Una carta escrita por el Arzobispo dirigida a los obreros pide ”por un Astillero sin ñoquis y sin afanar”, y preocupado sentencia que “el ARS es altamente deficitario para el erario público”. Además ofrece una misa para pedir por trabajo.
Lunes 8 de agosto de 2016
La misiva fue publicada el día viernes pasado por el diario El Día. No es la primera vez que el Arzobispo platense opina sobre la situación del Astillero.
¿Quién es Aguer?
En sus declaraciones más polémicas encontramos que sobre la dictadura dijo que “Necesitamos paz, olvido, borrón y cuenta nueva”. Además ha sido pública su relación con el banquero Francisco Trusso, ex titular del Banco de Crédito Provincial (BCP), quien estafó a 21.000 ahorristas. Luego de estar prófugo, Trusso fue detenido en Miramar a mediados de 2001 y condenado a 8 años de prisión por maniobras fraudulentas. En el 2003 fue excarcelado por la Cámara Penal de La Plata previa garantía de una fianza de un millón de pesos, en la que Aguer aparece como "fiador personal por motivo de su alta autoridad moral", según un comunicado que difundió el arzobispado platense en el 2003.
Además es un férreo opositor del uso de anticonceptivos y de la educación sexual en las escuelas y también ha sido encubridor de curas acusados de pedofilia.
Curiosamente Monseñor Aguer se muestra preocupado por el déficit presupuestario y por el presupuesto oneroso que representa el Astillero para la provincia. En realidad habría que preguntarse cuanto le cuesta al presupuesto público sostener a la Iglesia Católica Apostólica Romana por parte del Estado. ¿Cuántos millones se destinan del presupuesto estatal, es decir de los impuestos que pagan todos los contribuyentes sean creyentes o ateos o practiquen otra religión que no sea la oficial? ¿Por qué religiosos como Monseñor Aguer tienen sueldos exorbitantes iguales a un Senador Nacional?
¿Desde qué autoridad pueden hablar de ñoquis los curas que viven del subsidio estatal sin realizar ningún trabajo?
Aguer, ATE y la lucha de los trabajadores
La intervención de un religioso ultraconservador como Aguer en la problemática del Astillero se da porque los dirigentes de ATE Ensenada fueron a entrevistarse con él para pedirle que interceda en la solucionar los problemas del Astillero.
La historia ya demostró que al Astillero lo salvó la lucha de los trabajadores y no la gestión de algún funcionario político o de la iglesia como en éste caso se atribuye.
El Astillero Rio Santiago está pasando hoy un difícil momento producto de años y años de desinversión que viene sufriendo la fábrica naval desde los años ´90 hasta la actualidad.
Durante estos años pasaron gestiones de distinto signo político pero pese a ello ningún gobierno tuvo alguna política seria de inversión en renovación de maquinaria e instalaciones ni algún plan serio de construcciones navales.
Ni siquiera la firma de los contratos con Venezuela en el año 2005, pese a que despertó cierta expectativa, produjo la reactivación esperada ya que no vino acompañada de un plan de inversión para hacer frente a los trabajos en tiempo y forma, y terminamos necesitando casi 10 años en la construcción de un buque.
Hay que mencionar también la complicidad gremial en ésta realidad ya que fueron socios en muchas ocasiones del gobierno de turno, aunque ninguno llegó tan lejos en el apoyo como el que le dio ATE Ensenada al Gobernador Scioli y en su carrera presidencial.
Como resultante de todos estos años de desinversión en cuanto a Seguridad e Higiene hace 6 meses perdió la vida el compañero Chirola Ramírez en un accidente laboral. Problemática que al día de hoy se mantiene, en las mismas condiciones de precariedad laboral.
¿Estaremos ante el inicio de una campaña contra los trabajadores del Astillero por parte del gobierno de Vidal de reconocidos lazos con la Iglesia? Ya que desde una supuesta preocupación apunta hacia los trabajadores como “ñoquis” o “semiñoquis” y para que no queden dudas habla de "la corrupción en todos los niveles", “de afanar”. En un discurso que está claramente alineado con lo que viene haciendo el gobierno de atacar y despedir trabajadores estatales, como forma de reducir el gasto público de la provincia.