La semana pasada fallecía en Mallorca un joven de 17 años en su habitación de ‘Es Pinaret’, un centro de internamiento donde estaba recluido. No es la primera vez que se registran irregularidades en este centro.
Arsen Sabaté Barcelona | @ArsenSabate
Martes 20 de octubre de 2015
El menor de 17 años falleció en el centro de internamiento para menores gestionado por el Govern de les Illes Balears y donde llevaba ingresado desde diciembre de 2014.
La causa del fallecimiento fue un incendio en el interior de la habitación del propio joven. Pasadas las tres de la tarde y una vez fuera de la habitación, un grupo de trabajadores del centro intentaba sin éxito reanimar al menor. Un destacamento de los bomberos de Mallorca acudió también en su auxilio.
La Guardia Civil ha emprendido desde el primer momento una investigación para esclarecer si el incendio fue provocado. No obstante, una de las hipótesis señala que el menor trató de llamar la atención como protesta por su actual situación en el centro de internamiento. Fuentes cercanas a la familia denuncian que desde hace más de tres semanas el menor estaba en un régimen en el que tenía prohibido recibir visitas y no se le concedía ningún tipo de permiso.
Según la reconstrucción de los hechos que se está llevando a cabo, todo indica que la práctica de provocar pequeños incendios en las habitaciones es habitual como denuncia de la situación por la que pasan los menores en este centro.
Desde el Govern de les Illes Balears, la concellera de Servicios Sociales admitía en una rueda de prensa sobre la muerte del joven que el centro de internamiento de menores ‘Es Pinaret’ se encuentra saturado. El centro tiene capacidad para albergar a 46 personas y en la actualidad sobrepasa este número con más de 60 internos.
Por otra parte, el colectivo ‘No a O’Belen’ dedicado a la defensa de los menores y a la lucha contra las empresas beneficiarias de la privatización de los servicios sociales, denuncia que el centro de internamiento ‘Es Pinaret’ del Govern, ha propiciado la muerte del joven cometiendo diversas irregularidades. Como ejemplo de ello señalan que el material de la habitación no era ignífugo y el no funcionamiento del detector de humos, entre otras cuestiones.
Los conflictos y las actuaciones irregulares no son una novedad en este centro. En mayo de 2014 la fiscalía de Palma de Mallorca presentó una denuncia contra cuatro vigilantes de seguridad de ‘Es Pinaret’ por presuntos delitos de coacciones, lesiones y amenazas a internos, así como hacia otros compañeros de trabajo.
Los vigilantes en cuestión trabajaban para una empresa contratada por el Govern para vigilar a los menores. Se autodenominaban “La Camada” y habían establecido un verdadero régimen de terror hacia los internos, incluso hacían alarde en público de sus simpatías hacia la ideología nazi.
Sin duda, las irregularidades en centros como ‘Es Pinaret’ y muchos otros son habituales. En parte son producto de las políticas de enriquecimiento de los diferentes gobiernos autonómicos y el hecho de convertir en un negocio lo que en realidad debe ser un servicio social dedicado a la reinserción de los menores tutelados, parte de los sectores desprotegidos de la sociedad.
Sin ir más lejos, hace unos meses la Defensora del Pueblo ya consideró que el centro de menores gestionado por el Govern necesitaba un repaso debido al gran deterioro de sus instalaciones.
