El pasado sábado 4 de julio, miles de profesores de la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación marcharon en la Ciudad de México en contra de la reforma educativa.
Camilo Cruz México
Miércoles 8 de julio de 2015
El magisterio del Valle de México fue cantera de charros sindicales como Elba Esther Gordillo, y es presentado como símbolo de la subordinación de la base magisterial a los dictados del gobierno y de represión brutal a la disidencia. Sin embargo, allí, como expresión del descontento que existe en el magisterio, miles de profesores afectados por la reforma educativa, enfrentan a la férrea burocracia con Héctor Ánimas a la cabeza y un control estatal brutal por parte de Eruviel Ávila en el estado coloquialmente llamado “la cuna del PRI”.
En las últimas semanas frente al inicio de la aplicación de la evaluación docente, Eruviel Ávila Villegas, gobernador del Estado de México, presumía que los docentes del Valle de México estaban listos para la evaluación, prueba de que la reforma educativa iba viento en popa.
Sin embargo, los miles de docentes que se aglutinan en la sección 36 del Valle de México, en la sección 17 del Valle de Toluca y en el Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM) han salido a las calles tanto del Estado de México, como del Distrito Federal. Siendo parte de las convocatorias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y realizando sus propias convocatorias, como en la semana pasada, con una movilización de miles de profesores en Ecatepec que culminó en el edificio sindical de la sección 36 donde los docentes expresaron su repudio y denunciaron la complicidad de la dirección del SNTE para la aplicación de la evaluación docente.
El sábado 4 de julio, la sección 36 convocó a marcha del Ángel de la Independencia a Los Pinos. Miles de profesores de Nezahualcóyotl, Tecamac, Cuautitlán Izcalli, Chalco, Ecatepec y Naucalpan nutrieron la convocatoria junto con grandes contingentes de la sección 17 y del SMSEM.
Con gran ímpetu de lucha, los docentes improvisaban consignas contra la evaluación docente, contra la dirección del SNTE, por la unidad con todas las secciones magisteriales y en contra de los partidos que tienen mayor influencia en el Estado de México, en concreto contra el Partido de la Revolución Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Nueva Alianza (PANAL), este último conocido entre los profesores del Valle de México por ser nutrido por la burocracia sindical afín a Elba Esther Gordillo.
Fortalecer y avanzar en la lucha
Ese mismo día al llegar a Los Pinos, una comisión de dos representantes por cada región que integra la sección 36 y un representante de la sección 17 y del SMSEM ingresó a Los Pinos para entregar un pliego petitorio. Dentro de Los Pinos fueron recibidos por Manolo Carrillo, subdirector de atención ciudadana de la Presidencia de la República.
El poder del magisterio es inmenso: en 2013 el gobierno federal debió enfrentar el hecho de que en 29 estados el magisterio del SNTE y la CNTE se movilizaba por miles, sosteniendo un plantón en el zócalo capitalino con presencia de profesores de varios estados.
El magisterio del Valle de México tiene una gran importancia, la sección 36 aglutina a más de 50 mil profesores, la sección 17 a poco más de 20 mil y el SMSEM a 92 mil profesores, el Valle de México tiene una matrícula de 4.5 millones de alumnos, sin embargo estas cifras solo son numeros si no hay una política que lleve a los miles de profesores al triunfo.
Los docentes del Valle de México se está movilizando por miles, sin embargo esto no puede ser utilizado para intentar negociar con las instituciones - responsables de la aprobación de la reforma educativa – por separado. La reforma educativa afecta al conjunto de los estados y docentes a nivel nacional: la negociación por separado fue una de las claves de la derrota del magisterio en el 2013.
Hoy varias direcciones opuestas a Héctor Ánimas, secretario general de la sección 36, proponen tomar el edificio sindical de la sección 36. Esta acción si bien podría ser un indicador de que hay miles de profesores descontentos con la complicidad de la dirección seccional para la evaluación docente, debe estar subordinada a dos tareas.
La primera es profundizar el cuestionamiento de la base a la dirección burocrática no solo de la sección 36 sino del SNTE, planteando la necesidad de democratizar el SNTE y poner los recursos que la burocracia sindical aprovecha, al servicio de la lucha docente.
La segunda es fortalecer desde la base el proceso, realizando asambleas por escuela para decidir el rumbo de la lucha. Son las bases magisteriales quienes deben escoger delegados rotativos, revocables y con mandato de base que apunten hacia un gran encuentro de delegados, en el cual se acuerde un programa y un plan de lucha no solo del Valle de México sino a nivel nacional.
Pero, por sobre todo, la unidad del magisterio es clave: la CNTE como referente de lucha dentro del magisterio tiene que apostar a una política para empalmar con los brotes de descontento en la base de las secciones que controla el SNTE.
Hoy frente a la reforma educativa es necesario que los docentes de todo el país salgan en unidad y llamen a las centrales que se reclaman opositoras y democráticas, como la Unión Nacional de Trabajadores y la Nueva Central de Trabajadores, a solidarizarse y hacerse parte activa de la lucha del magisterio, hasta lograr la abrogación de la reforma educativa y poner un alto a la evaluación punitiva.