El concejal de la ciudad de Córdoba por el Movimiento ADN amplía su armado político a una alianza con el Partido Socialista.
Miércoles 10 de mayo de 2017
Tomás Méndez con Miguel Lifschitz y Antonio Bonfatti
Tomás Méndez llegó a la política de la mano del periodismo y su conocido programa ADN, que devendría en el nombre de su “movimiento”. Se presenta como un “ajeno” a la política tradicional, su corrupción y negociados a costa de los intereses de los sectores populares, pero muy poco hay de realidad en ello.
Fernando Rosso, luego del 23 % que el periodista obtuvo en la elección municipal del 2015, escribía que “los clásicos outsiders, que no representan a clase fundamental alguna, tienen fecha de vencimiento, vía su adaptación a los partidos tradicionales o por un retiro obligado una vez que se lo expulsa de la casa que siempre se reserva el derecho de admisión y permanencia”. Por ahora, el concejal parece haber elegido el primer camino: el candidato que denunció a la “narcopolicía” hará una alianza con el Partido Socialista, que desde el 2007 gobierna Santa Fe, donde no son pocos los policías encarcelados por vínculos con el narcotráfico.
Ver también: Cinco años, seis jefes policiales narcos y corruptos
A su vez, integra como uno de sus destacados colaboradores a Eduardo Fernández, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME). Fernández es el referente cordobés del Partido Solidario, que forma parte del Frente para la Victoria y es conducido por el banquero Carlos Heller. Las reuniones de Méndez con Olga Riutort, parte del viejo riñón del peronismo cordobés y ex esposa de De la Sota, son sobradamente conocidas a partir del verdadero objetivo declarado del concejal: la intendencia de Córdoba en el 2019.
Hasta ahora, nada de “nueva política”. Méndez intentará tapar con maquillaje progresista su carácter pro-empresario, llevando a la rastra a la casi extinta Corriente Clasista y Combativa y “algo de Barrios de Pie” (Libres del Sur), como señala en esta entrevista.
El GEN de Margarita Stolbizer es otro de los anotados en las conversaciones con Méndez hacia las legislativas. Pero a nivel nacional, Stolbizer se prepara para un acuerdo con Sergio Massa, aliado a su vez con José Manuel De la Sota. El padre del narcoescándalo que terminó con parte de la cúpula policial procesada se convierte así en aliado “colateral” de Tomás Méndez.
Resulta un tanto extraño que alguien que dice estar contra el “establishment” elija justamente a estos sectores para un armado político.
Nada que ofrecer
El PS gobierna la provincia de Santa Fe (junto a la UCR en el Frente Progresista Cívico y Social) desde hace diez años, durante los cuales no ha habido mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores, las mujeres y los jóvenes de la provincia hermana, sino todo lo contrario. La lucha contra los despidos y suspensiones o contra la persecución sindical de la juventud precarizada de La Virginia o los trabajadores de la General Motors, son una expresión cabal del descontento que crece en la provincia vecina y que suma odio contra la policía asesina de la juventud de las barriadas populares.
Poco tiene de venido desde afuera de “la vieja política” los aliados de Tomás Méndez. De ellos, entonces, nada nuevo podrán esperar los trabajadores, la juventud y los sectores populares para cambiar las condiciones de vida miserables a las que los gobiernos de Unión por Córdoba, los radicales o los falsos socialistas de Santa Fe los vienen sometiendo. Es el Frente de Izquierda y los Trabajadores, que está en las calles acompañando cada reclamo por los derechos de los oprimidos, donde está la verdadera alternativa.