“Así no podemos vivir”, denunciaron los trabajadores municipales del Hospital Ostaciana B. De Lavignolle. Acompañados por la asamblea barrial de Morón se movilizaron al Sindicato de Trabajadores Municipales de Morón, Ituzaingó y Hurlingham de la calle San Martín.
Miércoles 6 de marzo de 2024 08:48
El lunes 4 de marzo, decenas de trabajadores de distintos sectores del hospital de Morón salieron a las calles del centro. “Nuestros básicos rondan los 80.000, 100.000 y 120.000 pesos” denuncian las enfermeras. “A lo sumo nos alcanza para cargar la SUBE”. La bronca se acumula con los aumentos salariales y paritarias que siguen por detrás los aumentos. Por su parte, el Municipio mantiene sueldos de miseria y presenta que se adelantan a veces las fechas de pago como una gran medida.
En enero, la canasta básica total (CBT) -que establece el umbral de la pobreza-, aumentó 20,4%. Así, una familia de cuatro integrantes (dos adultos y dos chicos) necesitó $596.823 para no ser pobre. En los últimos 12 meses, subió 264,9%.
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Los trabajadores de la salud soportan sobre sus espaldas no sólo sueldos bajos, sino también la falta de insumos además de una población que de forma creciente se vuelca a la salud pública ante la imposibilidad de mantener una prepaga. La contracara es dura. Por ejemplo, un trabajador que cumple un rol clave en el hospital contaba indignado que buscaba restos de frutas y verduras cuando cerraba una verdulería cercana a su casa, mientras que otra contaba la bronca que le daba trabajar de sol a sol y no llegaba a pagar todos los útiles para que sus hijos puedan arrancar las clases. Pero se cansaron y alzaron su voz.
En ésta jornada, lo novedoso fue que los trabajadores contaron con el apoyo de la Asamblea Barrial de Morón que tiene claro, como más de uno enuncia, que “si nos tocan a uno, nos tocan a todos” y que el reclamo de mejora salarial es un reclamo de todos. Docentes, estudiantes, ferroviarios, trabajadores precarios, amas de casa, trabajadores de la salud de otros centros, se hicieron presentes, con su bandera acompañando el reclamo. No sólo eso, también invitaron a los trabajadores a sumarse y multiplicar fuerzas, poniendo la Asamblea a su disposición para organizarse. Esto se fue gestando con la fuerza de la solidaridad entre trabajadores. Una trabajadora envió a uno de los grupos de las asambleas, una foto de su heladera vacía, lo que generó bronca, mucha bronca y solidaridad con su reclamo salarial.
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El recorrido no tuvo nada de casual. Condensó toda la bronca contenida frente al Sindicato, que no da respuesta a los reclamos que se amontonan, como las deudas. Previo a eso, hicieron una parada frente al Palacio Municipal en la Plaza San Martín, donde exigieron que el Intendente “no sea indiferente” y que “deje de repetir en todos los medios que su gestión está muy bien”, porque como dejaron en claro “con este sueldo no se puede vivir más”.
El ajuste se convierte en una tónica común de este gobierno, pero también se replica a nivel provincial y municipal, todos echan mano a las condiciones de vida de los trabajadores, porque plata hay pero se siguen llevando en pala los empresarios. Claudio Roman, secretario de la Secretaría de Control Comunal, salió a interceder en nombre del Municipio manteniendo un pésimo trato con los trabajadores que no dudaron en repudiar su actitud.
El Municipio, en nombre de Lucas Ghi, mostró cuánto le importa el reclamo de los trabajadores municipales, que son quienes sacan a flote el principal centro de salud municipal, negándose a recibirlos. Una vez que dejaron el Palacio Municipal se dirigieron a la sede del Sindicato en la calle San Martín y ahí las denuncias se multiplicaban y generaban cada vez más bronca. Al igual que en el Municipio, no se llevaron nada concreto del sindicato.
Esta experiencia con los sindicatos no es solo una crítica al Sindicato de Trabajadores Municipales, es una denuncia al rol que están cumpliendo la CGT y las CTA, que están en una tregua vergonzosa con el gobierno, donde llaman medidas totalmente aisladas, desgastando a los trabajadores que muestran que predisposicion para pelearla existe, el problema son los que dirigen los principales sindicatos, que posan su mirada en una salida electoral de manos del peronismo para el 2025 o el 2027, mientras millones mes a mes caen en la pobreza.
Sin embargo, siguen con la intención de organizarse y cómo dejaron en claro en cada entrevista o al hablar con cada persona que se acercó a solidarizarse: “hay que redoblar la solidaridad, difundir esta pelea, que no es solo por salario sino en defensa de la salud pública de Morón”.