No llegaron a ser gobierno, pero las denuncias de corrupción siguen destapándose en las empresas extraterritoriales del Estado venezolano controladas por el sector de Juan Guaidó desde que se autoproclamó “presidente interino”, amparado por la administración de Donald Trump.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Viernes 12 de noviembre de 2021
Fotografía: Globovisión/LR
Los escándalos por corrupción en la empresa Monómeros han venido saltando en los últimos meses, donde unos y otros de la oposición de derecha se acusan mutuamente, admitiendo en los hechos los guisos que se fueron cocinando alrededor de esta empresa propiedad de Estado venezolano y que se destapan a cada tanto, sin dejar de mencionar el tráfico de influencias.
Es lo que se hizo público este jueves 10 de noviembre el periodista Orlando Avendaño de PanamPost, quién reveló que Monómeros, empresa pública bajo el control de representantes de Juan Guaidó desde 2019, canceló cuando menos 70.000 dólares por concepto de “servicios de comunicaciones” a la empresa española Llorente & Cuenca, de la que Antonieta Mendoza de López, madre del derechista y dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, es vicepresidenta.
Cuando Guaidó se autodeclaró “presidente interino” en enero del 2019 durante las movilizaciones de carácter golpistas, con el incentivo y apoyo de Donald Trump y muchos otros gobiernos en la línea imperialista de Estados Unidos, incluyendo al gobierno colombiano de Iván Duque, pasó a controlar importantes activos extraterritoriales propiedad del Estado venezolano, entre los que se encontraban importantes empresas como Citgo en Estados Unidos, y entre ellas estaba Monómeros, empresa petroquímica filial de Petróleos de Venezuela.
Según Orlando Avendaño, Monómeros contrató a la empresa Llorente y Cuenca para los servicios de comunicaciones. Explicó a través de la red social Twitter, que "una de las facturas fue por US$ 70 mil. Antonieta López Mendoza, trabaja como vicepresidente en Llorente y Cuenca. Carmen Elisa Hernández, expresidenta de Monómeros, me confirmó contratos".
Asimismo, indicó, "Carmen Elisa Hernández me dijo ayer por teléfono: Si yo hubiera sabido que Antonieta Mendoza tenía una posición directiva en la junta, de ninguna manera hubiera considerado contratar con Llorente y Cuenca".
Y los hechos son admitidos sin ningún tipo de tapujos dentro de la normalidad de la corruptela para estos sectores. A través de un comunicado de prensa, la corporación de la madre de Leopoldo López confirmó que fue contratada y que recibió de Monómeros 148 millones de pesos colombianos (monto calculado alrededor de 38 millones de dólares).
“Fuimos contratados por la gerencia de Asuntos Corporativos de Monómeros el pasado 19 de junio 2020 y nos solicitaron una propuesta técnica que entregamos el 3 de julio… y tras dos meses y medio, fuimos seleccionados como sus proveedores”, destaca un comunicado de prensa publicado por la empresa Llorente y Cuencas para explicar su participación en Monómeros.
“El trabajo se desarrolló entre el 1 de septiembre 2020 al 15 de marzo 2021, tal como consta en el acta de liquidación expedida por Monómeros el 26 de mayo 2021”, por un monto de 148 millones de pesos colombianos, según reza el comunicado de prensa de Llorente y Cuenca, publicado en la cuenta de Tuitter de Alejandro Romero, Socio y CEO para las Américas de la corporación.
En menos de seis meses y medio pudieron hacerse de esta cuantiosa cantidad de dinero, contando con los privilegios donde los líderes de la oposición que orbitaba u orbita aún alrededor de Guaidó aprovecharon para enriquecerse.
Como destacamos al inicio de esa nota Monómeros ha estado en manos de Juan Guaidó y su “gobierno”, detrás del cual estaban las líneas y directrices de Leopoldo López, hijo de la vicepresidenta de Comunicaciones de Llorente y Cuenca , quien empezó la historia cuando “donó” de los recursos de Pdvsa los fondos para fundar el partido político para su hijo, Primero Justicia.
El control de todos estos activos extraterritoriales entre los que se encuentran también cuentas líquidas, fue y sigue siendo producto de las sanciones imperialistas impuestas por el Gobierno de Estados Unidos de Trump (que Biden ha decidido mantener), que permitió que el fantoche de “gobierno interino” montado alrededor de Guaidó pudiera controlar dichas empreas, siendo que en verdad en el caso de Citgo ha sido una confiscación directa por parte del Departamento del Tesoro. De allí la importancia de continuar denunciando y repudiando las sanciones imperialistas.