El cantautor, hijo de la gran Violeta Parra, se encontraba internado en estado de coma inducido en Francia producto de un cáncer de pulmón, falleciendo a los 73 años tras sufrir una fuerte recaída a causa de la enfermedad que se había extendido a su hígado.
Melissa Navea V Psicóloga
Martes 14 de marzo de 2017
Primeros, y últimos días de arte
Ángel se inició en la música desde muy pequeño, ya a los cinco años interpretó sus primeras canciones en los circos que recorría junto a su madre. Ya adolescente, grabó junto a Violeta el disco 4 villancicos chilenos a los 15 años. Y más tarde grabaría junto a otros grandes artistas reconocidos de la música chilena como Víctor Jara y Patricio Manns, para pasar a convertirse en pieza clave de la denominada Nueva Canción Chilena, grabando más de 50 discos durante toda su carrera.
A pesar de su enfermedad nunca dejó de lado su arte, durante sus tres últimos años de vida continuó con sus presentaciones de sus libros, sus registros audiovisuales, y en el Año del Centenario de Violeta Parra, su madre.
Vida política
Fue en la Unidad Popular de Salvador Allende, donde su canto acompañó una época marcada por las luchas sociales propias de la clase obrera. Fue en el fin de la UP, tras el Golpe Militar, que fue detenido en el Estadio Nacional. Su compromiso con el arte y su época se expresó aun en esos momentos en la cárcel, en donde levantó un comité de actividades culturales que organizaba actuaciones, exposiciones de arte, entre otras expresiones que dieron algo de sentido al encierro.
Tiempo después fue exiliado a México y posteriormente, Francia. Ángel siguió componiendo en el exilio, al mismo tiempo que denunciaba la violación de derechos humanos durante la Dictadura militar. Volvió a Chile en 1989, tras el plebiscito que sacó a Augusto Pinochet del poder, para en los 90’, homenajear a su madre, Gabriela Mistral, entre otros artistas chilenos.
El “Paparra” pasó sus últimos años de vida en Francia, volviendo a Chile cada vez que su música y trayectoria lo quisiera traer de vuelta. Fallece a los 73 años, dejando una huella en la historia de la tierra que lo vio crecer junto a su madre, y un arte que busque el compromiso con la historia de los pueblos oprimidos.