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Red Internacional
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Violencia de Género. Mitin en Rectoría por Lesvy: “No fue suicidio, fue feminicidio”

Más de 300 manifestantes se congregaron en la rectoría de la UNAM, donde denunciaron a las autoridades de la Universidad de obstaculizar la investigación en el caso de Lesvy Berlin Osorio.

Jueves 3 de agosto de 2017

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El feminicidio de Lesvy estremeció a la comunidad Universitaria de la UNAM, miles se manifestaron en el campus exigiendo el cese a la violencia contra las mujeres y exigiendo justicia para Lesvy.

La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México realizó una investigación llena de irregularidades, no tomó en cuenta las pruebas presentadas y desde un inició criminalizó a Lesvy. Por eso el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX resolvió que Lesvy se había suicidado.

Las autoridades de la UNAM cerraron Rectoría

Ante esta resolución, se convocó a una concentración en Rectoría, que aglutinó a más de 300 manifestantes. El edificio, contaba con un blindaje en su entrada para evitar el paso de los manifestantes. Las autoridades no recibieron a la madre de Lesvy e ignoraron el reclamo de la comunidad universitaria.

El mitin contó con la presencia de Aracely Osorio, madre de Lesvy, Irinea Buendía —referente de la lucha contra el feminicidio en México—, Lourdes Mejía, madre de Carlos Sinuhé. Al reclamo de Justicia se sumaron trabajadoras del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, la Nueva Central de Trabajadores, maestras de nivel secundaria y primaria, académicas de la Universidad, organizaciones de derechos humanos y de mujeres, estudiantes y la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas.

Aracely Osorio, tomó la palabra y denunció a la PGJ de la CDMX y a la rectoría de la UNAM, por obstaculizar y entorpecer la investigación. El papel de estas dos instituciones permitió que se ignoraran las pruebas para demostrar que fue feminicidio, no suicidio. Aracely refirmó lo inverosímil de sostener el modus de suicidio planteado por la Procuraduría.

En cuanto a Carlos Sinuhé, quien era un luchador social y tesista de la Facultad de la Filosofía y Letras, éste había denunciado el hostigamiento político que vivía por parte de las autoridades de la UNAM, meses después fue asesinado. Su madre, Lourdes Mejía, denunció que en el caso de su hijo la UNAM desapareció las pruebas para probar el hostigamiento político. El caso de Carlos se "resolvió" como crimen pasional y de vínculos con el narco.

“Si tocan a una nos organizamos miles”

Colectivos y organizaciones de mujeres se pronunciaron en solidaridad con Araceli para que se esclarezca el caso; además, señalaron que las medidas securitaristas que Enrique Graue, rector de la UNAM, ha implementado desde el semestre pasado (cámaras de vigilancia, policía en los alrededores del campus, enrejar áreas verdes y controlar el acceso a las instalaciones entre otras cosas) son, además de medidas que emulan el modelo de seguridad que se ha implementado a nivel federal (dejando miles de muertos, desaparecidos, feminicidios…), medidas funcionales para vigilar a estudiantes, trabajadores y académicos que se organizan y son críticos no sólo de la Universidad sino también del gobierno.

La Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, denunció el rol del Estado y sus instituciones para establecer las bases estructurales de la violencia a la que son sometidas las mujeres:

“Mientras que las instituciones se llenan la boca hablando de políticas, protocolo y leyes con perspectiva de género, son las mismas la que militarizan el país y reprimen, de estas instituciones no vendrá la justicia en el caso de Lesvy”

"Llamamos a construir y levantar comisiones independientes de investigación en los casos de feminicidio que sean integradas por los y las referentes de la lucha contra este delito, organizaciones de derechos humanos, familiares de las víctimas y organizaciones de izquierda y obreras. La comisión debe resolver los casos de feminicidio y violencia. Para imponer al Estado sus resoluciones es necesario generar un gran movimiento en las calles".

A tres meses del feminicidio de Lesvy no sólo es importante no olvidar, sino también que las mujeres trabajadoras y el pueblo pobre nos organicemos para no ser nunca más las “víctimas colaterales” de su guerra contra las drogas; para que no haya ni una menos.

Por eso, tres meses después, la comunidad universitaria se sigue movilizando y exigiendo justicia para Lesvy Berlín Rivera Osorio. Como parte de esta jornada de protesta se realizó una mega pinta con la frase de ¡No fue suicidio, fue feminicidio! ¡Justicia!