El huracán Laura se está moviendo hacia el noroeste y a través del Golfo de México a 26 km/h y se estima que golpee Texas y Luisiana este jueves. Con vientos de hasta 230 kilómetros por hora puede llegar a generar olas de más de 5 metros e inundar hasta 50 kilómetros tierra adentro.
Miércoles 26 de agosto de 2020 17:02
Decenas de miles de estadounidenses abandonaron este miércoles la costa de Texas y Luisiana ante la amenaza de "catastróficas" inundaciones que podría causar en las próximas horas el huracán Laura de categoría 4, que se aproxima con vientos de cerca de 230 kilómetros por hora.
Una de las áreas pronosticadas para recibir el mayor impacto de los vientos huracanados de Laura es la ciudad de Lake Charles (Luisiana), uno de los centros industriales más importantes del estado y de la región, ubicado en la franja costera al este del estado y fronteriza con Texas.
El gobernador de ese estado, John Bel Edwards, urgió este miércoles a los residentes de esa ciudad y de las localidades aledañas a acatar todas las órdenes de evacuación "para evitar desgracias mayores como ha ocurrido" en el pasado.
"Estamos frente a un huracán poderoso que podría ocasionar daños devastadores como el que nos dejó hace 15 años la llegada del huracán Rita", indicó Edwards, quien calculó que son cerca de 200.000 los residentes que se encuentran en la zona de evacuación obligatoria.
Edwards mostró su preocupación por la información dada a conocer por el Centro Nacional de Huracanes (NHC), que pronosticó una marejada ciclónica que alcanzaría los 6 metros de alto y cuyas aguas penetrarían hasta unos 50 kilómetros tierra adentro.
El último boletín del NHC indica que a las 14.00 hora local (18.00 GMT), el ojo de Laura fue localizado a 320 km al sur-sureste de Lake Charles (Luisiana), y a la misma distancia al sur-sureste de Port Arthur (Texas).
"Laura se ha convertido en un huracán de categoría 4 extremadamente peligroso con marejada catastrófica, vientos extremos e inundaciones repentinas en la costa noroeste del Golfo (de México) esta noche", advirtió el observatorio.
Laura se está moviendo hacia el noroeste y a través del Golfo de México a 26 km/h. Un giro gradual hacia el norte-noroeste y el norte se espera en el transcurso de esta jornada.
Se prevé que el centro de Laura se traslade hacia el noroeste de Louisiana mañana jueves, a lo largo de Arkansas también el jueves por la noche, y sobre la mitad del valle de Mississippi el viernes.
Además, se pronóstica que Laura siga siendo un huracán mayor hasta que toque tierra esta noche.
En Texas cerca de 300.000 personas deberán evacuar la zona costera en las próximas horas y dirigirse a los albergues ubicados en las ciudades de Austin, San Antonio y Dallas, entre otras.
Greg Abbott, gobernador de Texas, ha emitido hasta el momento declaraciones de desastre en cerca de 60 condados.
En las últimas conferencias de prensa, Abbott ha hecho mención del paso devastador del huracán Harvey hace solo tres años, y de los daños que dejó a su paso el huracán Ike y Katrina, del que en estos días se cumplen quince años de la devastación que dejó en Nueva Orleans, con cerca de 1.800 muertos.
En todos esos casos hubo un factor común. El fenómeno natural no se puede evitar pero las desigualdades sociales y la actuación de las fuerzas represivas actúan generando daños sobre las poblaciones más pobres que tienen menos recursos o corren el riesgo de perder todo lo que tienen. En ocaciones anteriores, como el caso de Katrina, los habitantes de Nueva Orleans no solo tuvieron que soportar el paso devastador del huracán, sino la posterior llegada de la Guardia Nacional que los reprimió cuando no tenían nada que comer ni beber, para luego "amontonarlos" en un estadio cerrado, el Superdome. Algo que hoy, en medio de la pandemia de coronavirus, tendría consecuencias aún más desastrosas.