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Red Internacional
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JUSTICIA POR MARIELLE. Mil días de impunidad por el asesinato de Marielle Franco en Brasil

Este martes se cumplen exactamente mil días del brutal asesinato de la concejala de izquierda Marielle Franco y su chofer Anderson, en Río de Janeiro. Son mil días sin respuesta: ¿Quién mató a Marielle?

Martes 8 de diciembre de 2020 10:21

Este martes su cumplen mil días de impunidad para los asesinos de la concejala de izquierda y activista por los derechos de los pobres, negros y personas LGBT, Marielle Franco. Marielle y su chofer, Anderson, fueron brutalmente asesinados a disparos contra el auto en el que se movían en la región central de Río de Janeiro, el 14 de marzo de 2018.

"Llegar a 1.000 días sin saber quién mató a Marielle ni haber identificado al autor intelectual del crimen es vergonzoso para Brasil", afirmó la arquitecta Mónica Benicio, viuda de la activista asesinada y su sucesora política tras haber sido elegida el mes pasado como concejal de Río de Janeiro.

De acuerdo con Anielle Franco, hermana de Marielle, con excepción de dos sospechosos detenidos y acusados de haber sido los autores materiales del crimen que no han sido juzgados ni condenados, "seguimos sin respuestas sobre quién mandó matarla".

El asesinato a tiros de la concejala izquierdista el 14 de marzo de 2018 conmocionó a Brasil y tuvo gran repercusión internacional debido a que la activista de izquierda, una mujer, lesbiana, negra y nacida en una favela, venía destacándose por su firme defensa de los derechos humanos, por sus iniciativas de apoyo a las minorías y por su clara posición de combate a los grupos milicianos (parapoliciales) que actúan en las favelas de Río.

Este martes 8 de diciembre, al cumplirse los 1.000 días del asesinato, Amnistía Internacional y la fundación Marielle Franco organizaron un simbólico acto en el que, a las 8.00 hora local, sonaron 550 alarmas frente a la sede del Concejo Municipal de Río.

La falta de respuestas sobre el asesinato de Marielle Franco dice mucho sobre el momento político actual en el país. La violencia policial, las milicias, el autoritarismo de la justicia, aumentan junto con la degradación de las condiciones de vida, con el desempleo, el hambre y el trabajo precario de la población. Son las mujeres, negras y negros, quienes más sufren las consecuencias del golpe institucional (contra Dilma Rousseff y luego deteniendo a Lula, habilitando la asunción de Bolsonaro) del que es uno de los principales responsables el Poder Judicial, que tampoco avanzó un paso en la investigación sobre el asesinato de la concejala.

Marielle, como activista de derechos humanos, siempre se ha opuesto abiertamente a esta política racista y asesina del estado, que reprime y mata a trabajadores y jóvenes negros en los barrios marginales. Desde su asesinato el 14 de marzo de 2018, decenas de miles de personas han ocupado las calles de Río de Janeiro. En países como Argentina, Francia, Chile, hubo manifestaciones en su nombre.

Esta lucha por la justicia para Marielle y Anderson es una lucha contra este régimen de golpe institucional, porque es una herida abierta del avance autoritario, racista, que le dio poder a Bolsonaro, el aumento de la violencia policial y miliciana, degradando también las condiciones. de la población. Fueron agentes del propio régimen los que asesinaron impunemente a uno de las concejalas más votadas de la ciudad de Río de Janeiro.

A esta altura queda claro que es imposible confiar en la investigación judicial y en la propia justicia. Sólo una amplia movilización puede imponer una investigación independiente. Vemos como se encubre a los responsables y se ocultan datos, como cuando se cerraron las investigaciones relacionadas con Bolsonaro y su entorno. Lo que se hizo público sobre la responsabilidad entre el entorno de Bolsonaro fue solo para disciplinar al presidente para que aplique ataques sociales durante la pandemia. Así, la justicia utiliza el caso Marielle como una palanca a favor de su juego político reaccionario.

La única forma de obligar al Estado a llegar a una conclusión sobre este crimen es garantizar una investigación independiente que sancione a los culpables y responsables. No podemos hacernos ilusiones de que sin una investigación independiente, que trabaje en paralelo y controle todo el proceso, será posible llegar a alguna verdad. La investigación del Estado debe ser monitoreada de cerca y supervisada por una investigación independiente, integrada por notorios defensores de derechos humanos, sindicatos, familiares, parlamentarios del PSOL (partido al que pertenecía Marielle), movimientos sociales con todos los recursos, acceso y condiciones necesarias para monitorear y fiscalizar la investigación de la Justicia.