Alejandro Vilca diputado del PTS-FIT fue el único que hizo un rechazo coherente del acuerdo con el FMI. La pelea en defensa del pueblo trabajador contra el ajuste y el colonialismo del Fondo continuará en las calles, en los sindicatos, barrios, colegios y universidades.
Viernes 11 de marzo de 2022 08:25
Esta semana vimos como el modelo de cogobierno entre Morales y el PJ jujeño fue exportado al Congreso de la Nación. El aporte del mandatario de Jujuy recolectando voto a voto dentro de la interna de Juntxs se trasladó también al Frente de Todos jujeño donde consiguió el voto de la mayoría a favor del acuerdo con el FMI.
Gustavo Bouhid y Jorge Rizzotti de Juntos por el Cambio; Carolina Moisés, Julio Ferreyra por el Frente de Todos dieron su voto positivo. Leila Chaer, dio quorum a diferencia de sus pares de La Cámpora y en coincidencia no habló durante la sesión para finalmente votar negativo. Morales y Massa contentos frotaron sus manos. También lo hizo Horacio Larreta otro en carrera por fortalecer un régimen político al centro que cogobierne con el FMI por las próximas décadas.
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El único voto de los diputados por Jujuy que mostró una coherencia desde el inicio de las negociaciones con el FMI y contrario al acuerdo fue el del diputado nacional Alejandro Vilca (PTS-FIT). Quien en el recinto sostuvo, “no me sorprende que el gobierno nacional se haya buscado un aliado, ese carcelero que le está buscando los votos que necesitan para aprobar el acuerdo FMI”.
Y agregó recordando la lucha de los trabajadores estatales y desocupados durante los 90’ contra el cogobierno de Menem y el FMI en Jujuy o Santiago del Estero donde hubo fuertes levantamiento sociales, “pero si siguen los mismos métodos de él (Morales), represión y encarcelar a los que se rebelan contra el ajuste y la pobreza, van a necesitar más que eso, porque somos cientos de miles los que nos vamos a rebelar contra el ajuste.”
Ayer fue un día donde no solo se votó un acuerdo de entrega del país al FMI, también se comenzó a delinear un régimen político de centro que excluya a los “extremos”. El kirchnerismo con La Cámpora apareció a último momento a votar en contra, pero no hablaron. Continuaron bajo otras formas su "apoyo crítico" a lo que ordenó votar el Frente de Todos del cual siguen siendo parte. Esto los sigue ubicando en una profunda impotencia dado que no tienen un plan alternativo para enfrentar al cogobierno con el FMI.
Lo contrario sucede con quienes enfrentan al régimen como sucede en Jujuy donde la UCR y el PJ actúan casi como un solo partido. Esta sociedad de los partidos tradicionales desde el Estado busca excluir mediante la represión y la persecución a todo opositor. En una provincia donde Milagro Sala sigue presa, esta semana luego de una intensa pelea las organizaciones sociales, de DDHH y el Frente de Izquierda lograron la liberación de siete detenidos por luchar contra el hambre. En el caso de la izquierda recibió la proscripción política, despidos y causas contravencionales.
La pelea contra el ajuste y el control colonial del país cada tres meses por el FMI va a exigir fortalecer cada vez más una fuerza política y social independiente. Una fuerza que coordine y una a los que salen a enfrentar el ajuste y, a la vez, que pelee en los sindicatos, barrios, colegios y universidades por unir a ocupados, desocupados y estudiantes bajo un programa en defensa del salario, las jubilaciones, la educación y salud pública como parte de la pelea por un no pago soberano de la deuda, que implica tomar medidas como el monopolio del comercio exterior, la nacionalización de los bancos y la estatización de las empresas de servicios públicos bajo control de los trabajadores y usuarios. Este programa anticapitalista y socialista solo se puede imponer con la movilización en las calles, con el paro activo hacia la huelga general.