Más de mil personas se movilizaron en Rosario exigiendo la aparición con vida del joven Franco Casco, desaparecido desde el 7 de octubre, luego de estar detenido en la Comisaría Séptima. En paralelo, se desarrolló una audiencia en Tribunales, con el comisario del mencionado destacamento.
De la movilización participó el PTS en el Frente de Izquierda, el Movimiento Evita, PO, IS, Patria Grande, la APDH, el CEPRODH, la CADH, el FCF, la Casa Cultura Pocho Lepratti, entre otras organizaciones. Fueron casi dos cuadras de manifestantes que cantaron “ahora, resulta indispensable. Aparición de Franco, el gobierno es responsable”. La marcha comenzó en San Nicolás y Salta, y terminó en las puertas de la Comisaría Séptima, donde estuvo detenido Franco. Dicho destacamento es tristemente célebre por haber estado involucrados sus agentes en casos de trata de niños y en el asesinato de la dirigente de AMMAR, Sandra Cabrera.
Viernes 31 de octubre de 2014
“Nadie del Gobierno de la provincia se comunicó conmigo”, dijo la madre de Franco.
Al llegar la manifestación a las puertas de la Comisaría Séptima, Elsa Godoy, madre de Franco Casco, hizo declaraciones a diferentes medios de prensa, entre los que estaban La Izquierda Diario. Elsa hizo duras críticas al accionar policial, pero también cuestionó el silencio oficial por parte de los funcionarios del Gobierno de Antonio Bonfatti.
Godoy fue muy clara en criticar el inexplicable silencio del gobierno socialista, que a 24 días de una desaparición que conmueve la situación política en la provincia, no se han comunicado, ni puesto a disposición, ni colaborado con la investigación para que aparezca Franco. Una verdadera vergüenza.
La madre de Franco además declaró: “La Policía no lo busca. Desde el primer momento que lo detuvieron, no nos dieron noticias de él. Cuando pregunté por él me mostraron una foto donde estaba todo golpeado. Eso es todo lo que sé de él”. Asimismo, fue categórica en afirmar que “la Policía no lo busca. Nunca lo buscó”. Desde el inicio de este caso la actuación policial deja muchas sospechas de encubrimiento y de haber golpeado, cuanto mínimo, a Franco. “No le creo a la Policía”, remató Elsa conmovida.
A pesar de lo contundente de las afirmaciones de la madre del joven desaparecido, y de las evidentes dudas y desconfianza en torno al rol policial, algunos periodistas hicieron hincapié en cuestionar o dudar sobre los hábitos del joven, por ejemplo si fumaba marihuana, en lugar de apuntar hacia el rol de la Policía y el silencio oficial. Esto generó incomodidad en muchos de los presentes.
Para culminar, Elsa Godoy atacó las contradicciones y mentiras oficiales: “La Policía cambió las versiones. Primero dijo que lo habían detenido un lunes y luego dijeron que había sido el martes. Cuando pedí que me muestren las firmas de ingreso y de salida, no me lo quisieron mostrar”.