La firma líder del mercado textil, con 69 locales en Argentina y cuatro en distintos países de latinoamerica, ya tiene contagiados de COVID-19 y además reduce salarios y obliga a sus trabajadores a presentarse en tareas sin garantizar las condiciones de seguridad e higiene basadas en el protocolo elaborado por el ministerio de salud.
Martes 19 de mayo de 2020 17:12
Ya maltratados por el Estado, todos los días millones de laburantes salen de sus barrios a llenar de plata los bolsillos ajenos, para también seguir siendo maltratados por las empresas. Este es el caso de Montagne, donde un trabajador de la Villa 31 fue obligado a ir al trabajo pese a vivir en una zona de riesgo, bajo amenaza de despidos. Las consecuencias ya se palpan: son varios de sus compañeros los también están infectados con el virus.
Hace dos semanas Montagne justificó la reapertura de su fábrica, donde trabajan más de 150 operarios, aduciendo que iban a producir tapabocas. La Izquierda Diario se comunicó con varios de sus trabajadores quienes denunciaron que la empresa no otorgó el equipamiento necesario para cumplir con el protocolo de manera de reducir el peligro de contagio. Alcohol en gel, limpieza sistemática de los baños, entrega de barbijos (producidos para la venta y no para el cuidado de sus trabajadores) fueron algunas de las medidas que brillaron por su ausencia.
Asimismo, denunciaron que les redujeron sus salarios a pesar de que la empresa recibió subsidio del Gobierno Nacional desde Anses para cubrir el 50% de los gastos en sueldos, con el agravante de no pagar a tiempo y así dejando más días sin ingreso económico a varios de ellos que ya de por sí tienen bajos salarios. De esta manera queda en evidencia el plan de sostener a las empresas y descargar la actual crisis sobre los trabajadores sin que el Estado haga nada al respecto.
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Muchos de sus trabajadores provienen de los barrios más humildes de la Capital Federal, que están siendo doblemente golpeados por esta crisis, con 1200 casos positivos y nueve muertes por Covid-19 por responsabilidad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Hace pocos días la situación que vive la gente de las villas salió a flote con la lamentable muerte de Ramona Medina, referente de la Villa 31 que días antes de su muerte denunció la falta total de agua en la villa. Un verdadero crímen social, con responsables políticos claros.