Esto muestra de cuerpo entero a los frente-amplistas, quienes mientras ahora están en un pacto junto al PC y otras colectividades, están ya abiertos a un pacto o alianzas con la vieja Concertación. Son más de lo mismo y en sus alianzas con el “progresismo” solo nos llevarán a nuevas frustraciones.
Lunes 18 de enero de 2021
En una entrevista para el diario La Tercera, el referente de Revolución Democrática, uno de los partidos principales del Frente Amplio, se abrió a la posibilidad de una primaria e incluso una cierta alianza con el bacheletismo, y a través de ellos, a la vieja Concertación (Unidad Constituyente).
Esto muestra de cuerpo entero a los frente-amplistas, quienes mientras ahora están en un pacto junto al PC y otras colectividades, están ya abiertos a un pacto o alianzas con la vieja Concertación. Son más de lo mismo y en sus alianzas con el “progresismo” solo nos llevarán a nuevas frustraciones.
Como se dice popularmente, Crispi le "prendió varias velas" a la candidata de la centro-izquierda. Señaló que “sí valoro enormemente la irrupción de Paula Narváez, sobre todo porque ha hecho un aterrizaje muy convocante y llamando a reparar algo que ha sido muy problemático para la oposición, que es la posibilidad de construir unidad en función de un proyecto. Y si Paula Narváez viene a colaborar en ese fin, bienvenida sea.” (…) “esta disposición a conversar posibilita una conversación de nuestro sector con lo que hoy es Unidad Constituyente (…). Con Paula Narváez es más posible una conversación política de futuro.” (…) “Con su candidatura me es más fácil imaginar una conversación de nuestro sector y una Unidad Constituyente liderada por su figura.”
Pero Paula Narváez es la candidata impuesta de Bachelet que busca re articular, a través del “bacheletismo” (tendencia que cruza en varios partidos de la vieja Concertación) un intento de llegar nuevamente al poder renovando a la vieja centro-izquierda con nuevos rostros para la vieja política de co-gobernar con la derecha y hacer cambios cosméticos para que todo siga igual, todas las herencias de la dictadura que ellos ayudaron a consolidar y contra la cual fue la rebelión popular.
El legado del “bacheletismo” son obreros y mapuche asesinatos, como Nelson Quichillao, Rodrigo Cisternas o Alex Lemún. Son los gobiernos de las alianzas con la derecha y que mantuvo las medidas neoliberales de la dictadura. Pero es también la “audacia” concertacionista, de poner un nuevo rostro para hacer guiños al mundo del frente amplio y del PC, y de esa forma, engañar mejor al pueblo.
Ya esa posibilidad de “primarias comunes” la había explorado también Daniel Jadue en una entrevista en el programa Estado Nacional de TVN. No sería raro que también estuvieran dispuestos a esas alianzas, pues el PC fue parte del segundo gobierno de Bachelet con ministros incluido.
Bachelet y su círculo son falsos amigos del pueblo. Ninguna alternativa para las y los trabajadores provendrán de alianzas con estos viejos dinosaurios con rostros amables.