Esta semana Mirta Baravalle, fundadora de Madres y Abuelas, cumplió 90 años. Compartimos el repaso que hace la misma Mirta de la especial relación que la une a María Victoria Moyano, nieta que recuperó su identidad a los 9 años y con quien hoy comparte una lucha común. Presentamos extractos de una entrevista realizada por el programa radial Pateando el Tablero.
Pateando el Tablero @pateandotv
Viernes 16 de enero de 2015
¿Cómo conociste a María Victoria Moyano, una de las víctimas del Plan Cóndor?
“Ay, ¡qué linda María Victoria! La conocí porque yo soy fundadora de Abuelas también. Y estuvimos hasta fines del 89. Esa época fue hermosa. Yo estuve con su abuela uruguaya. Cuando Sting estuvo en el recital de Amnesty International (NdR Octubre de 1988) estábamos en la cancha de River, tuvimos varias situaciones con ella. Porque la mujer que la había apropiado la reclamaba y la perseguía. Y me acuerdo que íbamos en el micro y ahí todas la cuidábamos y ella era tan chiquita, no la queríamos soltar. Teníamos miedo.”
Un vínculo que perduró en el tiempo
En 2014, en una de las tantas manifestaciones en solidaridad con los trabajadores de Lear, María Victoria (miembro del Centro de Profesionales por los DDHH) fue detenida junto con otros compañeros en un escandaloso operativo de la Gendarmería Nacional que incluyó rotura de vidrios de un auto y gas pimienta dentro del vehículo. Al ver esto por televisión, Mirta no dudó en ir a acompañar a Victoria y pedir su liberación: “Pongo la tele para ver un poco de información, para saber qué pasaba y ahí lo vi. Y bueno, imaginate... nono, fue terrible. Y aparte María Victoria es… Porque ella estudia Derecho y yo siempre le digo ¡Mirá que se necesitan abogados así con esas convicciones! Porque la firmeza y el hecho de esa moral, de esa militancia comprometida en serio. No una militancia a ver qué te dan o no te dan. Una militancia de corazón, de entrega. Yo siempre digo, ojalá todos los nietos fuesen como ella."
El día posterior a la detención de María Victoria, ella misma recordaba la visita de Mira Baravalle: “Fue muy emocionante cuando ayer, detenida por la gendarmería vi a Mirta, ella me conoce desde niña, me hacía la leche chocolatada cuando me recuperaron a mis nueve años, y verla ahí hasta sus últimos pasos tan lentos, así tan viejita que está, buscando la liberación de todos nosotros. Es una de las madres que no se ha ido de sus principios y de la lucha histórica. Realmente fue emocionante y tengo un gran agradecimiento para Mirta porque realmente ella sigue cumpliendo el rol que cumple hace 38 años y estaba ahí. Nos fuimos liberados de la mano de ella.”
En este reconocimiento mutuo, se ve a cada paso dado la huella de vidas de lucha y de principios que no se negocian. Victoria le dice a una de sus abuelas de la vida: “Mirta, gracias por mantenerte con tus principios intactos y por tu lucha inclaudicable, que fueron marcando el camino”.