Con la jubilación mínima reducida a la mitad en un año debido a la inflación (sin contar el bono), el Gobierno busca impedir cualquier tipo de recomposición limitando los aumentos solamente al índice de la inflación. Además la nueva fórmula de actualización no se aplicará a los bonos, dejando abierta la posibilidad de licuar aún más los ingresos de los jubilados.
Martes 26 de marzo de 2024 10:00
Desde que asumió como presidente, Milei, viene utilizando los ingresos de los jubilados y jubiladas como el principal medio para llevar adelante su recorte del presupuesto nacional, pero ahora busca dejar asentado que serán los garantes de su plan de ajuste. Este lunes el gobierno publicó un nuevo decreto de necesidad y urgencia (DNU 274/2024) cambiando la fórmula previsional para atar a los haberes a la inflación, evitando nuevamente pasar por el Congreso. Claves de lo que implica el DNU para jubiladas y jubilados.
1- Fijan jubilaciones en la miseria
A partir de julio la movilidad será mensual de acuerdo al IPC (inflación) rezagada dos meses debido a la publicación de los datos por el Indec. El problema es que en la actualidad la jubilación mínima (que cobran la mayoría de los jubilados) no llega a cubrir ni el 30 % de la Canasta Básica de los adultos mayores ($ 685.041) y sin ningún mecanismo de recomposición no habría forma de revertirlo.
2- Tras la derrota de la Ley Omnibus, evitaron pasar por el Congreso
La modificación de la fórmula previsional era parte de la Ley Ómnibus, pero habiendo sido rechazada en el Congreso, desde el oficialismo decidieron realizarla por DNU. Desconociendo también el debate en el Congreso y los proyectos presentados por distintos bloques para tratar la movilidad previsional y el sistema jubilatorio.
La “urgencia” del gobierno se debe a que habiendo pasado el pico inflacionario de diciembre y enero, la fórmula vigente generaría aumentos mayores de los que están dispuestos a otorgar. Luis Caputo, desde el Ministerio de Economía, viene aprovechando el método de actualización trimestral actual para licuar las jubilaciones y ahora pretende mantener el robo realizado con el cambio de la fórmula.
3- El robo del empalme: cómo serán los aumentos entre abril y junio
Los jubilados que reciben el haber mínimo en febrero cobraron un 47 % menos que el mismo mes del año pasado (sin contar el bono), debido al enorme retraso frente a la inflación. La nueva normativa define que las jubilaciones y pensiones aumentarán recién en abril un 27,4 %, llevando el haber mínimo de $ 134.445 a $ 171.283,31. Una cifra que ya debería haber sobrepasado en marzo si hubiese seguido el ritmo de la inflación (72 % entre diciembre y febrero).
El 27,4% se compone del aumento compuesto por la inflación de febrero (13,2%) y un 12,5% que el gobierno estableció como "recomposición" por lo perdido, cuando en sólo tres meses con Milei los haberes perdieron un 25% de poder adquisitivo. Lejos de recomponer, es una migaja para negociar y pasar su DNU.
En mayo se otorgará un aumento a cuenta de la movilidad de junio, basado en la inflación de dos meses atrás, o sea el número del IPC de marzo que publicará el Indec. En junio se tomará el aumento de precios de abril y se ajustará la diferencia con la movilidad actual, es decir, descontando los aumentos a cuenta y dejando consolidado el monto del haber. A partir de Julio comenzaría a correr la nueva movilidad de forma plena, utilizando sólo el índice de precios de mayo (en agosto el de junio y así sucesivamente).
4- Los haberes perdieron más de un 60 % desde 2015
Tras el hundimiento histórico de las jubilaciones que se derrumbaron más de 26 % en tres meses, más de un 60 % desde 2015 (para todos los habers sin bono, la mínima con bono perdió 40%), Milei y Caputo buscan garantizar que los haberes previsionales queden por el piso. La nueva normativa no incluye ningún mecanismo por el cual los ingresos de los jubilados puedan recomponer lo perdido.
5- Qué pasará con los bonos
Tampoco figura en el decreto qué pasará con los bonos que forman una parte sustancial de los haberes, para el caso de la mínima venían siendo de $ 70.000. Incluso, según lo publicado hasta el lunes el tope para estas últimas no fue modificado quedando en $ 204.445, haciendo que el bono a otorgar no pueda superar los $ 33.000. Desde el gobierno, tras las numerosas críticas informaron que sacarían un nuevo decreto para subir este límite. El nuevo monto quedaría en $ 241.216.
Esta dependencia de los bonos dejada por la gestión de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, le permite a Caputo un importante margen de maniobra para seguir licuando los fondos destinados para jubilaciones.
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6- Hay fuerzas para tirar abajo el DNU
Las enormes movilizaciones de este 24 de marzo mostraron que hay fuerzas suficientes para frenar los planes de Milei y Caputo. Junto al mega DNU que los diputados están demorando en tratar para seguir negociando con el Gobierno, se vuelve fundamental tirar abajo la modificación de la fórmula de movilidad previsional. Volver a la interior no ofrece ninguna solución, haciendo necesario reemplazarla por una que parta de garantizar el cobro del 82 % móvil y no pueda ubicarse por debajo de la canasta de los jubilados.
Los fondos están, pero son acaparados por las grandes empresas que durante el menemismo vieron reducirse sus aportes a la Anses y por los acreedores de la fraudulenta deuda externa, como el FMI, que se están quedando con la plata de los trabajadores que dedicaron décadas de sus vidas a sus empleos para estar recibiendo a cambio jubilaciones de miseria.
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