Después de que salieran a la luz declaraciones misóginas de Donald Trump, centenares de miles de mujeres lanzaron una catarata de tweets relatando situaciones de abuso y acoso, con el hashtag #NotOkay, visibilizando una situación que es parte de la vida diaria de mujeres de todo el mundo.

Alfredo González @Alf_Gonzalez_
Sábado 15 de octubre de 2016
“Si sos una estrella podés hacerles lo que quieras (…) Podés agarrarlas de la vagina. Podés hacerles cualquier cosa”. Las recientemente aparecidas palabras de Donald Trump, grabadas en 2005 durante una conversación con el conductor televisivo Billy Bush, abrieron una enorme crisis para el candidato del partido Republicano, que se hunde en las encuestas y pierde apoyos incluso de dirigentes de su propio partido. Pero estas declaraciones, cargadas de violencia y misoginia, motivaron también a que miles y miles de mujeres volcaran a las redes sociales no sólo su desprecio por los dichos del millonario, sino también sus propias historias como víctimas de una violencia que se vive de forma cotidiana, completamente naturalizada.
“Mujeres, tuiteen sus primeras agresiones. No son sólo estadísticas. Comienzo por mí misma: un viejo en un bus me toca la vagina y me sonríe; tengo 12 años”. Ese fue el tweet de la escritora Kelly Oxford, que abrió las puertas a una catarata de terribles historias en primera persona. El tweet original de Oxford tuvo casi 27 millones de respuestas. Una demostración brutal de que no se trata de casos aislados, sino de una cultura machista de la cual Trump es sólo una cara visible.
Women: tweet me your first assaults. they aren't just stats. I'll go first:
Old man on city bus grabs my "pussy" and smiles at me, I'm 12.
— kelly oxford (@kellyoxford) 7 de octubre de 2016
El tweet de Kelly Oxford que comenzó la catarata de denuncias
Agrupadas con el hashtag #NotOkay (“no está bien”), se cuentan por centenares de miles los relatos de mujeres y niñas sometidas a situaciones de acoso callejero, en el consultorio médico, al interior de sus familias. La mayoría tiene algo en común: son situaciones cotidianas, naturalizadas, que se producen una y otra vez en el silencio.
Thousands tweet #notokay to share their sexual assault stories https://t.co/7S4E43YoF8 @maryamful pic.twitter.com/p3zLproGEm
— HuffPost Canada (@HuffPostCanada) 10 de octubre de 2016
“Sabes que #NoEstaBien cuando tenés tantas historias sobre acoso que no podés decidir cuál relatar en 140 caracteres”
La vergüenza, el miedo, incluso la culpa, se repiten en las miles de historias. La sensación de que “de esas cosas no se habla”, el terror a ser señalada, la culpa que genera un “sentido común” perverso de mujeres que “incitan” y hombres que “no pueden controlarse”. Un “sentido común” sostenido desde gobiernos e instituciones que cuestiona “como se viste” la víctima de violación y legitima la violencia machista.

Alfredo González
Rosarino, médico y militante del PTS, escribe habitualmente sobre Salud en La Izquierda Diario.