Arica. Movilización en Rotonda Dignidad durante jornada de protesta nacional

El fracaso de la estrategia sanitaria del Gobierno de Sebastián Piñera llevó al país a una catástrofe nacional, así también en lo económico y lo social, en donde los más golpeados son las y los trabajadores y el pueblo pobre. Los empresarios siguen acumulando grandes fortunas, mientras que llueven los despidos y suspensiones, que en conjunto ya suman una cifra superior a 1 millón 650 mil, mientras que las ollas comunes comienzan a expandirse producto del hambre.

En Arica ya son 1700 contagiados en la región y durante los últimos días la cifra de fallecidos alcanza la cifra de tres por día. El total de ventiladores y residencias están al borde del colapso en un 92% y las camas ocupadas ya superan el 70%. Los funcionarios, por su parte, desde Hospital Dr. Juan Noé han reclamado la falta de equipos de protección e insumos para la población desde el primer día del inicio de esta pandemia.

La última cuarentena en la ciudad sin test masivos y sin insumos no fue efectiva en cuanto a detener los contagios, sino más bien vino a perjudicar aún más a pequeños comerciantes y a aumentar el control y la represión en las calles con militares y carabineros. Mientras las grandes empresas seguían funcionando a costa de la exposición de miles de trabajadores y trabajadoras.

¡Hay que mostrar que hay otra salida posible!

Alrededor del llamado nacional de protesta, en Arica se congregaron más de 150 personas con cacerolazos y barricadas repudiando la política de un Gobierno que pone sus ganancias por sobre la vida de miles. Esto coincide con el inicio de las huelgas de los trabajadores de Unimarc y Ariztía, sectores claves en la alimentación y el abastecimiento, un problema que el Gobierno se niega a resolver.

La solidaridad con las huelgas que se desarrollan y la unidad que puede nacer en esta movilización, no solo es clave para que puedan conquistar sus demandas, sino que se pueden transformar en una referencia para las y los trabajadores a nivel nacional de que sí se puede luchar.

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Los ejemplos de organización como lo fue la lucha de las y los trabajadores de Áreas Verdes, quienes exigieron el pago inmediato de sus sueldos o el ejemplo de las y los estudiantes del liceo A-5, en donde se unieron y lograron el reintegro de 37 alumnos expulsados por la "Ley Embudo", librando una pelea contra el autoritarismo en los liceos, nos dan señales de que hay otra salida a esta crisis de la mano de trabajadores, pobladores y estudiantes contra las políticas criminales de un Gobierno empresarial.