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Red Internacional
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Casta Política. ¿Moreira candidato a presidente?: Los delirios de un pinochetista corrupto

La derecha tiene un número no menor de personajes delirantes que son capaces de todo con tratar de figurar, aún arrastrando un historial de impunidad frente a graves caso de corrupción. Iván Moreira es parte de este sector, que olvidando sus acciones, es capaz de soñar incluso con ser presidente para la próximas elecciones del 2025.

Lunes 22 de febrero de 2021

Cuando se trata de la política del descaro, la Unión Demócrata Independiente (UDI) sin duda es uno de sus principales referentes. Parlamentario tras parlamentario investigado y procesado por cohecho, y por el financiamiento irregular de la política en los casos PENTA y SQM, que ni siquiera en esas condiciones piensan en algún segundo alejarse de la política.

Fiel representante de esta postura es el actual senador por la región de Los Lagos Iván Moreira, quien durante el 2019 fuese sobreseído por la utilización de boletas “ideológicamente falsas” para financiar su campaña, llegando a un acuerdo con fiscalía en el pago de 35 millones de pesos, y que hoy incluso señala aspirar a la presidencia el año 2025.

De acuerdo a lo signado por el medio Biobío el senador del “raspado de olla”, apunta a la reelección de su senatoria este año, como su último periodo parlamentario, y aspirando a objetivos mucho mayores.

“Este sería mi último desafío senatorial y luego todos tenemos derecho a querer, a sentir, a pensar ser candidato presidencial el año 2025”, manifestó una de sus figuras más polémicos al interior del partido de raigambre pinochetista.

Moreira y su resentimiento hacia las y los docentes

Por otra parte Moreira dio bastante que hablar durante esta semana, luego de referirse despectivamente hacia las y los docentes del país señalando que “estuvieron todo el año de vacaciones” declaraciones degradantes que fueron posteriormente secundadas por el actual Ministro de Economía, Lucas Palacios manifestando que “los docentes hacen todo lo posible por no trabajar”.

Frente a tales declaraciones que generaron un rechazo generalizado incluso más allá del gremio docente, ha buscado excusarse explicando que “No fue mi intención de ofender a los profesores de Chile, mi intención fue ironía política a un presidente, a una directiva nacional del Colegio de Profesores, que ha entrabado todo el proceso para que los niños vuelvan a clases.” De acuerdo a la entrevista por el mismo medio referido anteriormente.

Palabras que nadie cree, frente al historial de declaraciones provocadoras por parte del senador UDI, quien entre cada arrebato busca disparar en contra de la izquierda, hablando de delincuencia y crimen, cuando su condición privilegiada como senador le permitió librarse de la justicia, como el conjunto de la casta política, empresarios y operadores políticos, que incluso llegaron a acuerdos irrisorios como clases de ética.

Casta política: De aspiraciones e hipocresías

Desde el estallido social hemos sido testigos de la pasarela de la hipocresía cuando se trata de los partidos del régimen de los 30 años. Desde la centro izquierda burguesa, hasta la derecha, hemos visto como desfilan los referentes de partidos políticos cuestionados por la corrupción ya sea en sus colectividades. O directamente en sus militantes a nivel individual.

El senador Moreira es parte de ese selecto grupo de sobreseídos, que siendo procesados por cohecho o financiamiento irregular de la política, son capaces de apuntar a las, los y les demás tratando a quienes protestan de delincuentes, flojos, terroristas y los más delirantes epítetos. Sin embargo es su propio historial el que da cuenta de la impune forma en que ha operado el régimen, amparado en las justicia para empresarios, habiendo hoy más de 2.500 presas y presos políticos del estallido social del año 2019, mientras quienes hoy discuten y deciden las leyes, se encuentran tranquilamente con dietas millonarias y privilegios a destajo.

Esto muestra el nivel de sinvergüenzura presente hoy en quienes se “arrogan” la representación de millones, como el pinochetista Iván Moreira, que después de verse envuelto en uno de las casos de corrupción más bullado de los últimos años, es capaz de tener la intención de figurar como carta presidencial.