En búsqueda de inversiones el mandatario jujeño junto a sus pares del norte grande y funcionarios nacionales recorren la meca del rentismo pretrolero. Como Macri con Massa en Davos, el extremo centro político abrazado al FMI ofrece las riquezas del país en modo de remate.
Miércoles 16 de marzo de 2022 09:34
El Gobernador de Jujuy estrenó el traje de articulador de un extremo centro político, que comenzó a configurarse tras la aprobación en el Congreso del acuerdo con el FMI, y se tomó un avión hacia el medio oriente. Allí lo esperaban una delegación de funcionarios nacionales y gobernadores del norte grande (Santiago del Estero, Chaco, La Rioja, Catamarca) que se encontraban desde los días previos disfrutando de los placeres de negocios en la Expo Feria Dubai.
El mismo rol jugó Sergio Massa, hoy un socio de Morales y Larreta en la moderación de ambas coaliciones, en el Foro de Davos en 2016 cuando fue en representación de una oposición responsable acompañando a Mauricio Macri. La colaboración de Massa fue indispensable en el Congreso para que el macrismo pudiese pactar el pago a los fondos buitres (con nuevo endeudamiento) y de aplicar la contrarreforma de la fórmula de movilidad jubilatoria a fines de 2017. Los roles se mantienen aunque se sostengan desde posiciones invertidas.
Lo que también se preserva es la oferta del país como un supermercado del mundo (palabras del otrora presidente) en el cual se invita a los Jeques árabes a invertir sus excedentes millonarios producto de la renta petrolera. En el caso de Jujuy, se ofrece el litio, el turismo, las energías renovables (financiamiento de nueva planta solar), el tabaco, el citrus, la palta, entre otros rubros dice Morales en una declaración oficial citada por El Tribuno.
Morales se hizo eco del rentismo petrolero y parece haber asumido el lema de la Expo “Conectando mentes, creando el futuro” y salió al cruce de una posible suba de retenciones al campo. Casi al unísono el gobierno nacional reconectó rápidamente con la mente de la Sociedad Rural y dio marcha atrás con la medida en menos de 24 horas.
El propio Morales desde su cuenta de tuiter arengó a más y mejor capitalismo al momento de defender la mesa de los argentinos. Justamente es el capitalismo de un país que concentra sus exportaciones en alimentos y en manos de productores y comercializadores que pretenden revalidar sus ganancias en dólares dentro del mercado interno. La inflación dada a conocer ayer por el Indec fue elocuente con una suba del 7,5 % en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas en febrero. Sin contar con el efecto inflacionario de la guerra en Ucrania sobre el trigo (que ya fue trasladado a las harinas y al pan) como del petróleo a nivel mundial que también tuvo su impacto en la reciente suba de los combustibles.
Esta voracidad por ampliar los márgenes de ganancias es harto conocida y no quiere aceptar límite alguno. Siquiera el esquema de los jeques petroleros que comercializan los combustibles dentro de los Emiratos Árabes a la mitad de precio que el promedio mundial y esto solo lo hacen por negocios, no porque sean benevolentes como explicaba Adam Smith sobre el rol del carnicero o del zapatero en los orígenes del capitalismo británico.
Bajo la impronta de conseguir dólares a como dé lugar con tal de saciar la sed del FMI y el resto de los acreedores financieros lleva a esto que se ve en Dubai. Funcionarios ofreciendo al mejor postor minerales, alimentos y algún que otro desarrollo tecnológico en manos de los unicornios. Los empresarios que participen de estos acuerdos harán su diferencia (la UIA por ejemplo que anuncio la firma de un convenio) mientras el pueblo trabajador recibirá en su mesa alimentos cada vez más caros y salarios cada vez más devaluados. Este esquema de país es el que hay que dar vuelta, poniéndolo bajo las manos de la clase trabajadora, no de los empresarios ni parásitos rentistas sean financieros o los dueños de la tierra.
Gastón Remy
Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.