El día 26 de enero, cumpliendo 4 meses del brutal ataque en contra de los normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, se realizaron importantes manifestaciones en la Ciudad de México, decenas de estados del país –desde Baja California hasta Chiapas– y en más de 40 ciudades del mundo.
Miércoles 28 de enero de 2015
Fotografìa: Rodrigo Martínez
Una ciudad paralizada por el clamor popular
En esta nueva jornada de acción global se realizaron por lo menos 5 manifestaciones en el Distrito Federal, corazón político del país. Se destaca la participación masiva de sectores sindicales opositores, en particular la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Desde muy temprano los contingentes de la CNTE salieron de los metros Indios Verdes, Auditorio, Taxqueña y Zaragoza. Según la dirección de la Coordinadora asistieron contingentes de la CETEG (Guerrero), la Sección XXII (Oaxaca), la Sección XVIII (Michoacán) y delegaciones de Chiapas y Veracruz. La participación de casi 50 mil profesores en las primeras manifestaciones comenzó desde las 10 de la mañana tomando las principales arterias de la ciudad, arribando por la tarde al zócalo al acto central.
Por su parte la UNT, en especial el Sindicato de Telefonistas, marchó desde las 4 de la tarde del Ángel de la Independencia con la participación de unos 15 mil telefonistas y trabajadores universitarios junto a organizaciones populares.
A las 17 horas salió el contingente de la Plataforma en Solidaridad con Ayotzinapa, que agrupa a organizaciones del movimiento urbano popular como el Frente Popular de la Ciudad de México, organizaciones de derechos humanos como el Centro Fray Francisco de Vittoria, organizaciones estudiantiles y de la cual forma parte el Movimiento de los Trabajadores Socialistas.
Los padres de familia que exigen la aparición con vida de los 43 normalistas hicieron el llamado a la próxima Asamblea Nacional Popular del día 31 de enero en la que se ajustará la convocatoria a la gran acción del 5 de febrero, fecha emblemática en nuestro país por celebrarse el aniversario de la Constitución de 1917. Los familiares denunciaron que no dejarán de movilizarse hasta encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos e informaron que los estudiantes de Ayotzinapa fueron amenazados por miembros del Batallón 27 en el crucero de Huitzuco, por lo cual ellos sostienen que el ejército mexicano es responsable de la desaparición forzada de los 43.
Este 5 de febrero sesionará en Chilpancingo, Guerrero, un gran encuentro nacional de organizaciones en lucha. Un potente frente único de organizaciones sociales y sindicales (CNTE, UNT, SME) se está organizando a raíz de la desaparición de los 43 normalistas.
En este año en que el gobierno, los partidos patronales y las instituciones del régimen político intentarán recomponer su crisis de legitimidad con el desvío del descontento al que se apuestan con las elecciones intermedias (diputados, gobernadores, alcaldes), la integración más decidida del sindicalismo opositor al movimiento democrático en solidaridad con Ayotzinapa le da un nuevo impulso a la lucha, empujando a la incorporación de nuevos sectores de trabajadores y poniendo en perspectiva la posibilidad –mediante paros escalonados y una política combativa para los millones de trabajadores atenazados por el sindicalismo oficialista y los no sindicalizados– de una Huelga General Política para tirar al gobierno de Peña Nieto e imponer un gobierno provisional de las organizaciones en lucha.