebración del Día de las Madres

Separadas por la malla metálica entre México y Estados Unidos, madres e hijos de migrantes celebraron simultáneamente este 10 de mayo en ambos lados de la frontera.

Miércoles 11 de mayo de 2016

El muro fronterizo que separa a Tijuana (México) y San Diego (Estados Unidos), fue el escenario para una amarga celebración con motivo del “Día de las madres”. Separadas físicamente pero unidas en alma y corazón con sus hijos e hijas, madres migrantes vivieron una vez más la esperanza y angustia de estar tan cerca y tan lejos de sus seres queridos.

La acción binacional se llevó a cabo en el Parque la Amistad en Tijuana, el marco de las celebraciones por el “Día de la Madre” en México. Fue organizada por el grupo DREAMers Moms, integrado por madres deportadas que luchan por una reforma migratoria en Estados Unidos que les permita reencontrarse con sus hijos.

La escena del 10 de mayo en la frontera fue desoladora, indignante. En territorio mexicano: madres que llevan años de no ver a sus hijos, enviando abrazos y besos desesperados a través del muro metálico. Del lado estadounidense: hijos suplicando a sus madres que regresen a ellos, luego de haber sido violentamente separados mediante órdenes de deportación. Todo bajo la vigilancia estricta y despiadada de agentes de la patrulla fronteriza.

Con Obama, millones de familias devastadas por políticas racistas

La situación que se vive en ambos lados de la frontera es realmente dramática. Son miles, millones las familias de migrantes que en los últimos años ha sido inhumanamente separadas por las redadas del gobierno y las órdenes masivas de deportación.

En los últimos cinco años aumentó el número de madres deportadas de Estados Unidos. Así lo afirman activistas de la Casa Madre Asunta, un refugio en Tijuana que han recibido a más de 800 migrantes tan sólo en lo que va del 2016. Madres que viven con la angustia de no estar sus hijos. Niñas y niños que crecen con el trauma de haber sido separados de su madre y con el temor de ser también deportados.

Según datos de la organización hispana Consejo Nacional de La Raza, 4.5 millones de niños y jóvenes corren el riesgo de quedar desamparados, pues tienen uno o ambos padres con estancia ilegal en Estados Unidos.

Esta terrible situación es resultado de las políticas migratorias por parte del gobierno de Estado Unidos. A pesar de sus promesas de campaña para la comunidad latina, Barack Obama deportó a más de 2.8 millones de migrantes indocumentados durante su gestión presidencial, al tiempo que fomentó la industria de las deportaciones.

Libre tránsito de mercancías, deportaciones para personas

Actualmente millones de familias migrantes en Estados Unidos, viven el drama de las deportaciones masivas debido al endurecimiento de las políticas migratorias. En contraste, a diario pasan sin mayor inconveniente por la frontera con México, millones de productos y mercancías de todo tipo.

Mientras los gobiernos de México y Estados Unidos celebran canallamente el “Día de las Madres”, a diario miles de ellas y sus familias son separadas violentamente, bajo el argumento de representar una “amenaza para la seguridad nacional”. Sin embargo, son estas personas “ilegales” las que impulsan la inestable economía estadounidense, al nutrir por miles los trabajos más precarios y con salarios muy por debajo del promedio nacional.

Esta situación revela el rostro cruel del capitalismo en nuestros días. Vivimos bajo el yugo de un sistema económico y político que fomenta el libre tránsito de mercancías, al mismo tiempo que criminaliza la migración humana, levanta muros infames y militariza las fronteras de los países.

Para luchar contra las infamias cometidas contra las comunidades migrantes, urge la alianza con otro sectores en lucha, como las y los trabajadores que luchan por un salario mínimo de 15 dólares la hora y la comunidad afroamericana que lucha contra la violencia racial y policial. Sólo mediante la firme unidad internacionalista de trabajadores de ambos lados de la frontera, podremos terminar con el drama de las deportaciones masivas y alcanzar plenos derechos sociales, políticos y sindicales para la comunidad migrante.