La Secretaria de Cultura y Educación del municipio de Tres de Febrero promociona la educación privada, militar y religiosa.
Lunes 29 de agosto de 2016 08:57
Así lo demuestra el Programa “Conociendo Nuevos Lugares” donde El Circuito Religioso de Lourdes y el Colegio Militar son algunos de los espacios elegidos por la secretaria de Educación, Andrea Maggiore y el intendente Diego Valenzuela para que los chicos de las escuelas públicas conozcan
Esta es una muestra más del avance de este gobierno contra la educación pública, gratuita y laica y en pos de la privatización de la educación, la reconciliación con las fuerzas armadas y la alianza estratégica con la iglesia. Primero se comenzó con la creación de la Secretaría de Seguridad y luego con la designación del militar retirado Manuel Lucioni, defensor de genocidas a cargo de dicha secretaria. Ahora va por más y las provocaciones llegan a las escuelas en el segundo semestre.
No sorprenden estas políticas porque van en consonancia con los discursos macristas de desprestigiar la lucha de los organismos de derechos humanos. La reconciliación de la sociedad con las fuerzas armadas es la construcción ideológica que necesita un gobierno que se opone a los trabajadores, a las mujeres y a la juventud para legitimar una represión que permita llevar adelante los planes de ajuste. Desestimar la desaparición de 30 mil luchadores durante la dictadura como dijo Lopérfilo, montar ese operativo escandaloso en la sede de Madres de Plaza de Mayo con la intención de detener a Hebe de Bonafini y hablar de “guerra sucia” es parte de ese plan. Las escuelas son el lugar ideal por excelencia para reproducir esta ideología, el gobierno macrista claro que lo sabe.
Mientras que Macri premia a Etchecolatz con prisión domiciliaria, en Tres de Febrero, Valenzuela invita a las escuelas públicas secundarias a recorrer el Liceo Militar de El Palomar diciéndoles a los jóvenes estudiantes: “Vos también podes ser un héroe”. Los trabajadores de la educación pública se oponen a estas salidas disfrazadas de pedagógicas. A continuación algunas docentes expresan qué les produce este hecho y porqué creen que lo hacen:
Luciana, profesora, señaló: "Hace años que nos involucramos en la Comisión de DDHH del Programa Jóvenes y Memoria. Trabajando codo a codo, descubrí que el compromiso de mis alumnos es alentador y rescato sus opiniones y los debates originados a partir de este tema en particular. Si bien es ofensiva esta iniciativa que tiene clara intención de propaganda política con bajada de línea incluida, es absolutamente esperanzador saber que se ha generado una conciencia de construcción de la memoria que no va a dar marcha atrás: escuela con jóvenes multiplicadores de un discurso potente y que abogarán siempre por los Derechos Humanos”.
Por su parte Carmen, preceptora, argumentó: “En un primer momento lo tomé como una ‘salida educativa’. Luego sí me pregunté cuáles serían los objetivos de organizar una visita a un lugar tan sensible a nuestra historia. Siento que se pone nuevamente en ‘valor’ la institución militar. No estoy de acuerdo en decir que hay salidas totalmente ´prohibitivas’. Si pienso que esto se está dando en momentos en que las fuerzas militares genocidas se sienten cómodas en este gobierno, con mayor libertad. Pienso que lo ocurrido nos resonó a algunos por el peso de la historia y lo que encierra el lugar y quienes lo habitaron. Nada es totalmente negativo si estamos atentos hacia donde se nos quiere llevar”.
Sandra Dominguez, profesora, dijo: “Amanecí con esta noticia, cuando llegamos a las escuelas había un listado de colegios con micros designados por el Municipio para ir a visitar el Liceo Militar. Por un hecho fortuito, no sabía a donde era la visita, acompañé a los jóvenes y sinceramente fue muy desagradable. Me produce indignación, por los fondos públicos invertidos en esto. Lo hablé con los chicos después en el aula, expresaban no querer estar en ese lugar, les pareció que no correspondía. Como docente también lo hablé en otras escuelas donde docentes y alumnos nos opusimos a llevar adelante esta actividad. ¿Adónde van las políticas que están aconteciendo? Me pareció que todo el tiempo se incentivó a que los alumnos elijan el Liceo Militar para seguir estudiando. ¿Por qué no se elige llevar a los chicos a una universidad pública? Estas visitas didácticas son una falta de respeto a los derechos humanos”.
