Sábado 27 de septiembre de 2014
El movimiento estudiantil universitario de la India está protagonizando una importante lucha contra la violencia hacia la mujer y la represión estatal. Este movimiento empezó después de que en la Universidad de Jadavpur (JU, por sus siglas en inglés), en Calcuta, ocurriera un ataque sexual contra una estudiante. Las y los estudiantes realizaron una sentada el 16 de Septiembre frente a la oficina del vicerrector de la JU, Abhijit Chakrabarti, para reclamar justicia. La respuesta fue una dura represión, en la madrugada del día 17, con un saldo de 37 arrestos y 40 heridos. La indignación y solidaridad se empezó a desparramar por todas las universidades del país. El 20 de Septiembre, bajo una torrencial lluvia, decenas de miles de personas salieron a la calle en repudio a la represión. El movimiento ‘Hok Kolorob’ (hazte oír) realizó en el día de ayer una jornada de protesta nacional contra la violencia estatal.
Mientras en la JU los estudiantes mantienen un paro estudiantil total, en un campus militarizado, miles se suman en manifestaciones, sentadas y marchas en universidades y ciudades de toda la India (Nueva Delhi, Pondicherry y Bangalore entre otras). El miércoles 24 se realizó una Convención estudiantil en JU con la asistencia de miles de estudiantes, profesores universitarios, artistas, intelectuales y activistas. Los estudiantes exigen justicia para el ataque sexual que sufrió una estudiante el 28 de agosto por parte de un grupo de 6 hombres dentro del campus de JU, que siguen impunes, y la renuncia del vicerrector que avaló la represión brutal del 17 de este mes, que incluyó abusos sexuales contra las alumnas, perpetrada por la policía y matones del TMC, partido gobernante del Estado de Bengala Occidental.
Este caso y el movimiento que despertó recuerda las masivas movilizaciones ocurridas en Diciembre del 2012 frente a la violación de una joven paramédica de 23 años , por un grupo de hombres en Delhi, que falleció luego del ataque. Actualmente 3 activistas de organizaciones de mujeres y estudiantiles se encuentran enfrentando cargos por participar de una movilización el 19/12/12 que fue duramente reprimida con carros hidrantes. Estos cargos se presentan bajo el gobierno del partido BJP del Primer Ministro de India, Narendra Modi, demostrando que su política neoliberal de ajuste y súper explotación de la clase obrera y el pueblo indio se ve complementada con la gran opresión de las mujeres.
En la India el 47% de las mujeres son obligadas a casarse antes de los 18 años y un 22% de ellas son prometidas en matrimonio al momento de nacer. Los crímenes contra la mujer son cotidianos así como la impunidad de la que gozan. Según el Reporte sobre Violencia Contra la Mujer en India, presentado en la Asamblea General de la ONU en Abril del 2004, poco más de un 20% de los casos terminan en la prisión. Los conflictos entre castas y comunidades alentados por el Estado en la India son pagados con sangre por las mujeres. El actual Primer Ministro Modi fue gobernador del estado de Gujarat en 2002 cuando se produjo el genocidio contra la minoría musulmana donde entre 2 mil y 3 mil personas fueron asesinadas y las mujeres violadas y torturadas. En las zonas conflictivas las Fuerzas Armadas cuentan con poderes especiales para perpetrar todo tipo de atrocidades. Los crímenes “de honor” son frecuentes y las mujeres son severamente sometidas a padres, hermanos y otros miembros masculinos de la familia. En varios estados se practican “abortos selectivos” basados en el sexo del feto contra la voluntad de las mujeres a quienes se lo practican. El Código Penal Indio criminaliza todas las actividades sexuales que estén por fuera del “orden natural”, lo que inhabilita a la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y transgénero a tener algún tipo de protección frente a cualquier agresión.
El martes en la JU pudo verse un poster que decía: “Esta es una universidad, no un centro para producir esclavos para el Estado”. Los estudiantes y mujeres indias se lanzaron a la calle a hacerse oír, contra la violencia hacia la mujer y la violencia estatal, pero su lucha va más allá. La unidad con los miles de trabajadores súper explotados que empiezan a salir de a poco a luchar a lo largo y ancho de toda la India son la fuerza que puede inclinar la balanza para triunfar.