Mineros de Cananea, sindicatos en lucha y pobladores afectados por el derrame de miles de metros cúbicos de una solución tóxica en el Río Sonora, realizaron un encuentro en la planta de rebombeo “Los Patos”. Exigen la reinstalación de mil mineros despedidos y solución al daño ambiental.
Viernes 3 de abril de 2015
El lunes 16 de marzo, mineros de la sección 65 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), junto a miles de pobladores de los municipios aledaños afectados por la contaminación de los cuerpos acuíferos de Sonora, “ocuparon” la planta de rebombeo “Los Patos”. Esta planta provee agua a la mina Buenavista del Cobre con 12 mil litros por segundo, sin la cual no puede funcionar.
La mina Buenavista del Cobre, filial de Grupo México de Germán Larrea, es responsable del derrame de miles de metros cúbicos de sustancias tóxicas a los ríos Sonora y Bacanuchi, y está sin producir desde hace días.
Todos contra el Grupo México
El viernes 27 de marzo se realizó en el centro de rebombeo “Los Patos” el encuentro “Todos contra el Grupo México”. Fue un encuentro de unidad en la acción y unificación de las demandas entre los mineros del SNTMMSRM y pobladores de decenas de comunidades del estado de Sonora.
Al foro asistieron mineros de 24 estados del país, más de mil pobladores y líderes de los municipios afectados por el derrame tóxico, sindicalistas y estudiantes de la Universidad Autónoma de Sonora, padres de la Guardería ABC, representantes del pueblo Yaqui, académicos del Colegio de Sonora, expertos en temas de contaminación ambiental, organizaciones de Derechos Humanos (DDHH), y sindicalistas estadounidenses del United Steelworker (USW).
Demandan reinstalación de mineros despedidos
La sección 65 del SNTMMSRM estalló en huelga en el 2007, junto a las minas de Taxco y Sombrerete, denunciando las condiciones de inseguridad laboral con las que tienen que trabajar los mineros. En el 2010 Grupo México despidió a más de mil mineros en lucha.
En el Foro se exigió que se le retire la concesión a Grupo México para explotar la mina Buenavista del Cobre, y de todas las minas de Sonora. También se exigió que sean reinstalados todos los mineros que fueron despedidos por denunciar las condiciones de riesgo en el trabajo con las que opera la mina.
Simulación del gobierno frente al desastre ambiental
Doña Martha, lideresa de pobladores, dijo en el Foro: “esta lucha no es por dinero, es por dignidad del Río Sonora (…) Le quiero decir a Enrique Peña Nieto que no se sienta tan seguro en Los Pinos, que no se le olvide que Cananea es cuna de la Revolución y la gente del Río no nos vamos a dejar, no nos van a pisotear, nos vamos a defender hasta lo último”.
Los pobladores denunciaron que el gobierno no cumplió con ninguno de los acuerdos para mitigar los daños ambientales. Este desastre ambiental minero, que se ha catalogado como el más grave de la historia en nuestro país, tardaría en limpiarse por lo menos 10 años según los estudios del gobierno.
En el Foro se denunció que a ocho meses del derrame, se suspendieron “por la veda electoral” los recursos para instalar plantas potabilizadoras, la reubicación de pozos, etc. El gobierno y la empresa olvidaron muy pronto las afectaciones que produjo la negligencia patronal de Grupo México.
Unidad de trabajadores, sindicalistas y pobladores
En el Foro también intervinieron integrantes del pueblo Yaqui, quienes exigieron libertad para sus presos políticos y compartieron un poco de su histórica lucha; hablaron padres de la guardería ABC, quienes pelean desde el 2009 en contra de la corrupción y por justicia para sus hijos, víctimas de la negligencia gubernamental.
También participaron familiares de los mineros, quienes narraron todo lo que han aprendido estos años en resistencia, en contra de una de las empresas más ricas del país.
En el Foro hubo un acuerdo unánime de lucha contra la impunidad de Grupo México y el gobierno, que tuvo mucha aceptación y buen recibimiento por parte de las comunidades afectadas, en donde habitan más de 25 mil personas de 7 diferentes municipios.
Los mineros y los pobladores en lucha tienen que soldar la más amplia unidad con otros trabajadores y sindicatos combativos del estado y el país, como los jornaleros de San Quintín, para conquistar la solución a sus demandas.
El consorcio de Germán Larrea no tiene ningún interés en reparar el daño causado a la población y al ambiente. Son sólo los trabajadores mineros quienes saben cómo funciona la operación de la mina, y cómo se pueden garantizar las condiciones de seguridad en la planta.
Si se le otorga la concesión a cualquier otra empresa minera, querrá reducir costos, aumentando así los riesgos laborales y ambientales. La solución es que la mina de Cananea sea nacionalizada y puesta a producir bajo control de los trabajadores; para que toda la ganancia que antes iba a bolsillos privados sea invertida en las necesidades de la población, como alimentación, salud y educación.