Al menos 31 personas, entre ellas varios niños, murieron ahogadas el primer martes del 2016 tras naufragar cuando intentaban llegar a Grecia desde Turquía. 2016 comienza con otra tragedia en las puertas de Europa. La crisis de los refugiados no tiene fin.

Josefina L. Martínez @josefinamar14
Martes 5 de enero de 2016
Foto: EFE
Las imágenes de decenas de cuerpos yaciendo sin vida sobre la playa se repite como pesadilla. En la primera semana del año 2016, el mar escupió decenas de cuerpos de refugiados, que fueron encontrados en costas turcas.
Un primer naufragio causó la muerte de 13 personas que se dirigían hacia la isla griega de Lesbos. Sus cuerpos aparecieron a lo largo de cientos de metros en una playa de Ayvalik, según informó el diario turco Hürriyet.
Por la madrugada había salido una lancha con decenas de personas –de Siria, Afganistán e Irak- desde la costa de Turquía, para tratar de alcanzar las islas griegas, a pocos kilómetros de distancia. Pero poco después el viento y las olas la derribaron como si fuera de papel.
Las patrullas costeras turcas solo rescataron a ocho supervivientes, algunos de los cuales habían logrado subirse a un rompeolas.
Este video reproducido en The Guardian, muestra el momento del rescate:
Algunos refugiados fueron sacados del agua con fuertes síntomas de hipotermia e ingresados en el hospital municipal de Ayvalik.
Durante la mañana fueron apareciendo más cuerpos en la playa de Dikili, ubicada al sur de la anterior. Y con las horas fue aumentando el número de muertos reportados en los medios, hasta alcanzar los 31. Desde esa playa había partido una lancha neumática con unos 60 refugiados.
Al menos 27 refugiados muertos, 3 de ellos niños, en un naufragio en las costas de Turquía https://t.co/8syN5sXNwA pic.twitter.com/XTDH6Drbh8
— RTVE (@rtve) enero 5, 2016
Según informó CNN Turquía, las embarcaciones eran muy precarias y los chalecos salvavidas no servían, sino que absorbían el agua. Unos mil chalecos salvavidas de este tipo fueron incautados por la policía turca en la región costera hace unos días, es frecuente que se vendan a los migrantes que intentan cruzar ilegalmente.
Turquía alberga a unos 2,2 millones de sirios, a 45.000 afganos, 100.000 iraquíes y 14.000 iraníes, bien como solicitantes de asilo, bien como refugiados.
Las rutas más transitadas durante el 2015 han sido las del Mediterráneo y el Mar Egeo, para cruzar desde el norte de África y Turquía. Una vez en Europa continental, la vía más utilizada por los refugiados ha sido la de los Balcanes, a través de Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria.
Sin embargo, todos esos países han comenzado a detener a los llamados “migrantes económicos”, y solo permiten el paso de refugiados sirios, afganos e iraquíes. Mientras que Hungría cerró sus fronteras con una valla de alambre y reforzó la presencia policial y las penas de cárcel para los que atraviesen ilegalmente su frontera.
Los países del norte de Europa también han aumentado sus controles, tal como anunció ahora Dinamarca, en las fronteras con Alemania y Suecia.
Durante 2015, 3.770 inmigrantes murieron cuando intentaban cruzar hacia Europa. Ha sido el año con más muertes de inmigrantes en el Mediterráneo desde que existen registros, según dio a conocer el 31 de diciembre pasado la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
De acuerdo a los registros de las Naciones Unidas, unos 850.000 migrantes cruzaron el mar para llegar a Europa en 2015, y la gran ola migratoria de miles de personas que escapan de la miseria, los conflictos y la guerra no se detiene.
A pesar de las barreras que ha levantado Europa y el endurecimiento de las leyes migratorias en muchos países, lo que dejan atrás es insoportable. Eso los lleva a aceptar los riesgos de lanzarse a un viaje en condiciones muy precarias en pleno invierno europeo.

Josefina L. Martínez
Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.