Con el reciente decreto para aumentar el salario mínimo en 15 %, las patronales recurrieron nuevamente al chantaje catastrofista, señalan que habrá más despidos y 700 mil empresas irán a la quiebra, por su puesto no las de ellos. Mientras tanto, este minúsculo aumento sigue sin cubrir con el costo de la canasta alimentaria recomendable.
Sábado 19 de diciembre de 2020
En días pasados la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) decretó un alza de 15% al salario mínimo para el 2021. Este es el tercer aumento que realiza el gobierno federal en lo que va de su mandato.
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Las organizaciones patronales realizaron su clásico chantaje catastrofista. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Comparmex), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Confederación de Cámaras, Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), entre otras, lanzaron la advertencia que un aumento así lanzará a la quiebra a 700 mil empresas, muchas de ellas medianas y pequeñas. La Coparmex, por su parte, pidió al gobierno subsidiar el aumento. No es la primera vez que los grandes capitales usan a las Pymes (las cuales siempre están en crisis, haya o no haya pandemia) para chantajear al gobierno y no se aplique ningún tipo de aumentos salariales.
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Los grandes consorcios, agrupados en estas cámaras patronales, por supuesto no van a irse a la quiebra con este tipo de modificaciones al salario mínimo. Tan solo hay que recordar que, a principio del año, se reportó que los multimillonarios del país expatriaron 76 mil millones de dólares a bancos estadounidenses. [1] Las monumentales ganancias que concentran, no son rasgadas con este tipo de aumentos minúsculos. Sin embargo, su hambruna de ganancias es tal, que cuentan, como Shylock, cada centavo expropiado a los trabajadores.
Por otra parte, hay que señalar que este aumento no resuelve prácticamente ninguna problemática popular, sólo aplica para menos de tres millones y medio de trabajadores de un universo de alrededor de 56 millones. Es decir, el "beneficio" es apenas para el 6 %.
Además, también hay que señalar que el salario mínimo sigue completamente alejado de cubrir con la canasta básica, la cual es de aproximadamente $300 MX diarios. El poder adquisitivo del salario, con este aumento, apenas ronda el 4% de recuperación con respecto a 1982, a ese ritmo faltarían varias décadas para alcanzar mejores condiciones salariales.
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Ni las grandes patronales ni el gobierno, unos en su negativa total y el otro con aumentos salariales insuficientes, van a realizar cambios sustantivos para mejorar la vida de la mayoría de las y los trabajadores.
Tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas. Hay que exigirles a las centrales sindicales que se dicen "democráticas" que rompan ya su tregua con el gobierno y convoquen ampliamente a la lucha y la movilización. Sólo así arrancaremos un aumento salarial equivalente al costo de la canasta básica y de los servicios esenciales, que hoy ronda los 16 mil pesos, y que se ajuste de acuerdo con los aumentos de precios.
