TELEVISIÓN. Miss Perú: la pasarela fue escenario de una denuncia contra la violencia de género

Este año en Perú, los organizadores del concurso conocido como Miss Perú, decidieron que las participantes no dijeran las medidas de su cintura o de su cadera, sino que dieran cifras concretas sobre la violencia de género.

El contexto en donde esta información se dio a conocer es lo que la transformó en noticia.

Si hay un momento en donde la mujer es expuesta y cosificada con una magnitud brutal es en un concurso de belleza. Estos eventos, cuyos orígenes datan de los inicios del siglo XX, tuvieron y tienen el mismo objetivo: imponer como una verdad revelada un único tipo de belleza estereotipado y discriminatorio.

Los organizadores, con un olfato innegable para que el negocio siga en pie, no dudaron en esta ocasión en apropiarse de una de las demandas más sentidas del movimiento de mujeres: la violencia machista.

Es importante que las participantes hayan hecho públicas las cifras que indican que en Perú, por ejemplo, una niña muera cada diez minutos producto de la explotación sexual. O que en los últimos 9 años se reportaron 2.202 casos de femicidios.

Poner sobre el tapete la violencia de género es valioso. Sin embargo, es sumamente contradictorio que acto seguido, hayan continuado con su rutina, aceptando sin más ese rol de objeto decorativo que se asume como natural bajo los cánones de una sociedad machista.

Sin restarle valor, es necesario remarcar que el haber utilizado un tema tan delicado para terminar siendo políticamente correctos, en un momento en donde a las mujeres nos matan nuestras parejas por considerarnos objetos de su propiedad. O nos desaparecen las redes de trata, o morimos por la clandestinidad del aborto, es en principio un acto vil.

Este 25 de noviembre será un nuevo aniversario del Día de lucha contra la violencia hacia las mujeres, un día en donde las calles se colmarán de mujeres que seguimos luchando por los derechos que aún están pendientes.