Familiares, vecinos y organizaciones exigieron respuestas.
Martes 3 de abril de 2018
El día de ayer, familiares y vecinos de Araceli Fulles, junto a organizaciones, se movilizaron por justicia a un año de su femicidio. Concentraron en Márquez y 9 de Julio, con marcha hacia la plaza donde la joven fue vista por última vez.
Actualmente, el único preso por la causa es Darío Badaracco, dueño de la casa en la que encontraron a Araceli. El resto de los culpables quedaron en libertad, dos de los cuales son hermanos de un policía de la seccional 5, responsable de la causa. El entramado policial que colabora con la impunidad de los femicidas vuelve a quedar en el centro de las denuncias. El caso de Araceli dejó en evidencia a un cómplice clave en estos episodios: las fuerzas policiales aparecieron con un rol activo para encubrir y poner en cuestión la vida personal de la víctima.
Dos de los sospechosos, los hermanos Avalos, están implicados por haber participado del crimen. Su hermano, Elian Ismael Avalos (numerario en Tres de Febrero), junto al subcomisario de la Comisaría 8 de San Martín, Hernán Humbert, y el oficial principal José Gabriel Herlein (Comisaría 5), también fueron sospechados por “falta de rigurosidad” en el desarrollo de la causa.
El municipio de San Martín posee la tasa más alta de femicidios de la provincia Buenos Aires; y es sede de algunos de los casos con mayor repercusión como Melina Romero.
Los femicidios son el último eslabón, y el más brutal, de la cadena machista que ataca a las mujeres a diario. Con la bronca y el dolor que causa esta violencia e impunidad nosotras sabemos que la clave es organizarnos y defender nuestros derechos en las calles. Ya desde el primer #NiUnaMenos supimos mostrar que somos miles las que no nos vamos a callar mientras nos asesinan a diario. El pasado #8M, luego del pañuelazo, tomamos las calles exigiendo nuestros derechos.
Porque nos pasa a todas desde que somos chicas, porque cualquiera de nosotras puede desaparecer sin explicación alguna, porque estamos hartas de la doble explotación a la que nos somete a diario este sistema, porque no vamos a quedar de brazos cruzados, acompañamos a la familia de Araceli Fulles el día de ayer. Como dijo su madre, Mónica: “por Araceli, pero también por todas”.