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Red Internacional
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PEDAGOGÍA / OPINIÓN. Miguel Soler Roca y los programas escolares I

Agradecemos a los compañeros de Reactiva Contenidos por compartir el material audiovisual de su programa sobre Educación "A la olla con los grillos", programa emitido por Radioactiva FM 102.5; en la que participa nuestro compañero columnista de La Izquierda Diario Uruguay, Matías Matonte.

Miércoles 25 de abril de 2018

En 1984, fruto del exilio del maestro uruguayo Miguel Soler Rocca, se publicaba en Barcelona su libro Uruguay: Análisis crítico de programas escolares de 1949, 1957 y 1979. Libro fundamental para entender el devenir del proceso del sistema educativo uruguayo en general, y la escuela pública en particular en el período histórico comprendido por el Uruguay de la posguerra y el neobatllismo hasta la dictadura cívico-militar.

Además de analizar cuarenta años de vida intelectual y praxis social del movimiento pedagógico y magisterial del país, en su texto Rocca nos ofrece una visión científica, pero militante, de las consecuencias pedagógicas, ideológicas y políticas del proceso de la dictadura en el terreno de la educación y la escuela pública.

Programa de 1949: Síntesis de la pedagogía rural

El programa de 1949 representa la más acabada síntesis de la teoría pedagógica y la experiencia didáctica acerca de la cuestión de la enseñanza primaria en el medio rural, en Uruguay.

Un proceso que antes de su sistematización en el programa del 49 tuvo algunos hitos importantes, que componen algunos de los capítulos más edificantes de la historia de la educación uruguaya, entre ellos la obra teórica y la experiencia pedagógica de Agustín Ferreiro y su proyecto de Escuelas-Granjas, la elaboración teórica de Julio Castro y las misiones socio-pedagógicas, el nacimiento de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) y la instancia de discusión y decisión democrática del Congreso de Piriápolis en 1949.

Proceso de discusión, debate y concreción programática de la cual Soler fue activo militante en su construcción y defensa, y que luego del programa de 1949, continuó consecuentemente en iniciativas de honda sensibilidad social como el proyecto del Núcleo Experimental La Mina.

Programa de 1957: Reactualización y previsión

Por otra parte el programa de 1957 tuvo como tarea fundamental reactualizar las perspectivas para la educación en el medio urbano, su elaboración fue fruto de una profunda discusión democrática de los diferentes actores sociales y políticos implicados en el proceso: los intelectuales y pedagogos más notables, los sindicatos y gremios de la educación, vanguardizados por los maestros y docentes.

Ambos programas, tanto el de 1949 como el de 1957 son expresión de la consolidación de una fuerte tradición intelectual en el país: la pedagógica, que a través de una fusión de teórica y práctica en el campo educativo, forjaron un espacio no sólo de disputa ideológica de los sectores subalternos del país (la clase obrera y los trabajadores rurales) sino de lucha de clases y lucha política.

Articulando una dialéctica compleja: por un lado exigiendo al Estado la concreción de los proyectos más progresivos para la escuela pública preservando la autonomía y la independencia no sólo técnica-pedagógica, sino política; y por otro lado defendiendo activamente las pocas conquistas y realizaciones efectivas en el plano de las instituciones.

A partir de 1959 con la victoria electoral del Partido Nacional, empieza el ataque sistemático de las clases dominantes a la educación de los hijos de los trabajadores, desmantelando lo más progresivo de la educación en el medio rural, al mismo tiempo que se firmaba la primera carta de intención con el Fondo Monetario Internacional.

Programa de 1979: La Dictadura y su campaña de tierra arrasada

Si la dictadura aplastó el ascenso obrero y popular que tuvo como cumbre heroica la huelga general de 1973, liquidando los mejores elementos de la vanguardia proletaria, otro tanto hizo en el campo de la educación, generando un profundo retroceso de las conquistas ideológicas, pedagógicas y políticas alcanzadas en más de cuarenta años de debate, organización y lucha de maestros, docentes e intelectuales.

En este sentido la significación del programa de 1979 resulta clara, fue la decidida campaña de tierra arrasada intelectual de la dictadura, llevada adelante sobre la base del desfinanciamiento de la educación pública, la expulsión de miles de los mejores docentes del país y su sustitución por burócratas militares o civiles cómplices del régimen, la represión de los mejores pedagogos en el caso del asesinato de Julio Castro, y el exilio de muchos otros, como el ejemplo de Miguel Soler, e incluso la proscripción y el auto-exilio de Jesualdo Sosa.

El programa de 1979 por otra parte no se basó en la discusión democrática sino en la imposición autoritaria y burocrática de la dictadura, ni tampoco se apoyó en la vanguardia magisterial y pedagógica del país, sino precisamente en su aniquilamiento; cómo señala Soler: si en los programas del 49 y el 57 era pública la participación de los mejores docentes del Uruguay, en el de 1979 los autores "no dan la cara".

De aquellos barros estos lodos

Es imposible entender los últimos treinta años de neoliberalismo en la educación, sin dar cuenta del trabajo previo de la dictadura en socavar y fragmentar estructural y superestructuralmente la unidad ideológico-pedagógica de la escuela uruguaya.

Son tiempos en que las decisiones en materia de educación corresponden a quienes tienen las armas; a quienes poseen el saber y la experiencia no les queda más que el acatamiento o el alejamiento de la escuela. Justamente los nuevos programas son impuestos cuando los servicios educativos técnicos ya han sido desmantelados, cuando los mejores educadores han resultado víctimas de la represión, cuando el terror que impera en toda la vida nacional ha hecho también entrada en la escuela  [1]

Si en tiempos de dictadura quienes tenían las armas decidían en materia educativa, en el presente neoliberal e incluso posneoliberal, quienes deciden son los audaces tecnócratas al servicio del imperialismo y los organismos financieros de crédito (BID, BM, FMI) y sus planes de mercantilización y privatización.

La regeneración del movimiento pedagógico después de tanta dictadura y neoliberalismo, solo puede ser obra de los maestros mismos, como nos enseña la tradición pedagógica de nuestros queridos abuelos.

Matias Matonte en "A la olla con los grillos". Radioactiva FM 102.5:


https://youtu.be/RV-PlUpyDpo


[1Soler Roca, Miguel. Uruguay. Análisis crítico de los programas escolares de 1949,1957 y 1979. Barcelona. Impreso. 1