Este 2016, Corea del Sur fue el escenario de importantes luchas y un descontento popular profundo con el gobierno y los efectos de la crisis económica mundial. Del repudio a la Reforma Laboral millones han pasado a pedir la renuncia de la presidenta en días recientes.
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Jimena Vergara @JimenaVeO
Miércoles 30 de noviembre de 2016
¡Fuera Park!
Este fin de semana, se estima que 2 millones de personas se movilizaron contra la presidenta surcoreana Park Geun-hye. La mandataria está acusada de permitir que una amiga cercana, Choi Soon-sil, tuviera acceso a documentos privados del Estado y a traficar con influencias para desviar fondos públicos.
Aunque medios oficiales han desestimado la cantidad de manifestantes en las calles de Seúl, los organizadores de las movilizaciones afirman haber convocado hasta 2 millones de personas.
Según el corresponsal de la BBC en Seúl, Stephen Evans, la situación social está escalando: “los manifestantes están mucho más ruidosos que hace una semana. Las protestas siguen siendo pacíficas, pero están cantando cada vez más alto", manifestó a la prensa británica.
Como varios medios destacan, las demostraciones están focalizadas en el repudio a la presidenta a quien exigen la renuncia y se llevan a cabo a unas cuadras del edificio de gobierno, la Casa Azul. Se calcula que 30 mil uniformados custodian la casa de gobierno para evitar que las manifestaciones arriben e imponentes barricadas de metal han sido colocadas en los alrededores.
Según medios de prensa, son las movilizaciones más masivas que se hayan registrado en Corea del Sur desde los años 80’s y en todos los rincones se escucha el grito de ¡Fuera Park!
De la lucha contra la Reforma Laboral al repudio a la corrupción
No es la primera vez que Park Geun-hye enfrenta el repudio popular. A fines del año pasado y principios de este los trabajadores coreanos exigieron su renuncia por sus modificaciones a la Reforma Laboral.
La Confederación de Sindicatos de Corea (KCTU) convocó en diciembre del 2015, una huelga general parcial para oponerse a la nueva legislación laboral. Por lo menos 26 sindicatos participaron de la huelga y las manifestaciones, encabezados por los trabajdores de Hyundai y Kia.
El nuevo escándalo de corrupción de la presidenta cae como fósforo en pólvora regada por la acumulación del descontento popular. El telón de fondo es la crisis económica internacional que ha golpeado a la ya de por si pauperizada clase trabajadora surcoreana y los sectores populares. Se calcula que Corea del Sur tiene la mayor cantidad de trabajadores precarios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).
Sindicalistas y activistas han denunciado durante todo el año el incremento de la represión por parte del gobierno. Inclusive han denunciado a Park de “volver a la era de la dictadura” haciendo alusión al gobierno militar que asumió el poder después del golpe de Estado en 1961, presidido por Park Chug-hee, padre de la actual presidenta.
Con el escándalo en ciernes, el gobierno surcoreano enfrenta una grave crisis política, con la implicación directa en la corrupción de altos funcionarios del gobierno y de altos ejecutivos de las empresas coreanas. Una crisis en Corea del Sur, aliado estratégico de Estados Unidos en la región, puede agravar los elementos de crisis que ya se resienten a nivel internacional después del triunfo del Brexit y del reciente triunfo de Donald Trump.
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Jimena Vergara
Escribe en Left Voice, vive y trabaja en New York. Es una de las compiladoras del libro México en llamas.