Un empleado de limpieza del hospital Miguel Servet de Zaragoza falleció ayer a causa del virus. Mientras el gobierno promete test y medidas de protección masivas que nunca llegan, con este ya son dos los sanitarios muertos en Aragón durante esta pandemia. Siendo el otro un médico de familia hace unos días.

Jorge Calderón Historiador y Profesor de Secundaria, Zaragoza
Miércoles 29 de abril de 2020
Eloy Pérez Aguarón tenía 61 años y trabajaba en una contrata de limpieza para este hospital, el más grande la comunidad. Según han confirmado fuentes del mismo, se encontraba ingresado desde hace varias semanas en la UCI del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, el otro gran hospital de la capital aragonesa, donde finalmente falleció en la tarde de ayer.
Como decimos, se trata del segundo trabajador sanitario muerto en esta comunidad autónoma. El primero fue el doctor José Luis San Martín, del centro de salud de San Pablo (un barrio de Zaragoza), que con 55 años falleció el pasado 13 de abril. Sin embargo, para el gobierno, solo contará como muerte de sanitario la del médico, ya que la de Eloy, al tratarse de un trabajador de una contrata externa, no cuenta para las estadísticas oficiales. Trágicamente, vemos que hasta en la muerte estos compañeros son discriminados con respeto al personal no subcontratado.
Emotivo recuerdo y homenaje de sus compañeros y compañeras
El personal del hospital Miguel Servet convoco ayer mismo por la tarde, nada más conocerse la noticia, un minuto de silencio en su memoria a las puertas del hospital. Emotivo homenaje que se ha repetido hoy, tanto en el turno de mañana como el de tarde. Homenaje en el que los trabajadores portaban carteles con crespones negros y que han finalizado con un sonoro aplauso para todas las victimas del virus.
Minuto de silencio por el trabajador de limpieza del hospital Miguel Servet muerto por coranivurus. ¿Cuántos muertos más hacen falta para darles a las y los trabajadores sanitarios las medidas de protección necesarias? pic.twitter.com/9uKYNobRp4
— jorge calderón (@jorgecaldef) April 29, 2020
Esta emoción la expresaba Teresa Gascón, una compañera de limpieza del Hospital Clínico, hoy mismo en las paginas del Heraldo de Aragón al afirmar que: “Me he enterado hace un rato, al ver la noticia, y aunque no lo conozcas, te afecta igual. Es alguien que trabaja en lo mismo que tú y te toca de cerca”. Esta trabajadora de 56 años con una larga experiencia laboral también describía la situación que viven cada día, ya que según ella: “Llevo 18 años en el Salud y no recuerdo nada igual. Al llegar la pandemia, los quirófanos se reconvirtieron para tratar a pacientes covid 19 y nos ha tocado estar en medio. Es una situación extraña la que estamos viviendo, pero alguien tiene que hacerlo”.
Medidas de protección y test masivos ya
Este “alguien tiene que hacerlo”, refleja perfectamente la dramática situación que están viviendo los y las trabajadoras sanitarias del Estado español. Saben que su trabajo es fundamental para combatir el virus y por ello lo siguen haciendo a pesar de no contar con los medios de protección necesarios para llevarlo a cabo. Poniendo así en grave riesgo su vida y las que les rodean. De hecho, el Estado español, con más de 36.000 sanitarios contagiados, es con diferencia el país del mundo con más sanitarios afectados por el virus. Esta cifra supone un 20 % de todo el personal sanitario, el doble de países como Italia (10%) o EE. UU (3 %).
Si dramática es la situación del personal sanitario en general, mucho más lo es el del personal de las empresas subcontratas (limpieza, lavandería, mantenimiento, etc.) que trabajan en los centros sanitarios. Todo este personal, al igual que las y los celadores, está calificado por el gobierno de Aragón como de bajo riesgo. Eso conlleva no solo un ahorro en nóminas, al tener un sueldo menor, sino también en el material de protección. Discriminación que puede llevar, como en el caso de Eloy, a perder la vida.
Esta situación fue denunciada desde el principio de la pandemia por sindicatos como CGT Sanidad “En la limpieza no se les dio ningún tipo de información, ni EPI’s al principio. En el Hospital Miguel Servet, por ejemplo, están trabajando sin los EPI’s adecuados porque la empresa (Clece) no se los facilita. En algún sector nuestros delegados se han tenido que encarar con mandos intermedios para que se les dotase a los trabajadores de las medidas adecuadas”. La misma Teresa, en su entrevista, reconoce que a pesar de llevar mes y medio trabajando con pacientes covid-19, no le han hecho todavía ninguna prueba PCR, ya que solo las hacen a los que tienen síntomas.
Más clara fue en su denuncia hace semanas en este mismo diario Ana Cuevas, trabajadora de limpieza del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. En una carta, criticaba que “En los últimos pliegos de condiciones advertimos al Servicio Aragonés de Salud que los recortes en limpieza pueden matar. Nadie nos escuchó.” También dejaba claro que “Puede que las limpiadoras seamos invisibles. Menos que nada para algunos gerifaltes. Sin embargo, somos la primera barrera de contención que puede evitar contagios a la ciudadanía”.
Esto no puede continuar así. No podemos seguir mandando a estos profesionales a combatir el virus sin medios, lo que los lleva a poner en riesgo su vida, basándolo todo en su ejemplar profesionalidad y compromiso. No basta con aplausos o con llamarles héroes mientras que los gobernantes los están mandado, en muchos casos, a la muerte.