Tras la aparición de un video que muestra al jefe comunal en una fiesta VIP en el Municipio, hay fuego cruzado en Cambiemos. El FpV y el Frente Renovador votaron la interpelación.
Lunes 25 de julio de 2016 15:30
La crisis que se abrió por la “fiesta VIP” organizada por Ramiro Tagliaferro en el palacio municipal de Morón profundizó las fisuras que existen dentro del frente Cambiemos en el distrito.
Mientras el intendente guardaba un silencio absoluto sobre lo sucedido, comenzaron a aparecer trascendidos sobre el corrimiento de Analia Zapulla (ex GEN que se pasó a Cambiemos en las últimas elecciones) de la presidencia del bloque en el Consejo Deliberante, quien sería reemplazada por Juan Nardo, hombre de confianza del intendente.
El escándalo mayor era la convocatoria a una sesión especial del Consejo Deliberante para la destitución de Rodrigo Lucas Maccia, secretario del Consejo, puesto en ese cargo por Zapulla.
Finalmente, luego de una reunión entre Zapulla y Tagliaferro, se llegó a un acuerdo para evitar mayores conflictos, Maccia renunciaría a cambio que Zapulla siga en la presidencia. La ex dirigente del GEN, contestó a los rumores diciendo que desde su espacio están intentando “ aportar racionalidad a la insensatez”, aunque dejando en claro que “acompañamos y apoyamos el trabajo llevado a cabo por nuestro Presidente Mauricio Macri, nuestra Gobernadora Bonaerense María Eugenia Vidal y nuestro Intendente Ramiro Tagliaferro.”
Estas idas y venidas muestran la debilidad con la que nació esta alianza electoral en Morón, unidos para ajustar y profundizar la política represiva, pero buscando como posicionarse de cara a las elecciones de medio término el año que viene, generando fricciones y debilidades para gobernar.
Esta crisis fue aprovechada por el Frente Renovador (FR) y Nuevo Encuentro (NE) que votaron un pedido de interpelación a Tagliaferro para dar explicaciones sobre la “Tagliafest” que tendría que hacerse efectivo en los próximos 10 días. Lo que aún no está claro es que hará el intendente frente a esta situación, ya que la interpelación es directamente a él y no al poder ejecutivo, lo que impediría que mande a un asesor, como hizo en otras ocasiones.
El FR busca despegarse de Cambiemos y quiere empezar a mostrar juego propio pensando en las legislativas del 2017, pero comenzó el año acompañando la votación de la Emergencia Económica dotando al intendente de superpoderes para despedir y ajustar, en la provincia prácticamente cogobernaron con María Eugenia Vidal, mientras a nivel nacional apoyaron durante todo el primer semestre las medidas del macrismo.
El Frente para la Victoria y Nuevo Encuentro en particular atraviesa en el distrito una crisis que se profundizó en el 2015, tanto por la derrota en las primarias con la fórmula Martín Sabbatella- Aníbal Fernández, como a nivel distrital con Hernán Sabbatella frente a la alianza Cambiemos.
En estas últimas semanas desde que salió a la luz el caso López que involucró directamente al ex ministro de planificación De Vido y otras causas que involucran a Cristina Kirchner y su familia, el máximo referente de Nuevo Encuentro la única respuesta que puede dar es que todos guardan un corrupto debajo de la cama.
A esto, debemos sumar el apoyo en algunas leyes claves para el gobierno macrista como el pago a los fondos buitre, que hubiera sido imposible sin el voto del FPV en el Senado, como el voto a la emergencia en Seguridad para Tagliaferro en Morón.
En medio de tanta rosca, queda en claro cuáles son los puntos de encuentro de todas estas fuerzas políticas. Por un lado, todas garantizan la gobernabilidad, lo cual permite que el gobierno pueda continuar con su plan de ajuste, las únicas medidas tibias de la “oposición” se basan en la campaña mediática o concentraciones en plazas que no tienen la fuerza para pararle la mano al macrismo, mientras el peronismo juega un rol clave en las conducciones de los sindicatos que mantienen la “paz social”.
Todos intentan ubicarse electoralmente para el 2017, pero los despidos, suspensiones, tarifazos y ataques a los trabajadores se están produciendo ahora.
El Frente de Izquierda plantea una alternativa: la exigencia de un paro nacional a las centrales sindicales contra el tarifazo, el ajuste y para que la crisis no la paguen los trabajadores.