Según relatos de los propios efectivos, la Gendarmería se vio superada por mapuches incendiarios armados con piedras, palos e inclusive armas de fuego. Otra puesta en escena para justificar la represión estatal y el avance del capital sobre los territorios ancestrales.
Martes 27 de septiembre de 2022 12:52

Luis Dates es el dueño de "Los Radales", el predio donde una casilla de Gendarmería Nacional fue incendiada en la madrugada del lunes. Según contó en medios locales y nacionales: "Un numeroso grupo de personas embistió contra el puesto de Gendarmería". De acuerdo a sus palabras, "hubo una agresión a pedradas y prendieron fuego la casilla donde se encontraban los gendarmes". Las declaraciones de Dates no quedaron ahí: "Esto es gravísimo, ya no es un ataque a un particular, es un ataque a las fuerzas nacionales, es una demostración que creen que no hay límites en su reclamo" agregó.
Como es de esperar en estos casos, tanto el propio Dates y los medios locales como nacionales, acusaron sin una sola prueba a la lof Lafken Winkul Mapu, a base de puras suposiciones y especulaciones. Quienes no tienen nada para decir de que no haya ni un solo procesado por el asesinato de Rafael Nahuel, publicaron titulares acusando de estos hechos a los miembros de la comunidad que sostiene hace 5 años la recuperación de su territorio a orillas del lago Mascardi, ubicado a 35 km al sur de Bariloche.
Desde el Foro Consenso Bariloche, aprovecharon para atacar al gobierno nacional por su inacción y pidieron mano dura “Que los gendarmes salieran corriendo, como si no fuera su rol intervenir en estas situaciones, no solo prueba el desamparo en que se encuentra la sociedad, sino también el grado de violencia inusitada y sin control instaurada en la zona”, añadieron en un comunicado.
Las provocaciones y los montajes llevados adelante por los grandes medios de comunicación solo profundizan el racismo y la idea del enemigo interno encarnado en las comunidades que resisten en la defensa del territorio. De esta manera, la maquinaria mediática logra asociar la justa lucha de los pueblos originarios con el terrorismo para justificar la militarización de los territorios por parte de las mismas fuerzas que reprimen a lxs trabajadores en sus reclamos o matan a los pibes en los barrios.
Es necesario rodear de solidaridad la resistencia de aquellas comunidades que lejos de olvidar o perdonar, mantienen vigente la lucha contra un estado fundado sobre el genocidio de los pueblos originarios y que hoy, al servicio de los grandes grupos capitalistas, solo puede apostar al saqueo de los territorios y a la profundización de la miseria para las grandes mayorías.